Movimiento Ciudadano ha optado por apostar por sus propios aspirantes presidenciales. Luis Donaldo Colosio, con apenas experiencia política; y los gobernadores de Nuevo León y Jalisco, Samuel García Sepúlveda y Enrique Alfaro Ramírez, envueltos en la polémica.
– Con información de Romina Gándara y Dulce Olvera
Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).– Movimiento Ciudadano está decidido en contender solo en la elección presidencial de 2024 al reconocer que su alianza con PAN y PRD en 2018 fue un error que no volverá a ocurrir, como admitió su líder máximo Dante Delgado Rannauro, quien además ha expuesto que el partido tiene perfiles competitivos, entre los cuales las distintas mediciones ubican a tres: el Alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, con apenas experiencia política; y los gobernadores de Nuevo León y Jalisco, Samuel García Sepúlveda y Enrique Alfaro Ramírez, ambos enfrascados en disputas políticas en sus respectivos estados.
El lunes pasado, Dante Delgado señaló que pueden ganar la Presidencia “porque somos el único movimiento con una generación de jóvenes haciendo política de altura” y de inmediato enumeró:
“Sólo nosotros tenemos un Enrique Alfaro (Gobernador de Jalisco), un Samuel García (Gobernador de Nuevo León), un Luis Donaldo Colosio (Alcalde Monterrey), un Pablo Lemus (Alcalde de Guadalajara), una Biby Rabelo (Alcaldesa de Campeche), un Salvador Zamora (Alcalde de Tlajomulco), un Jorge Álvarez Máynez (coordinador de los diputados de MC), una Verónica Delgadillo (Senadora), un Juan Zavala (Secretario General de MC), una Mónica Magaña (Coordinadora nacional de los diputados de MC), un Martin Vivanco, una Priscila Franco, un Braulio López Ochoa y a muchos y muchas más”.
También expuso que sólo en el 2018 tuvieron “un retroceso y fue por un error que no volveremos a cometer: porque ahora nuestra alianza será con las y los ciudadanos y no con los partidos de la vieja política”. En efecto, su alianza con el PAN y PRD en ese proceso presidencial le trajo malos números a Movimiento Ciudadano: pasó en 2012 de una votación de dos millones 128 mil 671 votos —de los 15 millones 896 mil 999 que alcanzó López Obrador como candidato presidencial del Movimiento Progresista— a un millón 010 mil 891 votos, en 2018, como aliado de la derecha. Incluso en el proceso intermedio de 2021 —en el que la votación suele ser menor— el partido naranja registró sus mejores números con tres millones 449 mil 982 votos.
Ahora que ha dicho que irá en solitario, las dificultades que enfrenta son otras. Una encuesta publicada por Reforma la semana pasada mostró cómo en Movimiento Ciudadano Luis Donaldo Colosio Riojas es su principal carta con un 37 por ciento de los respaldos para ser el candidato naranja. La brecha es de 29 puntos con Samuel García que está en apenas 8 por ciento y aún mayor con Enrique Alfaro, quien alguna vez lideró las preferencias internas, y hoy tiene apenas un 6 por ciento.
COLOSIO LIDERA CON APENAS EXPERIENCIA
Luis Donaldo Colosio Riojas debutó apenas en 2018 en la política cuando ganó la Diputación local por el Cuarto Distrito en Nuevo León, la cual pertenecía al PAN, y tres años después al conquistar la Alcaldía de Monterrey como abanderado de Movimiento Ciudadano. Es decir, apenas si tiene experiencia, lo cual ha llevado a que distintos observadores expliquen sus altos números por su nombre, el mismo que el de su padre: Luis Donaldo Colosio Murrieta, el excandidato presidencial del PRI asesinado en plena campaña presidencial de 1994.
El propio Luis Donaldo ha reconocido el peso de su nombre. Más joven optó por tomar un camino diferente como cantante, un sueño que tuvo un duro revés cuando en 2007 fue eliminado en los primeros filtros del programa American Idol Latino. Lo cierto es que su origen ha despertado desde siempre el interés de todos los partidos. El PAN, el PRI y hasta Morena buscaron que su debut se diera bajo sus colores, según ha señalado él mismo.
“Me ofrecieron ser Diputado plurinominal (en el PRI) cuando tenía 21 años. Se me hizo una oferta completamente irresponsable y ligada 100 por ciento a un morbo político asociado con mi nombre”, dijo Colosio en diciembre pasado a la periodista Almudena Barragán en una entrevista publicada en El País. “Yo sabía por qué me lo estaban ofreciendo y por eso, decliné”.
Al final, Colosio Riojas se decantó por Movimiento Ciudadano, partido que lo ha abanderado en las dos elecciones en las que ha competido, y el cual no lo descarta para el proceso presidencial ante los números que ha arrojado en las encuestas de cara a esta elección que lo colocan como la mejor opción del partido naranja y como una de las mejores cartas del bloque opositor Va por México.
