Actual comisionado del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Guillermo Cejudo Ramírez fue Secretario Académico del CIDE hasta 2020 y, como tal, uno de los principales colaboradores del director general, Sergio López Allyón, quien a su vez renunció en agosto de 2021, luego de haber sido designado en ese cargo por el expresidente Enrique Peña Nieto.
Ciudad de México, 17 de noviembre (SinEmbargo).- Como académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Guillermo Cejudo Ramírez es un experto en transparencia y rendición de cuentas, pero como servidor público de la misma institución es responsabilizado de escamotear información sobre el destino completo de 22.5 millones de pesos de dinero público y de incumplir los resultados del proyecto de investigación que él encabezó.
Ahora Cejudo Ramírez debe devolver a la Tesorería de la Federación “la totalidad de los recursos asignados al proyecto”, debido a que los compromisos, productos y actividades previstos en el mismo no se cumplieron, según dictaminó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la institución que financió la investigación.
Como Secretario Académico del CIDE, Cejudo Ramírez fue responsable técnico del proyecto “Consorcio para atender necesidades de crecimiento regional”, cuya finalidad de producir y difundir conocimiento, así como formar capital humano, involucró a varias instituciones, pero información obtenida por SinEmbargo establece que los objetivos no se lograron ni se comprobó la aplicación total de los recursos económicos.
Se trata de un episodio enmarcado en la discusión sobre el manejo de dinero público en el CIDE a través de fondos y fideicomisos que por Ley supervisa el Conacyt, precisamente la institución que a través del Fondo Institucional de Fomento Regional para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación (FORDECYT) financió con 30.7 millones de pesos el proyecto coordinado por Cejudo Ramírez, si bien 8.2 millones no se ejercieron.
Actual comisionado del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Cejudo Ramírez fue secretario académico del CIDE hasta 2020 y, como tal, uno de los principales colaboradores del director general, Sergio López Allyón, quien a su vez renunció en agosto de 2021, luego de haber sido designado en ese cargo por el expresidente Enrique Peña Nieto.
Consultado por este medio, Cejudo Ramírez niega las imputaciones del Conacyt, asegura con base en documentación oficial que el Conacyt aprobó el informe financiero desde septiembre de 2018, “lo que significa cada peso fue justificado y comprobado”, y que también se cumplieron todos los objetivos de la investigación realizada no por él, sino por cuatro centros de investigación.
Sin embargo, admite que el evaluador del Conacyt emitió, en 2019, un dictamen “aprobado con restricciones”, que no hizo llegar nunca al CIDE ni a él como secretario académico de la institución ni después de que dejó el cargo.
“Esta omisión ha servido para que, durante cuatro años, fuera de toda normatividad, dos funcionarios de Conacyt presionen al CIDE para que regrese dinero que fue ejecutado por cuatro centros públicos de investigación, con resultados comprobados, dictaminados y evaluados positivamente”.
En efecto, el 5 de abril de este año, los secretarios administrativo y técnico del Conacyt, Iván Alejandro Zamora Velasco y Jorge Antonio Villegas Rodríguez, respectivamente, ratificaron la decisión que tomaron, en mayo de 2019, de exigirle a Cejudo Ramírez reintegrar el monto total de financiamiento del proyecto a la Tesorería de la Federación.
La razón es que, después de revisar la información complementaria que Cejudo Ramírez entregó, “se pudo constatar que los compromisos, productos y actividades comprometidos en el proyecto y señaladas en el convenio de asignación de recursos siguen sin ser atendidos satisfactoriamente, por lo que continúa el incumplimiento al objetivo general del proyecto”.
Y es que el objetivo del proyecto número 290425 denominado “Consorcio para atender necesidades de crecimiento regional”, que inició el 25 de mayo de 2017 y fue apoyado por el FORDECYT con 30.7 millones de pesos para ejecutarse en un periodo de 13 meses, es muy específico:
“El objetivo del proyecto es incidir en el desarrollo regional mediante la producción y difusión de conocimiento, así como la formación de capital humano, desarrollado por un consorcio de CPI (Centro Público de Investigación), en diversas áreas de política relevantes para la comprensión de la realidad urbana y metropolitana, la política educativa y el desarrollo social”.
En este proyecto participaron el Centro de Investigación en Geografía y Geomática, el Colegio de la Frontera Norte, el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, el Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación, el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial, así como el Centro de Investigación Científica de Yucatán, el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, y el Centro de Investigación en Matemáticas Aplicadas.
