Sofá

Héctor Bonilla: Proyectos de 60 años de carrera en teatro, cine, televisión y doblaje

26/11/2022 - 11:34 am

El actor confirmó en 2019 que luchaba contra un cáncer de riñón, el mismo año en el que fue galardonado con el Ariel de Oro.

Ciudad de México, 26 de noviembre (SinEmbargo).- La tarde del viernes desde la cuenta de la Secretaría de Cultura federal se confirmó el fallecimiento del icónico actor mexicano Héctor Bonilla, quien deja gran huella en las artes y entretenimiento del país.

Con 83 años Bonilla falleció, de acuerdo a la dependencia federal, resaltando que fue egresado de la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes y era considerado por muchos como uno de los mejores actores de México.

“Murió en casa, en paz, sin dolor y rodeado por su círculo más íntimo, que lo acompañó hasta el final”, se lee en un comunicado dado a conocer por su hijo Fernando Bonilla, quien señala que su padre falleció después de cuatro años de lucha contra el cáncer.

Fue a través de redes sociales donde su hijo Fernando confirmó la muerte y externó su dolor ante la pérdida: “Por medio de la presente informamos que hoy, 25 de noviembre de 2022, después de cuatro años de lucha contra el cáncer, murió nuestro amado esposo, padre, abuelo, compañero, y ejemplo de vida: Héctor Bonilla”, se lee.

El director dijo que el famoso falleció en su casa en tranquilidad y rodeado de sus seres queridos. “Somos conscientes de que Héctor dejó un legado inconmensurable y muchísimos corazones lamentarán su pérdida”, agregó.

El instituto Nacional de Bellas Artes escribió: “Héctor Bonilla deja un imprescindible legado a las artes escénicas de México. Su talento lo consolidó como primer actor, director y escritor de gran compromiso social y político”, junto a una fotografía del desaparecido.

COMIENZOS

El actor tenía tan sólo 15 años cuando obtuvo su primer personaje. Bonilla actuó en una obra de nombre "La tierra de jauja" mientras cursaba la escuela secundaria.

Si bien su familia deseaba que entrara a medicina al igual que sus hermanos, el actor fue en contra de esas intenciones al estudiar Derecho en la máxima casa de estudios, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde también practicó futbol americano.

Mientras cursaba la licenciatura, Héctor Bonilla también tomaba clases en la Escuela de Arte Teatral (ENAT) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

EL LEGADO DE BONILLA EN EL ESCENARIO

Originario de Tetela de Ocampo, Puebla, el actor estudió en la ENAT donde tuvo profesores de la trayectoria de Alejandro Jodorowsky, informa la Secretaría de Cultura por medio de un comunicado.

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura rindió un homenaje al histrión en 2019 en el Teatro del Bosque Julio Castillo, el cual, comentan, fue el primer escenario que pisó al inicio de su amplia trayectoria. Como actor participó en teatro, cine y televisión por más de medio siglo.

Su debut profesional fue en el teatro. En su reseña de la puesta en escena de "Puños de oro", de Clifford Odets –una de las primeras en las que participó–, publicada el 29 de julio de 1962, en el suplemento Diorama de la Cultura de Excélsior, Marcela del Río aseveró: “Héctor Bonilla es un joven actor de enormes posibilidades, con presencia escénica que logra convencer y emocionar”.

Como actor, intervino en más de 140 montajes, de los que destacan "Zaratustra", de Jodorowsky; "¿Mi vida es mi vida?", de Brian Clark; "Los argonautas", de Sergio Magaña; "El extranjero", de Larry Shue, y "Almacenados", de David Desola, así como las comedias musicales "El diluvio que viene", de Pietro Garinei y Sandro Giovannini, y "Sugar", de Peter Stone, Jule Styne y Bob Merrill, entre muchas otras.

Con "Cartas marcadas", por la necesidad de regresar a los escenarios se adaptó a las nuevas formas de teatro en línea que impuso la contingencia por la COVID-19.

