Ni Hurts ni Mahomes celebraron excesivamente sus victorias en los campeonatos de conferencia hace dos semanas. Ambos saben que el objetivo principal está pendiente. Una victoria más los pondrá un peldaño por encima de casi todos, en un grupo selecto.
Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).– El estadio de Glendale, Arizona, recibirá este domingo el partido más importante de futbol americano del año en Estados Unidos y uno de los eventos más vistos en el mundo. Dos mariscales de campo afroamericanos definirán este duelo por primera vez en la historia. Será el medio oeste ante la costa este. Filadelfia contra Kansas City. Eagles y Chiefs se disputarán el trofeo Vince Lombardi, el mayor logro en la NFL, en el Super Bowl LVII.
Patrick Lavon Mahomes II, mejor conocido como Patrick Mahomes, quiere ser el futuro del futbol americano en Estados Unidos. Con Tom Brady, el último gran mariscal, retirado recientemente, el nacido en Texas hace 27 años quiere ser la imagen de una nueva «dinastía».
Si Brady consiguió siete títulos y jugó hasta los 45 años, Mahomes, con sus lanzamientos espectaculares, su impresionante yardaje –por tierra y por aire– y su agresividad para salir de la bolsa, busca ser un sucesor nada parecido pero con objetivos similares: dominar el deporte del balón ovalado.
Se trata ya del tercer Super Bowl en cuatro años para Mahomes y los Chiefs de Kansas City. El primero, en 2020, lo ganaron. El segundo, en 2021, lo perdieron precisamente ante Brady. Ahora, vuelven una vez más a disputar el último partido de la temporada.
Mahomes, el mariscal de campo más joven en historia de la NFL en iniciar en dos SB con 25 años y 143 días, es también el quarterback que más rápido pasó las 10 mil yardas aéreas, lográndolo en apenas 34 juegos. Es el mejor en porcentaje de pases (66.03), en partidos con pases que sumaron más de 300 yardas (26 hasta ahora) y el mejor promedio de pases en la historia de los Chiefs.
El surgido en Texas Tech es además el mariscal que alcanzó 70 pases de touchdown más rápido, consiguiéndolos en 27 partidos, dos menos que los que necesitó la leyenda Dan Marino. En Kansas, Mahomes es también el mejor en pases aéreos en playoffs, así como en pases de touchdown (22), en pases completos (221) y en porcentaje de pases completos (el 65 por ciento).
«Debe ser nombrado el jugador más valioso (MVP)», declaró determinando hace dos domingos su coach, Andy Reid, luego de vencer por fin tras cuatro duelos a su hasta ahora bestia negra: Joe Burrow, y a los Bengals de Cincinnati.
Su compañero de equipo, JuJu Smith-Schuster, fue más específico esta semana. «La razón por la que es tan bueno en la cancha es que él juega con quien sea que esté ahí», dijo de Mahomes. «Cuando sale de la bolsa, la jugada apenas está comenzando. No es que esté por terminar, es que está comenzando», añadió.
En la semana previa, Mahomes aseguró que la lesión de tobillo que sufrió ante los Jaguars hace unas semanas no le impedirá jugar el partido más importante del año. “Definitivamente me muevo mejor de lo que lo hacía la semana pasada o hace dos semanas. Así que simplemente trato de seguir con el tratamiento y la rehabilitación y acercarme al 100 por ciento y entonces confiar en cierta adrenalina que me permita hacer algo extra cuando esté en el campo”.
Sin embargo, el mariscal de campo añadió: “No sabremos exactamente cómo está hasta que sea el día del partido”.
“Le va bastante bien con su tobillo”, dijo el miércoles el entrenador en jefe de Kansas City, Andy Reid. “Tuvimos un entrenamiento rápido hace unos días y se movió bien. Puede hacer en realidad casi cualquier cosa, al menos todo lo que el plan de juego necesita que haga”.
HURTS, DE RECHAZADO A FIGURA
Hurts, por su parte, debutó en la NFL en 2020, como un versátil mariscal de campo de la nueva generación. Como suplente de Carson Wentz, registró apenas 12 intentos de carrera, una atrapada y lanzó solo tres pases en sus primeros nueve juegos antes de asumir como mariscal titular de Filadelfia.
“Durante mi primer año aquí, [la gente] quizás ni siquiera me quería aquí”, dijo Hurts el domingo pasado. “Pero son cosas que se resuelve por si solas», dijo. Ahora, aspira al premio máximo.
Ahora, llevó a los Eagles a un Super Bowl por cuarta vez en la historia. Tiene apenas 23 años y la temporada anterior se convirtió en el mariscal de campo más joven en iniciar un juego de playoffs en la historia de la franquicia. Posee también la marca histórica del equipo en touchdowns por tierra conseguidos por un quarterback en una temporada, con 13.
Si Mahomes es un mariscal «del futuro», Jalen no se queda atrás: al igual que en su momento Cam Newton con Panthers de Carolina, es un quarterback que no es tímido a la hora de correr con la pelota y de anotar los puntos de ser necesario.
«Será un juego histórico», expresó Hurts sobre el choque con Mahomes el lunes en la famosa Opening Night de la semana previa del Super Bowl. «Hay muchos chicos allá fuera que tal vez les dicen que deben cambiar su posición, pero se puede conseguir», dijo sobre ser un mariscal de color.
