Economía

Gigante en la impunidad

Ticketmaster lleva años acumulando quejas y apenas lo sancionan. ¿Qué lo protege?

13/12/2022 - 12:05 am

El concierto de Bad Bunny logró que las prácticas de Ticketmaster estuvieran a la vista de todos: los usuarios afectados documentaron a través de redes sociales cómo la empresa con un simple “no pasa” les negó el acceso al evento por el que pagaron. Hubo lágrimas, intento de portazo y ahora enojo y una exigencia generalizada de ponerle un ultimátum a la empresa, contra la cual se acumulan las quejas en los últimos años.

Ciudad de México, 13 de diciembre (SinEmbargo).- De 2018 a agosto de 2022, las quejas contra la empresa Ticketmaster aumentaron 230 por ciento y en ese periodo, la autoridad solo concretó seis sanciones. Esto es lo que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó en septiembre de este año.

De acuerdo con la solicitud de información 330024522000657 —disponible en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT)—, en esos tres años y medio, la Profeco recibió 442 quejas; 56 en 2018; 40 en 2019; 36 en 2020; 122 en 2021 y 185 de enero a agosto de 2022.

La mayoría, 334, fueron porque la empresa se negó a regresar el dinero de los usuarios, lo que resalta en el periodo de pandemia que fue en el cual se cancelaron todos los eventos masivos y la gente tuvo el derecho a decidir si conservaba o no sus boletos y procedía a solicitar el reembolso.

Otras quejas se interpusieron ante la Profeco por publicidad engañosa, discriminación a personas discapacitadas y cobro de cuotas extraordinarias.

Cientos de personas quedaron fuera del concierto de Bad Bunny en la Ciudad de México el pasado fin de semana. Foto: Ticketmaster

De todas esas quejas hay escasas sanciones. La Profeco explica en dicho documento que para interponer una sanción primero se pasa por una etapa de conciliación y luego se determina la multa con base en el agravio.

El resultado es que en 2018, resultaron procedentes dos sanciones; en 2019 ninguna; en 2020, una; en 2021, dos y en 2022, una. Seis en total en un periodo de cuatro años y medio.

Antes, en 2015, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) inició una investigación contra la empresa por supuestas prácticas monopólicas.

En 2018, tras llegar a un acuerdo que plantea la misma Ley de Competencia, Ticketmaster se comprometió a cambiar sus prácticas y pagó una multa de 1 millón 030 mil 251 pesos.

Así, la investigación se dio por concluida.

Cientos de fanáticos denunciaron a través de redes sociales cómo les negaron el acceso al Estadio Azteca a pesar de que los compraron sus boletos a través de Ticketmaster. Foto: Cuartoscuro.

Con los conciertos de Bad Bunny el pasado fin de semana en la Ciudad de México, las prácticas de Ticketmaster se evidenciaron. Cientos de personas que pagaron hasta 8 mil 450 pesos por una entrada desde el año pasado quedaron fuera del espectáculo.

Varios de los testimonios que se subieron a redes sociales mostraron cómo los encargados de permitir la entrada al Estado Azteca negaban el acceso, arrebataban el boleto a las personas y atendían al siguiente en la fila.

Ticketmaster argumentó una sobredemanda en el evento lo que provocó que circulara una gran cantidad de boletos falsos.

A través de un comunicado, la empresa detalló que colabora con la Profeco para esclarecer lo sucedido el 9 y 10 de diciembre, “como ha sido informado, el viernes se presentó en los accesos al recinto una cantidad sin precedentes de boletos falsos, comprados fuera de nuestros canales oficiales. Esta situación, además de confusión en el personal del control de accesos, generó intermitencia temporal en el sistema de lectura de boletos, lo cual lamentablemente impidió reconocer por algunos momentos la identificación de boletos legítimos”.

Sin embargo, desde antes del concierto de Bad Bunny en México, las prácticas de Ticketmaster ya significaban un problema para quienes pagan un boleto para entrar a un concierto, a un partido de fútbol o cualquier evento que controle dicha empresa.

CONTINÚA RECEPCIÓN DE QUEJAS

No solo son los conciertos, los consumidores de eventos deportivos han padecido también a Ticketmaster. Foto: Fernando Carranza, Cuartoscuro.

Aunque la Profeco ha tomado un papel protagónico en la batalla contra Ticketmaster, su margen de acción es moderado, ya que depende de la voluntad de los afectados para nutrir su demanda colectiva, pero en caso de una victoria, la multa solo atendería a esos afectados y no impactaría en las prácticas futuras de la empresa.

Sin embargo, a través de todos los canales de la Procuraduría, la dependencia ha invitado a la gente a que se sume en caso de haber sido afectada.

También, derivado del concierto de Bad Bunny, el Instituto Federal de Defensoría Pública abrió un correo electrónico para unir a afectados en una demanda colectiva en la que se pide enviar información al correo: [email protected]. Para ello se requiere el nombre del afectado, el lugar de su residencia, sus datos de contacto y la descripción del problema.

El pasado 5 de diciembre, SinEmbargo publicó un texto sobre el reto de enfrentarse a Ticketmaster.  En entrevista, la investigadora Lorena Vázquez Correa, del Instituto Belisario Domínguez, autora del estudio “La venta y reventa de boletos de espectáculos en México” —en donde aborda los problemas de la venta de boletos de espectáculos, la reventa legal en línea, la competencia en el mercado y el marco normativo actual que regula la venta de boletos— explicó que cualquier batalla que se inicie contra Ticketmaster no será sencilla ni rápida.

«En el plano legislativo no se ven condiciones políticas para que prospere esa iniciativa. En términos institucionales, la acción legal de Profeco requiere que las personas se acerquen, inviertan tiempo y recursos para dar pruebas y hay dificultades de que las personas se enteren que hay una acción colectiva […] y tiene una limitante porque solo resarce el daño a los afectados que entraron a proceso de la denuncia, no necesariamente tendrá implicaciones para todas las personas o cambios en la política de Ticketmaster”.

Añadió que la perspectiva no es positiva para los consumidores que quieren encarar a una empresa que tiene año con año miles de millones de pesos de ganancia en el mundo: según el reporte Entertainment and Media Outlook México 2016-2020, en 2016 la industria del entretenimiento y medios en México generó 22.8 mil millones de dólares. Este país es el segundo que más dinero deja en este mercado, sólo por después de Brasil, puede leerse en el estudio.

Ticketmaster opera a través de OCESA, que pertenece a la Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), que tiene presencia en América Latina, Europa y Estados Unidos. Su facturación en 2017 fue de 7 mil 568.9 millones en la línea comercial del entretenimiento y vendió más de cuatro millones de boletos a través de sus principales compañías, detalla el estudio.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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