Desde el penal de Barbadillo, Pedro Castillo habló sobre las amenazas que han recibido él y su familia, el día de su arresto, la influencia de la derecha peruana sobre la actual Presidenta Dina Boluarte y las insurrecciones en las calles para exigir la denuncia de la actual mandataria.
Ciudad de México, 7 de febrero (SinEmbargo).- El expresidente de Perú, Pedro Castillo, denunció en una entrevista para el diario El Salto que ha habido una campaña de «persecución política» basada en racismo, clasismo y desigualdad desde su segunda elección.
En la entrevista concedida al medio español desde el penal de Barbadillo, Castillo señaló a la derecha peruana que, gracias a la persecución a la que él y su familia fueron objeto, acontecientos acciones que incitaban «al odio y al racismo».
«He recibido amenazas de muerte de números desconocidos. Mis hijos y esposa también. […] Me han querido herir, yo diría que hasta asesinar. Por ejemplo, en Tacna sufrí una situación en la que varias personas de extrema derecha me golpearon con pernos y fierros, fui herido pero no denuncié» , comentó.
El que fue Presidente de Perú hasta diciembre del año pasado también señaló directamente al empresaio de extrema derecha y Alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, por presuntamente usar frases como «muerte a Castillo» en sus mitines.
Asimismo, denunció actos de racismo y acoso contra sus hijos y su esposa, con actos como negarle la inscripción a colegios al enterarse de quién es hijo uno de ellos, gritos en la calle como «es hija del burro»; así como constantes burlas por el acento y vestimenta que portaban, principalmente su esposa.
Pedro Castillo relató que, luego de que diera el mensaje en el que planteaba la disolución del Congreso, fue a dejar a su familia a la Embajada de México para proceder con el proceso de asilo para ellos, afirmando así que no planeaba escapar del país.
«Yo iba a regresar. Quería poner a salvo a mi familia, […] estábamos en el camino cuando la misma policía nos detiene. Una situación sumamente ilegal porque yo seguía siendo el Presidente», dijo.
Durante el proceso de su arresto, Castillo aseguró que la Fiscal en ningún momento estuvo presente durante la detención y que tampoco hubo proceso legal «como peruano con derechos y menos como Presidente».
Castillo nuevamente señaló a la derecha peruana y a la prensa de dicho país por construir un discurso que llegaba a que el entonces Presidente cometió un «autogolpe», añadiendo además que es una «víctima de un complot».
«[La derecha peruana] sirve a intereses de la derecha internacional, los grupos neoliberales e imperialistas. Tienen y han usado toda su maquinaria de poder económico y político […] Me ven como un monstruo, eso es lo que la prensa internacional ha construido como relato».
Sobre todo, apuntó a la «oligarquía extractivista, neoliberal y capitalista» por hacer la campaña contra Castillo, pues confesó en la entrevista que estaba por revisar «todos los contratos de las empresas mineras»; además de señalar a la prensa por emplear los recursos anteriormente usados para pagarles en educación. «Por eso la prensa me atacó y lo sigue haciendo».
De igual forma, culpó al Congreso por no permitirle gobernar, ya que había enviado cerca de 76 proyectos de Ley que le fueron negados, como la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el impulso de una línea aérea nacional; así como la creación de tres aeropuertos.
Sobre Dina Boluarte, Vicepresidenta durante la segunda gestión de Castillo y actual Presidenta, la calificó como una mujer «calculadora, ambiciosa» y «sumamente racista y clasista».
«Ella se colgó de la lucha. […] Se aferró a ser Ministra del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, nunca quiso soltarlo. Tuvimos muchas peleas por eso. Lloraba para no ser removida del cargo», añadió, apuntando además, que Boluarte es una política que trabaja con el fujimorismo.
Con respecto a la violencia política suscitada a raíz de las manifestaciones en contra de la actual Presidenta, Castillo opinó que el paso primordial para que esto termine es el cambio de la Constitución «en el plazo que sea necesario», destacando la importancia del mensaje que dio el pasado 7 de diciembre y que fue el detonante de su destitución.
«El racismo histórico que ha vivido y sigue viviendo el Perú, así como el clasismo y la desigualdad social y económica es la razón por la que hoy se vive una masacre y múltiples violaciones a derechos en el Perú», sentenció.
«Están matando a mis compatriotas. Hermanos con quien recorrí el Perú, Arequipa, Cusco, Ayacucho. Sí, creo que el Perú vive terrorismo de Estado por este Gobierno y sí es una dictadura».
Por su lado, también aseguró que dicha oleada de violencia continuará si se mantiene «esta dictadura», nombrando a Boluarte como un «juguete de la derecha» y que «se vende al mejor postor», siendo ahora la derecha: «la derecha más rancia y más sucia».
PEDRO CASTILLO: LAS CAUSAS DE SU DESTITUCIÓN
A finales de 2022, el entonces Presidente peruano Pedro Castillo llamó a las instituciones peruanas “a la más amplia unidad” y negó la posibilidad de disolver el Congreso ante el riesgo de que los legisladores alcanzaran los votos necesarios para destituirlo.
