Mérida, 12 Nov. (Notimex).- Las leyes que impiden la inversión privada en la generación de energía eléctrica en México han frenado la construcción de más plantas hidroeléctricas que permitan generar energía de forma económica, sustentable y menos contaminante, indicó Federico Schroeder Contreras.
El vicepresidente de Proyectos y Desarrollo de Grupo México destacó, ante alumnos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), la necesidad de cambiar esa óptica en bien de la ecología y economía del país.
Al impartir una plática sobre el tema de obras hidráulicas para generar energía, el investigador admitió que “desarrollar una planta hidroeléctrica cuesta mucho dinero”
“Claro, trae el beneficio de ya no depender del petróleo para generar energía eléctrica, que eso representa un gran ahorro a largo plazo, pero implica una inversión inicial muy fuerte que muchas veces, la Comisión Federal de Electricidad no puede hacer”, explicó.
“Ahí podría invertir la iniciativa privada, pero las leyes no lo permiten bajo el argumento de siempre, de que el Estado perdería la rectoría del sector energético nacional, lo cual no es así, pero todavía hay mucha resistencia al tema por una auténtica bola de tonterías”, comentó.
El vicepresidente de Grupo México dijo que “estamos ante un momento coyuntural, pues el petróleo cada día es más caro y cada día cuesta mucho más generar energía, además de que ya está probado que los gases con efecto invernadero causan daños al planeta y por consiguiente a nosotros”.
Por ejemplo, continuó, es lamentable que a todo lo largo del río Usumacinta no exista ninguna sola presa, que cada año se inunda Tabasco y no se hacen nada de obras para frenarlo o para aprovechar todo ese gran afluente de agua que se usaría para generar energía sustentable.
“Hay grandes ríos y montañas por todas partes, existen grandes posibilidades, pero no se aprovechan porque la CFE no tiene la capacidad para invertir”, dijo.
De hecho existe desde hace más de 30 años un proyecto llamado “Tenosique” que pretende llevar energía eléctrica desde el Usumacinta hacia la Península de Yucatán y ahí sigue sin concretarse, agregó.
“Se sigue la apuesta por el petróleo, la mayoría de las plantas que se construyen son para generar energía con petróleo y no se le quiere abrir la puerta a la participación del sector privado para generar esas obras, lo cual sin duda es más que lamentable”, finalizó.