Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue detenido ayer en un operativo por parte de fuerzas federales en Culiacán, Sinaloa.
Ciudad de México, 6 de enero (SinEmbargo).– Un Juez federal decretó prisión preventiva con fines de extradición a Ovidio Guzmán, alias “El Ratón”, y estableció un plazo de 60 días para que Estados Unidos presente la documentación con la cual pretende juzgarlo por un cargo de narcotráfico.
Durante la audiencia, celebrada este 6 de enero, Gregorio Salazar Hernández, Juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez, con sede en el Penal del Altiplano, informó al hijo de “El Chapo” Guzmán los delitos por los cuales es buscado por la justicia estadounidense, entre los cuales se encuentran el presunto tráfico de cocaína y marihuana.
Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue detenido ayer en un operativo por parte de fuerzas federales en Culiacán, Sinaloa, bastión del cártel del mismo nombre, lo que desencadenó fuertes actos de violencia en diversos puntos del estado, el bloqueo de la capital y dejó al menos 18 heridos, indicaron autoridades.
Además, en un acto sin precedentes, los miembros del cártel incluso dispararon a un avión de pasajeros que estaba a punto de despegar del aeropuerto de Culiacán, una ciudad que permanecía en estado de alerta y sumida en el miedo 12 horas después de que comenzó la violencia.
Ovidio, de 32 años y apodado “El Ratón”, dirigía junto a sus hermanos Iván Archivaldo y Alfredo una facción también conocida como “Los Chapitos” que adquirió relevancia tras la detención de El Chapo en 2016.
Guzmán López era poco conocido hasta su intento fallido de captura hace más de tres años, el cual supuso una humillante derrota para las fuerzas armadas mexicanas, porque liberaron al narcotraficante después de que el Cártel de Sinaloa sitiara Culiacán y tomara a militares como rehenes. En está ocasión, las autoridades sólo confirmaron su captura cuando ya estaba en la Ciudad de México, desde donde preveían trasladarlo a una prisión de máxima seguridad.
Ovidio es buscado por las autoridades estadounidenses, que ofrecían una recompensa de cinco millones de dólares, por cargos de distribución de cocaína, metanfetaminas y marihuana de México a ese país desde 2008 a 2018. Según el Departamento de Estado, él y sus hermanos supervisaban aproximadamente 11 laboratorios que producían entre 1.3 y 2.2 toneladas de metanfetamina al mes.
EL OPERATIVO
El Secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Crescencio Sandoval, dio a conocer todos los detalles del operativo para detener a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo", y uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, que dejó al menos 10 militares –incluido un coronel en una agresión–, así como 19 agresores, muertos, y varios detenidos además de "El Ratón".
Sandoval destacó que, a pesar de la respuesta del grupo criminal ante la detención de uno de sus líderes, así como los bloqueos, quema de vehículos y enfrentamientos con autoridades, no hay de "civiles inocentes que hayan perdido la vida".
CPM Sedena Detención Culiacán, 06ene23Sin embargo, el funcionario confirmó que 10 militares perdieron la vida durante la jornada y 35 uniformados más están lesionados. Asimismo, hay 19 agresores fallecidos, 21 detenidos, 17 de ellos junto a Ovidio Guzmán, que iban con él en varios autos en la localidad de Jesús María.
"Se detectó desde hace seis meses las áreas de influencia de Ovidio ‘N’, relacionado con trafico de anfetaminas y fentanilo, es la actividad principal a la que se dedicaba el detenido", dijo Sandoval durante la conferencia de prensa diaria del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Detalló que la influencia de Guzmán López eran sobre todo las zonas al norte y noroeste de Culiacán.
El General aseguró que se tomó como experiencia la detención fallida del capo en octubre de 2019. "Hubo coordinación institucional de los tres niveles, reforzando seguridad, intensificando planes de defensa, adiestramiento, dotando a tropas con mayores medios previendo fuerzas de reacción rápidas en tierra y aire, todo para cumplir con el objetivo con las menores bajas", expresó.
Ovidio viajaba la madrugada del jueves en seis vehículos 45 kilómetros de Culiacán, en Jesús María. "Al estar alejado de la capital permite realizar la operación sin daños a la población", dijo. El grupo se defendió y agredió a las autoridades, que respondieron conforme a lo establecido.
"Los agresores huyen y se introducen en un domicilio en Jesús María, ahí continúa agresión. El personal del Ejército asegura a 18 personas armadas, entre las cuales está la cabeza del Cártel del Pacífico". En esta detención hubo siete militares muertos y nueve heridos.
