El director general del STC Metro destacó que los trabajos de rehabilitación y reforzamiento se han hecho en estricto apego y cumplimiento de los lineamientos, especificaciones y proyectos que estableció el comité técnico asesor formado por técnicos de más alto nivel en los aspectos de estructuras, vías y sistemas ferroviarios.
Ciudad de México, 15 de enero (SinEmbargo).- El Gobierno de la Ciudad de México reabrió este domingo el tramo subterráneo de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro que va de Mixcoac a Atlalilco, luego de que permaneciera cerrado por el desplome en el tramo elevado ocurrido el 3 de mayo de 2021, el cual dejó 26 muertos.
Mediante una conferencia de prensa, el director general del Metro, Guillermo Calderón, detalló que como parte de los trabajos de rehabilitación y reforzamiento, la empresa Egis realizó el diagnóstico, evaluación del tramo, el proyecto ejecutivo, la verificación, así como la puesta en marcha. Mientras que la constructora TSO elaboró el mejoramiento de la subbase, la renovación del balasto y la colocación de vías con nuevos materiales.
Además, mencionó que el tramo subterráneo, integrado por nueve estaciones y una extensión de 11.8 kilómetros, cuenta con un túnel con una estructura segura ante sismos y movimientos del sueño, el cual, dijo, fue revisado "bajo los protocolos más estrictos" por el Colegio de Ingenieros Civiles de México y por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México.
El funcionario explicó que la obra fundamental de la rehabilitación y reforzamiento tuvo que ver con el mejoramiento de siete curvas cerradas, las cuales requirieron de materiales de mayor dureza y mejoramiento de su alineación.
Señaló que también se hizo una revisión integral de todos los sistemas de cárcamos y drenajes, se construyeron cinco nuevos cárcamos, los cuales fueron equipados con sistemas de bombeo, mientras que 10 de los cárcamos ya existentes fueron reforzados.
Asimismo, el director general del Metro indicó que se eliminaron 200 zonas con filtraciones de agua, así como el ingreso de agua por salidas de emergencia y rejillas que afectaba las condiciones de la vía, el balasto y su subbase.
Guillermo Calderón precisó que los tramos intervenidos son los que van de la estación Zapata a Parque de los Venados, de Parque de los Venados a Eje Central, y de Mexicaltzingo a Atlalilco. "Ahí se encuentran estas siete curvas de radios cerrados que fueron reforzadas. Adicionalmente, se hizo la revisión y mejoramiento de la subbase en muchos otros puntos", añadió.
El objetivo de mejoramiento de dichas curvas, agregó, fue para tener una mejor estabilidad de la vía para la operación del tren, contar con una mayor seguridad y la reducción de costos de mantenimiento.
El funcionario explicó que la intervención de las siete curvas incluyó el mejoramiento de su subbase, donde había humedad excesiva; la construcción de una losa de concreto con el doble propósito de que fuera impermeable y que tuviera mayor estabilidad; la sustitución de 22 mil metros cúbicos de balasto; el cambio de todos los durmientes y de 17 mil 400 metros de riel.
En cuanto a los trenes, informó que éstos se sometieron a revisión y análisis para la evaluación y seguridad de la operación, se hicieron simulaciones en marcha de trenes, se equiparon y se instrumentaron para revisar su operación.
"Se cuenta con la acreditación suficiente para la seguridad de la operación y garantizar el cumplimiento adecuado y correcto de los trenes en todo el momento, es decir, tenemos la certificación de seguridad de operación. Estas son muestras de las pruebas que hicimos de los trenes".
Guillermo Calderón estimó que para la reapertura de este tramo subterráneo de la Línea 12 del Metro habrá una afluencia de 175 mil pasajeros por día, con la operación de 13 trenes, un tiempo de 20 minutos en el recorrido y 13 minutos con 15 segundos en el intervalo de estaciones para el paso de los trenes.
#TarjetaInformativa pic.twitter.com/K2W2FVq4zQ
— MetroCDMX (@MetroCDMX) January 15, 2023
Por su parte, el Secretario de Movilidad de la Ciudad de México, Andrés Lajous, dio a conocer que el servicio de apoyo por parte de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) y del Metrobús continuará a partir de la estación Atlalilco hacia Tláhuac y de Constitución de 1917 a Tláhuac.
LA LÍNEA 12 Y SUS PROBLEMAS
La también llamada "Línea Dorada", que costó mil 300 millones de dólares y es la sección más nueva de una amplia red de tren subterráneo inaugurada en 1969, registró problemas desde el principio: costó 50 por ciento más de lo previsto, sufrió repetidas demoras en su construcción y se vio afectada por acusaciones de fallas de diseño, corrupción y conflictos de interés.
El escándalo por el cierre forzado de la línea en 2014 —tan sólo 17 meses después de su inauguración— prácticamente mandó a Marcelo Ebrard Casaubón al exilio político. Fue rescatado por su jefe, el ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lo había ayudado a ser Jefe de Gobierno en 2006 y lo resucitó políticamente al nombrarlo Canciller de México en 2018.
A pesar del escándalo del Metro, a Ebrard le fueron encargadas las gestiones de México para obtener vacunas contra la COVID-19, y solía ser considerado uno de los principales contendientes para reemplazar a López Obrador en 2024.
Eso fue hasta el accidente del 3 de mayo, en el que un tramo de la Línea 12 se desplomó junto con dos vagones con pasajeros.
Los expertos dicen que la línea tuvo problemas de diseño desde el principio. Curvas inusualmente cerradas en la ruta exacerbaron los problemas con el diseño de la vía.
Los vagones del Metro golpeteaban y brincaban, y las vías comenzaron a ondularse. Los conductores tenían que disminuir la velocidad a tan sólo cinco km/h (tres mph) en algunos tramos. En 2014, la Línea 12 tuvo que ser cerrada durante meses para que las vías fueran reemplazadas o enderezadas.
El tren subterráneo de la Ciudad de México, que da servicio a 4.6 millones de personas al día, nunca ha tenido lo que más necesita: dinero. Los precios de los boletos se mantienen en el equivalente a 25 centavos de dólar por viaje, una de las tarifas más bajas del mundo, por lo que el sistema nunca ha estado cerca de solventar sus propios costos y depende de enormes subsidios gubernamentales.
