De acuerdo con expertos, la Policía en Estados Unidos ha matado en promedio a tres personas diarias desde el 2020, por lo que se considera que los esfuerzos para reformar la Policía no han frenado la epidemia de brutalidad.
Por Aaron Morrison, Claudia Lauer y Adrian Sainz
Memphis, Tennessee, EU, 29 de enero (AP) — Un hombre negro desarmado muere después de que policías le dieran una golpiza que quedó grabada en video. Los oficiales involucrados son despedidos y después de una revisión exhaustiva de las pruebas, les presentan cargos.
Esto es más o menos lo que pueden esperar los ciudadanos negros en Estados Unidos. En todo el país, la Policía en promedio ha matado a unas tres personas por día de manera constante desde 2020, según expertos que dan seguimiento a estos casos.
El encuentro fatal de Tyre Nichols con policías en Memphis, Tennessee, grabado en un video hecho público el viernes por la noche, es un claro recordatorio de que los esfuerzos para reformar la Policía no han frenado la epidemia de brutalidad.
Hace casi 32 años, la brutal golpiza a Rodney King en Los Ángeles provocó un sincero llamado a un cambio en las fuerzas policiales. Pero el caso se sigue repitiendo, puntuado por las muertes de Amadou Diallo en Nueva York, Oscar Grant en Oakland, Michael Brown en Ferguson y muchos otros.
El asesinato de George Floyd en Minneapolis en 2020 fue tan angustioso que convocó un ajuste de cuentas nacional que incluyó una legislación federal en su nombre y muestras de solidaridad por parte de empresas y ligas deportivas.
“Necesitamos seguridad pública, ¿verdad? Necesitamos la aplicación de la ley para combatir el crimen generalizado”, dijo Jason Turner, pastor principal de la Iglesia Cristiana Mississippi Boulevard, en Memphis. “Además, no queremos que las personas que han jurado protegernos y servirnos nos maltraten por una simple parada de tráfico o cualquier delito”.
Los cinco policías negros fueron despedidos y acusados de asesinato y otros delitos por la muerte el 10 de enero de Nichols, un patinador de 29 años, empleado de FedEx y padre de un niño de 4 años.
Autoridades, desde jefes policiales locales hasta la Casa Blanca, dijeron que el asesinato de Nichols apunta a la necesidad de reformas más audaces que van más allá de simplemente diversificar los rangos y alentar a los ciudadanos a presentar denuncias.
El Presidente Joe Biden se unió a los líderes nacionales de derechos civiles en llamados a la acción similares.
“Para generar un cambio real, debemos rendir cuentas cuando los agentes del orden violan sus juramentos”, dijo el Presidente.