A partir de entonces, los supuestos integrantes del grupo criminal realizó bloqueos en diferentes puntos y accesos de Culiacán, y luego se extendieron a otras ciudades de Sinaloa. Sin embargo, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) extrajo a Guzmán López y lo envió a Ciudad de México antes de que pudieran rescatarlo. La intención de tomar el aeropuerto fue repelida y neutralizada por las autoridades.
En el proceso, dos aeronaves de la FAM, detalló Sandoval, "tuvieron que realizar aterrizaje de emergencia, pero por pericia de pilotos no hubo afectaciones".
Tras el evento, actúan en Sinaloa tres mil 586 efectivos del Ejército y la Guardia Nacional, "entre los cuales está personal de fuerzas especiales y fusileros paracaidistas con alto grado de adiestramiento militar".
Por la tarde del jueves, Sandoval confirmó el ataque contra personal del 43 Batallón de Infantería en Escuinapa, cuando se dirigía a reforzar la seguridad en Sinaloa, donde el Coronel Juan José Moreno Orzua perdió la vida. También murió un Comandante de Tropa y tres elementos más fueron heridos.
Con respecto a las agresiones, se registraron seis en la zona de Culiacán y localidades aledañas, sobre todo entre las 7:00 y 9:00 horas (tiempo local), cuando el rumor de la detención de Ovidio Guzmán comenzó a circular rápidamente.
Dos aeronaves, una de la FAM y una de línea comercial –Aeroméxico– recibieron agresiones. En total, fueron nueve bloqueos en la capital sinaloense, incluidas varias arterias principales, como boulevares, calzadas y carreteras de ingreso y salida a la ciudad.
EN Mazatlán se presentaron también otros seis bloqueos, todas de carreteras, varias de ellas que conectan con Culiacán y otras ciudades importantes en Sinaloa. En Los Mochis se sumaron tres bloqueos más, dos de autopistas, así como las dos agresiones en Escuinapa donde fallecieron dos elementos militares.
En la lista de aseguramiento, se contabilizaron: cuatro fusiles Barret calibre 50; seis ametralladoras calibre 50 y 7.62; 26 armas largas; dos armas cortas; 111 cargadores abastecidos con cartuchos de diferentes calibres; 595 cartuchos de diferentes calibres; y dos chalecos antibalas.
Además, se aseguraron 13 vehículos y 40 automóviles más quedaron inutilizados. De estos últimos, 26 eran blindados. También se requisaron dos kilogramos de mariguana; 150 gramos de cocaína; y seis bolsas con pastillas de fentanilo.
El titular de Sedena también confirmó que mil elementos más de la Fuerza de Tareas conjunta –GN y Ejército– reforzarán operaciones en Sinaloa. En las afueras del Altiplano, el penal en Almoloya, Estado de México, donde se encuentra Guzmán López, ya hay un fuerte operativo con "dos círculos de seguridad" en el exterior de la prisión de máxima seguridad.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador envió también su solidaridad y apoyo al pueblo de Sinaloa "para que puedan recuperar lo más pronto posible la normalidad. Se está haciendo todo para ese propósito, se actuó de manera responsable para cuidar a la población civil, que no hubieran víctimas inocentes", destacó.
"Afortunadamente se contó con el apoyo del Gobierno del estado, Rubén Rocha, y municipal, y permitió que las cosas no fuesen más difíciles, dramáticas, aún cuando hubo enfrentamientos entre la delincuencia, entre autoridades, con las corporaciones del Ejército, de la Guardia Nacional, de la Guardia Civil, y con los grupos de la delincuencia. Lamentamos mucho la pérdida de vidas, desde luego de quienes perdieron la vida en el cumplimiento de su deber, soldados y miembros de la Guardia y lamentamos todas las pérdidas de vidas", dijo desde Palacio Nacional.
Por su parte, la Secretaria de Seguridad Ciudadana federal, Rosa Icela Rodríguez, reiteró el mensaje de que la actual administración no busca "ganar una guerra". "Venimos a construir la paz", insistió, como ya lo hiciera el jueves durante el primer informe de la detención de Guzmán López.
"En este operativo quedó demostrado el nuevo proceder de México, donde se privilegian los derechos humanos y el bienestar de las familias. Fue un trabajo coordinado donde estrategia e inteligencia permitió cumplir con los objetivos. Nadie está por encima de la ley, ninguna organización criminal es favorecida por el Gobierno, por eso vamos a seguir trabajando en esta línea, seguiremos respetando el debido proceso, que haya cero impunidad, que tengamos claro que el camino frente a la seguridad es cero corrupción y cero complicidad, es la manera de alcanzar la paz", añadió.