Sin embargo, días después dio marcha atrás, cerró el Parlamento siguiendo los pasos de al menos un par de sus predecesores y el Legislativo igualmente declaró su vacancia poco después. Posteriormente su Vicepresidenta, Dina Boluarte, fue nombrada Presidenta de Perú.
Castillo fue el primer Presidente investigado en funciones y éste fue el tercer intento de la oposición para removerlo “por incapacidad moral permanente” desde el inicio de su Gobierno.
Castillo tiene cinco investigaciones en su contra, cuatro por presunta corrupción y otra por un presunto plagio realizado en su tesis de maestría hace una década.
La Fiscalía argumenta que el ahora exmandatario aprovechó su posición de poder para beneficiarse económicamente junto a un grupo de familiares, funcionarios y amigos. Él rechaza todas las acusaciones.
Pedro Castillo fue aprehendido el 7 de diciembre y se ha mantenido encarcelado desde entonces.
Días después de su arresto, el expresidente peruano escribió una carta publicada por el congresista Guillermo Bermejo, donde acusó a la Fiscalía, al Congreso y a la actual Presidenta, Dina Boluarte, de dirigir un “plan maquiavélico” en su contra.
En la misiva, Castillo manifestó que varias personas le “obligaron a sacarse una muestra” de sangre este viernes y que lo han vuelto hacer en la jornada del sábado.
“En la tarde de ayer un grupo de médicos camuflados y una Fiscal sin rostro me obligaron a sacarme una muestra sin mi consentimiento, igualmente el día de hoy, volvieron con lo mismo por haberme negado, por seguridad y mi integridad”, ha denunciado en el texto.
MÉXICO RECIBE A FAMILIA DE CASTILLO
El Gobierno mexicano fue uno de los países que aceptó en concederle asilo político a Pedro Castillo y su familia; sin embargo, éstos últimos fueron los únicos que pudieron llegar.
“Me acaba de llegar esta información que transmito. El Embajador Pablo Monroy; Lilia Paredes, su esposa [de Pedro Castillo]; Arnold y Alondra Castillo, sus hijos, arribaron al Aeropuerto de la Ciudad de México a las 7 de la mañana con 51 minutos procedentes de Lima, Perú. Bienvenido Pablo Monroy, Embajador patriota”, informó en un primer momento López Obrador en su rueda de prensa.
En nombre del @GobiernoMX recibí en nuestro país a la familia Castillo, protegida por la figura del asilo político.
Fieles a nuestra tradición diplomática y orgullo de la política exterior mexicana que sigue salvando vidas en América Latina. pic.twitter.com/GOqbmnsFgK— Martín Borrego Llorente (@mborregol) December 21, 2022
Sin embargo, después aclaró que el primer reporte decía que ya estaba el Embajador en México, pero que no era así. “No, es la familia de Pedro Castillo la que se encuentra ya en la Ciudad de México, que estaba en la Embajada y que ya se le otorgó asilo. Y el Embajador Pablo Monroy continúa en Lima, pero sí queremos que se regrese lo más pronto posible, tiene 72 horas [para salir del país]”, corrigió.
El primero en confirmar la llegada de la familia de Pedro Castillo fue Martín Borrego Llorente, Director General para América del Sur en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), quien compartió una fotografía del momento en que le dio la bienvenida.
PERÚ EXPULSA A EMBAJADOR MEXICANO
Dentro del marco del conflicto que enfrenta Perú, así como su tensa relación diplomática con México, también tiene que ver con la determinación del Gobierno de Dina Boluarte por expulsar a Pablo Monroy.
Perú decidió expulsar al representante diplomático mexicano en su país por los comentarios de López Obrador en los que acusó al congreso peruano de un “golpe blando” contra Pedro Castillo, criticó que se pusieran “muy respetuosos de la legalidad” y arremetió contra el nuevo Gobierno de Dina Boluarte como represor ante las protestas, palabras que Lima consideró intromisión en asuntos internos.
Pese a la llamada de atención diplomática, el Presidente mantuvo el tono de los comentarios, pero la Secretaría de Relaciones Exteriores optó por no romper relaciones, según dijo el propio mandatario.
El Presidente subrayó en conferencia de prensa, ya con Monroy presente, que era “un timbre de orgullo que se declare a nuestro embajador persona non grata por estar cumpliendo la misión de salvar vidas y de hacer valer… lo mejor de nuestra política exterior… el derecho de asilo”.
Monroy, por su parte, enfatizó que actuó con apego a la legislación mexicana, la peruana y el derecho internacional, apostando por el diálogo y manifestando “preocupaciones legítimas” de forma respetuosa porque, según indicó, hay dudas sobre si se siguieron las normas al detener a Castillo, que tenía fuero presidencial.
— Con información de Europa Press y AP