VARIOS "CUMPLIMIENTOS CERO"
Luego de los 13 meses de vigencia del proyecto y después de que se entregó el informe financiero, que fue aprobado en 2018, el Conacyt observó en el informe técnico, en 2019, que únicamente hubo cumplimiento parcial de los compromisos adquiridos en el programa coordinado por Cejudo Ramírez.
Por ejemplo, no se presentó ningún informe (0 por ciento avance) sobre la instalación y puesta en operación de equipos de cómputo y mobiliario, las 42 fotografías con los números del inventario no se distinguen y no hay evidencia de dos iMac, cinco laptop, una pantalla Smart TV de 60 pulgadas y un router.
De acuerdo con la documentación y las observaciones del Conacyt, el equipo encabezado por Cejudo Ramírez tiene diez observaciones de “cumplimiento 0 por ciento”, que van desde el cambio de línea de la investigación hasta el diseño de encuestas e informes de comunicación institucional.
También es calificada de “cumplimiento 0” la estimación de los efectos de políticas de manejo de agua en los niveles de extracción de dos ciudades —“se comprometieron resultados sobre la metodología, pero no se reporta nada al respecto”—, y el estudio de movilidad urbana en Aguascalientes.
Según el Conacyt, no hay evidencia de la relación de tesis de pregrado y posgrado dirigidas o dictaminadas, ni de boletines de noticias ni reportes sobre el plan de comunicación institucional del Consorcio.
“No hay evidencia sobre el acta de creación de Comisión Académica para elaboración del programa académico”, apunta otra de las observaciones definidas como “cumplimiento 0”, misma característica que le da a otro faltante: “No se incluye acta de comisión para la planeación del observatorio metropolitano nacional”.
Finalmente, el Conacyt observa:
“Se identificó que este consorcio decidió cambiar todas sus líneas de investigación, así como la mayoría de los proyectos de investigación para los cuales se aprobó su apoyo económico (los cambios no fueron autorizados por el Fondo ni están debidamente justificados en el informe). Los resultados que se presentan sólo son publicaciones realizadas por investigadores de manera casi individual y no se observa la colaboración entre los diferentes miembros del consorcio ni entre las distintas disciplinas”.
Aunque Cejudo Ramírez respondió que “las líneas de investigación permanecieron constantes en los proyectos de tres de los cuatro componentes (y) fue en un caso, el componente asociado al CENTROMET, en el que se presentaron cambios o ajustes en algunas líneas de investigación”, la conclusión es rotunda: “Cumplimiento 0”.
Así, los funcionarios del Conacyt comunicaron al director general y representante legal del CIDE, José Antonio Romero Tellaeche, que revisaron los informes técnico y financiero del proyecto coordinado por Cejudo Ramírez:
“Al respecto nos permitimos comentarle que, una vez revisada la información complementaria, recibida mediante oficio SG/104/2019, el 13 de mayo de 2019, se puso constatar que los compromisos, productos y actividades comprometidos en el proyecto y señaladas en el convenio de asignación de recursos siguen sin ser atendidos satisfactoriamente, por lo que continúa el incumplimiento al objetivo general del proyecto”.
Y por ello ratifican el dictamen de los informes técnico y financiero que emitieron, en marzo de 2019, “y se le requiere por segunda ocasión devuelva la totalidad de los recursos asignados al proyecto en un plazo no mayor de 30 (treinta) días hábiles contados a partir de la recepción del presente oficio. Los recursos serán reintegrados a la Tesorería de la Federación”.
"NO RECIBÍ NI UN PESO"
Consultado por el reportero, Cejudo Ramírez hizo una pormenorizada relación de hechos desde el inicio hasta el fin del proyecto, algunos de cuyos objetivos no se alcanzaron, por lo que desde 2018, conforme a las reglas del FORDECYT y con la guía de Conacyt, se devolvieron oportunamente 8.26 millones de pesos (poco más de la tercera parte del financiamiento).
“El resto de los objetivos y productos sí se cumplieron y fueron debidamente documentados. Además, se dio respuesta puntual a las observaciones que en su momento hizo Conacyt”, puntualizó el exfuncionrio del CIDE, quien dio respuesta a las preguntas formuladas por este medio.
1.- Usted es experto en transparencia y rendición de cuentas. ¿Entonces por qué no ha cumplido, de manera total, con lo que era su obligación como coordinador técnico del proyecto “Consorcio para atender necesidades de crecimiento regional”, incluida la comprobación íntegra de los recursos públicos por usted ejercidos?
—En este proyecto, como Secretario Académico del CIDE hasta julio de 2020, fui responsable técnico de un proyecto institucional. Como parte de mis responsabilidades, estaba la de cuidar el cumplimiento de los términos del Convenio de Asignación de Recursos, tanto por parte del CIDE como por parte de Conacyt.