Su primer montaje como director fue "El tejedor de milagros", de Hugo Argüelles. La misma Marcela del Río, también escribió en febrero de 1966: “Pasando a lo que es la puesta en escena, debe señalarse que la iniciación de Héctor Bonilla en la tarea directiva es, más que una promesa, una realidad. Su forma de manejar las situaciones, de plasmar los caracteres, de componer su plástica, manifiestan en Bonilla dotes indiscutibles para esta nueva actividad, dentro de la cual revela imaginación y seguridad”.

SU PASO POR LA TELEVISIÓN

En cine y televisión actuó en casi 100 producciones. En 1967 debutó en televisión en la serie La casa de las fieras.

En su paso por las televisión destacan las telenovelas Viviana, de 1978, y La casa al final de la calle, de 1989. En la primera, el actor compartió pantalla con Lucía Méndez, la protagonista, una mujer de escasos recursos económicos que termina enamorándose del turista adinerado Armando Moncada, a quien dio vida Bonilla.

Dicho melodrama fue producido por el Canal de las Estrellas, de Televisa, y estuvo a cargo de Valentin Pimpstein. Bonilla tenía 36 años al momento de su participación en la telenovela, de la cual también formaron parte Juan Ferrara, Maricruz Olivier y Claudio Brook.

De la misma productora llegó en 1989 La casa al final de la calle, en la que Bonilla actuó bajo el mando de Jorge Fons, con quien trabajó ese mismo año para la cinta Rojo Amanecer.

El elenco estuvo conformado por personajes de la talla de Angélica Aragón, Eduardo Palomo y Leticia Calderón.

El argumento gira en torno a Leonor Altamirano (Angélica Aragón), una joven que se entera de la muerte de su abuela, Eva Estrada, una mujer perteneciente a la alta sociedad mexicana. La noticia de su muerte, afecta a Leonor, quien no pudo perdonarle el haberla enviado a ella y a su hermana a Europa.

Luego de instalarse en la mansión de su abuela, Leonor se enamorará de César Peralta, personaje interpretado por Bonilla, un pintor sospechoso de haber asesinado a la anciana.

En la década de los 70, Héctor Bonilla ya era un "rompecorazones" gracias a su trabajo en el cine y la televisión y, como era de esperarse, quienes también cayeron ante los encantos del actor fueron los inquilinos de la vecindad de El chavo del 8.

Algo que tal vez muchos no recuerden es que el histrión fue una de las estrellas invitadas al programa de Roberto Gómez Bolaños.

“Héctor Bonilla visita la vecindad” es el nombre del episodio de 1979 en el que Bonilla, luego de que se le ponchara una llanta, llega para pedir ayuda del Chavo pues “necesita un gato”.

Conforme avanza el día se va encontrando con los demás personajes, entre ellos la Chilindrina, Doña Florinda y Doña Clotilde, quienes están enamoradas del actor pues lo ven en la telenovela “Viviana” (que protagonizó en 1978 junto a Lucía Méndez). El trío se encuentra en diferentes momentos al actor y en cada ocasión quedan abrumadas por su presencia, incluso doña Clotilde le lleva un pastel como regalo, mientras Don Ramón le ayuda a conseguir el gato que necesita.

“¿Héctor Bonilla en la vecindad? ¿Está usted borracho?”, dice un incrédulo Profesor Jirafales que, al entrar a la casa de doña Florinda se encuentra a su eterna enamorada muy conmovida tomando una tacita de café con Bonilla.

El día de ensueño para la Chilindrina, Doña Florinda y Doña Clotilde termina y al final del capítulo las vemos viendo la telenovela de Héctor y añorando que algún día lo vuelvan a ver: “Aquello fue una coincidencia, los actores son personas muy ocupadas y qué podría motivarlo para que regresara a esta humilde vecindad”, dice Doña Florinda, es entonces que Héctor, haciendo muestra de su buen corazón, vuelve a escondidas para dejarle un balón de futbol al Chavo.

