Tarifas abusivas, acoso sexual y robos son algunas de las experiencias que habitantes de Cancún han enfrentado al trasladarse en taxis en este sitio turístico y que el Sindicato «Andrés Quintana Roo» –detrás de las protestas contra Uber– ha ignorado.
Ciudad de México, 25 de enero (SinEmbargo).– En Cancún, uno de los principales destinos turísticos de México, los habitantes acusan cobros excesivos sin taxímetro, acoso sexual y asaltos por parte de los taxistas locales, una «mafia» cuyo sindicato protagonizó estos días bloqueos y agresiones contra turistas y choferes de Uber por la reinstalación del servicio de la plataforma en el municipio de Quintana Roo. Ante la Fiscalía estatal, hay más de 500 denuncias contra ellos por agresiones a conductores de esta aplicación.
«Cobran lo que quieren e insultan al usuario», dijo en entrevista Frank, un cancunense que decidió compartir entre sus contactos de WhatsApp una convocatoria para no usar taxis este viernes 27 de enero para protestar por su mal servicio. «La tarifa normal es de 50 pesos en el servicio que tienen indicado, pero han cobrado en un trayecto de 90 a 100 pesos».
Por su parte, Águeda Esperilla Soto, vocera de los conductores de Uber en Cancún, afirmó que en la Fiscalía hay más de 500 denuncias por las agresiones, pero no han avanzado las indagatorias porque «hay toda una complicidad entre las autoridades». La trabajadora también dijo, en entrevista con Milenio Televisión, que el Sindicato «Andrés Quintana Roo» cobra de 200 a 500 pesos a los ocho mil taxistas de Cancún por trabajar en la zona.
En 2016 este servicio alternativo llegó a la entidad, el Sindicato «Andrés Quintana Roo» se opuso y el Gobierno estatal de Carlos Joaquín González requirió a la plataforma obtener la concesión para operar. En 2019, Uber solicitó un amparo contra ello y, hasta este 12 de enero, el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito resolvió –en una sesión por videollamada ante el bloqueo de los taxistas en la sede– que no requiere ser regulado por la autoridad local al no ser considerado como un transporte público.
Aunque por el momento la tarifa de Uber en Cancún es alta, dijo Frank, está de acuerdo con su regreso por «la comodidad, el servicio seguro al lugar donde se indica y se tiene un registro del conductor, placas y seguro del viajero».
Este tipo de aplicaciones de transporte privado como Uber, Didi y Cabify también se han visto envueltas en escándalos de violencia de género y altas tarifas a nivel nacional. SinEmbargo pidió una entrevista con el líder del Sindicato de Taxistas de Cancún, Heriberto Núñez Cauich, y con la Alcaldesa de Benito Juárez, Ana Patricia Peralta, pero no hubo respuesta al cierre de esta edición.
Durante las protestas, Núñez Cauich ha aclarado que no están en contra de la entrada de Uber, pero piden que sea una «competencia leal» con una concesión y que pague impuestos.
Estoy segura de que el camino que nos va a beneficiar a todas y todos es el de la ley, el diálogo y La Paz.#CancúnNosUne pic.twitter.com/hXtWkSEc3f
— Ana Patricia Peralta (@anapatyp) January 23, 2023
ACOSO SEXUAL Y ROBOS
Tras el bloqueo de miembros del Sindicato de Taxistas al acceso hacia la zona hotelera y al aeropuerto, y ante la serie de agresiones a conductores de Uber en Cancún, la Embajada de Estados Unidos emitió una alerta de seguridad a sus cociudadanos, acción que este miércoles el Presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de exageración.
Por su parte, la Alcaldesa de Benito Juárez (Cancún), Ana Patricia Peralta, llamó a los taxistas a dejar a un lado las «confrontaciones». Aunque reconoció al gremio como «pieza fundamental» para la atención al turismo, también dijo que es tiempo de innovar y advirtió que no permitirá que la imagen del destino y la seguridad sea vulnerada «por algunos cuantos».
Pero la seguridad de los cancunenses no ha estado en riesgo solo en estos días de protestas, de acuerdo con varios testimonios de usuarios de taxis del municipio que, aunque han denunciado acoso sexual y robo ante el Sindicato «Andrés Quintana Roo», su dirigencia no ha sancionado a los señalados.
Cuando Zaj tenía 19 años, el chofer del taxi en el que viajaba se masturbó mientras le platicaba sobre sus gustos sexuales. «La denuncia en el Sindicado no procedió porque como el taxi lo trabajaban dos y no me sabía el nombre [del chofer], pues no podían hacer nada», compartió.
Y años después, también un conductor la asaltó. «Paró una esquina después de donde hice la parada y subió a un tipo. Me llevaron a una calle donde era puro monte, sacaron un cuchillo, les di todo y me bajaron y después aventaron mi bolso… Por suerte no pasó a mayores», platicó.
A Yolanda un taxista le tocó las piernas durante el viaje por lo que ahora evita usarlos. «Venía sentada en la parte de atrás y [él] no me quería bajar; sentí que moría. De ahora en adelante, si tengo que salir, solo en mi carro o en los camiones, combi; no importa, menos taxi», lamentó.
Hernán, habitante de Cancún, expuso que un taxista le robó el celular que aún estaba terminando de pagar y también la billetera. «Nos asaltaron a mí y a mi pareja quitándonos celulares y billeteras, nos quitaron todo y nos abandonó quién sabe dónde. Fuimos al Sindicato con el número de placas y el número de taxi, y no hicieron nada», afirmó.
Por su parte, Carlos Alberto narró que un taxista de Cancún se quedó con el cambio de un billete de 500 pesos, una parte de su quincena recién cobrada. «Llegué a mi destino, le pagué con un billete de 500 pesos, el taxista hizo como que buscaba cambio y, cuando me bajé y me acerqué para recibirlo, me dijo: ‘ahí te ves’ y se dio a la fuga», evocó.