“Cumplí cabalmente con mis responsabilidades y, en su momento, entregué la evidencia complementaria que solicitó Conacyt en la reunión de mayo de 2019. Cuando en abril de 2019, recibimos por primera vez una solicitud de devolución de recursos, la entonces Secretaria de Vinculación y yo (como responsables legal y técnico) respondimos que el documento en cuestión carecía de motivación y fundamentación y solicitamos la entrega de los dictámenes para poder atender las observaciones. Esto nunca sucedió́ y, por tanto, como autoridades del CIDE no teníamos base legal para iniciar el proceso de devolución.
“La administración y comprobación de los recursos corresponde al responsable administrativo. Los recursos fueron comprobados oportunamente por el responsable administrativo, y se recibió un dictamen favorable. Es falso que no se hayan comprobado íntegramente los recursos”.
2.- El Conacyt, a través los secretarios administrativo y técnico del FORDECYT, Iván Alejandro Zamora Velasco y Jorge Antonio Villegas Rodríguez, respectivamente, aseguran que, desde 2019, no se cumplieron los compromisos, productos y actividades comprometidos en el proyecto ni se cumplió el objetivo general del “Consorcio para atender necesidades de crecimiento regional”. ¿Qué dice al respecto?
—Quien determina el cumplimiento de los objetivos es el evaluador anónimo, no los funcionarios de Conacyt. El proyecto tuvo un dictamen técnico aprobado con restricciones. Respecto a los objetivos que no se cumplieron, se devolvieron oportunamente 8.26 millones de pesos. El resto de los objetivos se cumplieron y documentaron.
3.- Según estos funcionarios, no hay evidencia de mobiliario y equipo de cómputo, incluidos dos iMac y cinco laptop, una pantalla de TV y un router. ¿Dónde están esos equipos?
—El dictamen financiero aprobado significa que cada peso fue justificado y comprobado. La ejecución de estos recursos y el resguardo de los equipos ocurrió en los Centros Públicos que formaron parte del consorcio. En respuesta a este señalamiento de 2019, se respondió lo siguiente “se comprobó adecuadamente el ejercicio de los recursos en equipos de cómputo así como mobiliario, en el informe financiero correspondiente. La evidencia no se entregó en el informe técnico porque no estaba comprometido en el anexo que especifica los entregables”. Para solventar este punto se entregaron a Conacyt los números de inventario del equipo y evidencia fotográfica. Si lo requiere, puedo buscar esa evidencia en los archivos institucionales.
4.- Con base en ello, se le exige que usted devuelva los 30.7 millones de pesos asignados. ¿Qué representa para usted esto en términos profesionales?
—No existen razones sustantivas para esa devolución ni son recursos que me corresponda devolver de manera personal. Se trata, como ya señalé, de recursos ejercidos por 4 centros en el marco del convenio, con entregables específicos, y una justificación financiera de su erogación que, en su momento, fue dictaminada positivamente por Conacyt. Tampoco existe base normativa o contractual (en el Convenio de Administración de Recursos) que obligue a la devolución por parte del CIDE de la totalidad de los recursos.
“Las únicas razones para pedir devolución de recursos es que no se reconocieran gastos reportados en el informe financiero final (cláusula sexta) o que se hubiera rescindido el Convenio (cláusula décimo tercera). Esto no sucedió. Si el CIDE devuelve recursos sin un requerimiento debidamente fundado y motivado puede incurrir en responsabilidades. No sobra decir que yo no recibí ni un peso (o bien) derivado de este proyecto. Se financiaron actividades de investigación (en proyectos en los que no participé) en centros públicos de investigación a los que el CIDE entregó dinero conforme a los convenios firmados en su momento”.
Finalmente, Cejudo Ramírez reiteró que el proyecto fue multiinstitucional, ejecutado desde grupos de investigadores en varios centros públicos, con el CIDE como el administrador y, por tanto, él como responsable técnico.
“Como tal, cumplí mis obligaciones ante Conacyt, fundamentalmente la entrega de los informes técnicos y los entregables, y he respondido puntualmente a cada nueva solicitud de información adicional (en 2019, aunque el proyecto ya había sido evaluado, y en dos ocasiones en 2022). Las observaciones (fuera de tiempo y norma) de Conacyt no son sobre mi desempeño, sino sobre los resultados del trabajo de investigadores de esos cuatro centros, que realizaron las actividades previstas y cumplieron sus objetivos. El uso de recursos está debidamente acreditado (y dictaminado positivamente) desde 2018”.
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