Tras la sensible noticia, Florinda Meza lamentó la pérdida del actor en su perfil de Instagram escribió en sus redes sociales un mensaje para el fallecido: “Siento mucho la partida del gran actor Héctor Bonilla. Mi más sentido pésame a su familia

El actor fichó y participó en 35 telenovelas a lo largo de su carrera producidas por empresas como Televisa, Tv Azteca y Telemundo. Entre las más recordadas Viviana, La Vida en el Espejo, Rosa Salvaje, Mirada de Mujer... El Regreso y de sus últimas participaciones en dramas están El Juramento y El Señor de los Cielos.

BONILLA EN LA PANTALLA GRANDE

En 1962 debutó en la pantalla grande en Jóvenes y bellas, de Fernando Cortés. Entre su trabajo cinematográfico se encuentran María de mi corazón, El cumpleaños del perro y Matinée, de Jaime Humberto Hermosillo; La leyenda de una máscara, de José Buil; El bulto, de Gabriel Retes, y 7:19, de Jorge Michel Grau.

Obtuvo el premio Ariel al mejor actor por Meridiano 100, de Alfredo Joskowicz, y por Rojo amanecer, de Jorge Fons, cinta que también produjo y en la que interpreta a un padre de familia en medio de la matanza de Tlatelolco. Asimismo, en 2019 fue galardonado con el Ariel de Oro en reconocimiento a su trayectoria en el cine.

En Rojo amanecer, Bonilla interpretó al padre de dos jóvenes estudiantes, activistas del movimiento estudiantil y compartió créditos con Jorge Fegan, Ademar Arau, Bruno Bichir, Demián Bichir y Eduardo Palomo.

María de mi corazón, producida por la Universidad Veracruzana en 1979, Héctor Bonilla dio vida a un ladrón que, en su regreso a casa, se reencuentra con una expareja para dar inicio a un romance inesperado. Bonilla compartió pantalla con María Rojo, Salvador Sánchez, Armando Marín, Roberto Sosa y Tomás Mojarro.

El guión de esta producción corrió a cargo del afamado escritor Gabriel García Márquez, autor de Cien años de soledad.

El cumpleaños del perro, de 1974, fue una cinta dirigida por Jaime Humberto Hermosillo. A sus 34 años, Bonilla interpretó a un campeón de natación que busca abrir una escuela para enseñar dicha disciplina. En ésta, compartió protagonismo con María Rojo, quien interpretó a su esposa.

En 2016 llegó a los cines Un padre no tan padre, una comedia en la que participó junto a Benny Ibarra, Jacqueline Bracamontes, Sergio Bonilla como su versión joven y Camila Seler.

Bonilla interpretó Don Servando, un anciano malhumorado, complicado y de mentalidad cerrada quien, luego ser expulsado de una casa de ancianos, termina viviendo con la familia hippie de su hijo. Durante el filme, Don Servando va evolucionando como personaje hasta adaptarse a su nueva vida.

El primer actor falleció a los 83 años. Foto: Twitter/@_HBonilla

SU PASO POR EL DOBLAJE

El doblaje y la narración no le fueron ajenos. Narró Pedro y el lobo, de Serguéi Prokófiev, y El carnaval de los animales, de Camille Saint-Saëns para la colección discográfica "Los grandes maestros de la música clásica".

Aunque fue poca su participación en doblaje a diferencia de su hijo Sergio Bonilla, el primer actor también informó parte con algunos proyectos icónicos como en Ratatouille de los estudios Pixar al que el actor presta su voz. El Libro de la Selva del 2016 con el personaje Baloo y los tíos Óscar y Felipe en el filme Coco.

En 2018 presto su voz al personaje Dr. Méndez de la película Ana y Bruno siendo así también el antagonista de la misma.

-Con información de Israel García, de Vanguardia

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video