«Jalen lo dijo, es ser parte de un partido histórico. Mucha gente antes de nosotros sembró las bases para esto», contestó Mahomes, que se permitió elogiar a Jalen: «Es un tipo que está siguiendo el camino correcto, lo mejor de él es su forma de trabajar».
Pero, al igual que Mahomes, Hurts sufrió una lesión –en este caso en el hombro– hace apenas unas semanas que le impidió jugar dos partidos en la temporada regular. Las amplias victorias de Eagles en postemporada le han permitido a Jalen recuperarse sin necesidad de poner el físico en la línea. Sin embargo, sus números reflejan su poco protagonismo hasta ahora en playoffs: aunque suma dos anotaciones, acumula apenas 275 yardas por aire y dos pases de touchdown.
“Sé que he tenido que pasar por muchas cosas personalmente, pero no quiero apartarme de de lo bueno que ha sido este equipo por ser unido, exigiéndose todos», expresó Hurts tras acceder al Super Bowl, en donde buscará igualar a su antecesor en el puesto, Nick Foles, quien se coronó en 2018 ante los Patriots.
“Cuando pasamos por momentos dolorosos y momentos difíciles, siempre encontramos la manera de superarlos. Uno aspira a una situación como esta. Tenemos la oportunidad de salir y ganarlo todo, así que queremos prepararnos para hacerlo. (…) Sólo dios sabe las cosas que cada individuo en este equipo ha podido superar para unirnos como equipo y hacer algo especial como grupo. No quiero defraudar al que está a mi lado. Eso hace que todos tengamos que dar un mayor esfuerzo», explicó.
LA HERENCIA AFROAMERICANA
Fritz Pollard se convirtió en el primer quarterback afroamericano en competir en la liga en 1923, en plena efervescencia de las leyes de Jim Crow –que limitaban sus derechos y además conservaban la segregación racial–en el Sur de Estados Unidos. Tendrían que pasar 65 años para que Doug Williams fuera el primer titular en ganar un Super Bowl en 1988.
La NFL, como el país, ha cambiado. En la temporada actual, 11 mariscales de campo afroamericanos iniciaron como titulares en la primera semana de la temporada regular. Dos llegaron al Super Bowl.
Mahomes o Hurts se unirá, contra todo deseo, a una lista infausta: la de los quarterbacks afroamericanos que iniciaron un Super Bowl como titulares y perdieron el título. Uno de ellos se sumará la noche del domingo a Steve McNair, Colin Kaepernick, Cam Newton y Russell Wilson.
La semana del #SBLVII arrancó con todo y ya estamos un día más cerca de este partidazo🏈🤩
¿Quién se llevará el preciado trofeo Vince Lombardi?🤔#NFLMX | #SBOpeningNight | #FlyEaglesFly | #ChiefsKingdom pic.twitter.com/86m6Y2eZDm
— NFL México (@nflmx) February 7, 2023
Ni Hurts ni Mahomes celebraron excesivamente sus victorias en los campeonatos de conferencia hace dos semanas. Ambos saben que el objetivo principal está pendiente. Una victoria más los pondrá un peldaño por encima de casi todos, en un grupo selecto. Lo único cierto por ahora es que el ganador del Super Bowl LVII será un quarterback afroamericano.
UN DUELO EN LAS ALTURAS
Luego de una década, los dos mejores equipos de la temporada regular se consagraron en los playoffs, por lo que el juego del domingo será el mejor posible de la liga, según las estadísticas: ambos ganaron 14 partidos.
Sin embargo, en el último de los seis antecedentes de los mejores en la final del Super Bowl, en 2013, no es el mejor augurio para el domingo: los Seahawks de Seattle derrotaron 43-8 a los Broncos de Denver en un duelo donde el equipo Malcolm Smith barrió desde el primer cuarto a los favoritos en las apuestas.
El Super Bowl LVII tendrá otra característica que lo hace inédito: los hermanos Kelce serán los primeros en enfrentarse en la final definitiva en toda la historia. Tanto el center de Eagles, Jason Kelce de 35 años, así como Travis, el ala cerrada de los Chiefs de 33 años, llegan a su segundo partido de este tipo en sus carreras: uno de ellos tendrá al menos un título más que el otro.
El partido también marcará el duelo personal de Andy Reid ante Eagles, su exequipo. El originario de Los Ángeles llevó al equipo de Filadelfia al Super Bowl XXIX en 2005, donde fueron vencidos por los Patriots, la franquicia más exitosa del Siglo XXI.
Y, mientras todo esto ocurre, el medio tiempo estará iluminado por Rihanna, en el regreso de una de las artistas y cantantes más populares del mundo, que publicó su último disco en 2016 y se presentó por última vez en la entrega de los Grammys en 2018. La originaria de Barbados actuó en la película Ocean’s 8, presentó su línea de lencería y se convirtió en mamá desde entonces.
«Ri-Ri» confesó que, en 2019, había rechazado aparecer en el entretiempo del Super Bowl, justamente en los años donde se discutía la brutalidad policía contra los afroamericanos y otras minorías, un debate que protagonizó la NFL cuando el mariscal Colin Kaepernick comenzó a arrodillarse durante el himno estadounidense, un gesto que recibió aplausos y respaldo pero también fuertes críticas.
–Con información de AP.