LOS CONFLICTOS DE SAMUEL Y ALFARO
Los otros dos aspirantes de MC, sus gobernadores, enfrentan a su vez conflictos políticos en sus entidades. Samuel García Sepúlveda es acusado de condicionar a los alcaldes del PRI y PAN con los recursos que se destinan a los municipios para que se cambien a Movimiento Ciudadano y si no aceptan, según las mismas acusaciones, les embarga las cuentas públicas o les embarga los recursos que por ley envía la federación para el gasto público.
Mientras que Enrique Alfaro mantiene una disputa con el grupo de Raúl Padilla, exrector de la UdeG que creció desde agosto de 2021, cuando el Gobernador anunció la reasignación de 140 millones de pesos del presupuesto de la universidad destinados a la construcción de un Museo de Ciencias Ambientales al Hospital Civil de Tonalá, que también es de la UdeG.
El Gobernador de Nuevo León, Samuel García, de igual manera está enfrascado en una fuerte disputa política de poderes en las que incluso hay un proceso de desafuero de su Secretario de Gobierno y en donde es acusado del uso faccioso de su poder.
Activistas civiles acusaron al mandatario de hacer un uso faccioso de su poder al no querer publicar las leyes que el Congreso de Nuevo León aprueba, además también es señalado de «extorsionar» a Alcaldes, al presuntamente embargarles cuentas públicas a quienes no han aceptado cambiarse a Movimiento Ciudadano.
Juan Manuel Ramos, director de Redes Quinto Poder, explicó que la disputa que enfrenta Samuel García con el Congreso Local es debido a que integrantes de los partidos Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI) lo acusan de robarse a diputados de esa alianza.
“Los (panistas) lo tomaron como una agresión y ahí empezaron a subir los humos. Un día se calmaron porque Samuel cedió para el tema de la nueva Constitución, es decir, un conjunto de reformas, pero luego se presentó que Adrián de la Garza, ex alcalde de Monterrey, se suscribió para ser el Fiscal, no quedó y desde ahí se rompió todo”.
Movimiento Ciudadano llegó al Gobierno sin una importante representación en el Congreso del Estado de Nuevo León. En las pasadas elecciones el PAN, donde fue en alianza con el PRI y PRD, obtuvo 22 escaños: 12 de la alianza y 10 logrados por Acción Nacional por sí solo.
En tanto, el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que Samuel García «es víctima de una embestida en el proceso para elegir al nuevo Fiscal General de Justicia del estado».
Yo quiero manifestar aquí mi apoyo al Gobernador de Nuevo Léon Samuel García Sepúlveda, mi solidaridad porque está enfrentando una embestida que considero es de tinte partidista y no tiene que ver nada con la justicia”, expresó el Presidente al finalizar su discurso durante la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública a la que acudieron integrantes del Gabinete y 30 de los 32 gobernadores.
En Jalisco, en tanto, todo inició el 7 de agosto de 2021, cuando el Gobernador Alfaro anunció la reasignación de 140 millones de pesos, del presupuesto de la UdeG destinados a la construcción de ese museo, al Hospital Civil de Tonalá, una promesa de campaña que lleva un 40 por ciento de avance. Al considerarlo una violación a su autonomía, la UdeG promovió una controversia ante la Suprema Corte para exigir que ese dinero sea reintegrado para la obra que promueve Padilla y lleva un 80 por ciento de avance.
El Rector Ricardo Villanueva y la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) —fundada por Raúl Padilla en 1991— han realizado desde entonces caminatas para exigir que el Gobierno estatal respete el presupuesto universitario, entre ellas, la protesta del pasado 26 de mayo calificada por el Rector como “la marcha universitaria más grande la historia” de Jalisco, con la participación de 100 mil estudiantes en la capital tapatía de los 300 mil que conforman a la comunidad estudiantil, y más recientemente la del 23 de noviembre pasado.
Cuando Enrique Alfaro ganó la Alcaldía de Guadalajara en 2015 con Movimiento Ciudadano –la antesala para la gubernatura–, había cercanía entre la UdeG y el Gobierno local al grado de que un exrector de la UdeG, I. Tonatiúh Bravo Padilla, era el coordinador de los diputados federales del partido naranja. Actualmente es regidor plurinominal en Guadalajara por Hagamos, el partido de Padilla.
Incluso el Presidente Andrés Manuel López Obrador señaló su cercanía en noviembre de 2020. “Él [Alfaro] pertenece a este bloque de conservadores, él se lleva muy bien con el líder de la Universidad de Guadalajara, un líder histórico, Padilla”, dijo. Pero la relación entre Padilla y Alfaro comenzó a romperse cuando el actual Rector Ricardo Villanueva le exigió justicia por el asesinato de tres jóvenes —Luis Ángel, Ana Karen y José Alberto González Moreno— en la capital de Jalisco.