El exprocurador de la República fue sometido a una cirugía urgente en el Hospital de Cardiología, donde permanece en terapia intensiva. Murillo Karam se encontraba en el Reclusorio Norte, acusado por los crímenes de tortura, desaparición forzada y delitos contra la administración de la justicia.
Ciudad de México, 24 de octubre (SinEmbargo).- Jesús Murillo Karam, extitular de la Procuraduría General de la República (PGR), continúa terapia intensiva después de haber sido sometido a una cirugía urgente en el Hospital de Cardiología, donde médicos evalúan si lo intervienen de nuevo por una arteria obstruida, informó este lunes su defensa.
A través de un comunicado, el abogado del exprocurador detalló que los resultados de unos estudios practicados a Murillo Karam revelaron «otra carótida obstruida, por lo que están a la espera de que los médicos a cargo determinen el tratamiento a seguir y si es necesario una nueva cirugía, ya que el estado de la arteria mencionada eleva el riesgo de un coágulo cerebral».
Murillo Karam se encontraba en prisión preventiva en el Reclusorio Norte por los delitos de tortura en contra de cuatro personas, contra la administración de justicia y por la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en 2014.
Sin embargo, el pasado 19 de octubre fue trasladado al Hospital General Xoco para atender su estado de salud y debido a que el exfuncionario presentó un complicado cuadro clínico, tuvo que ser llevado al Instituto Nacional de Cardiología, donde los médicos determinaron practicarle de emergencia una cirugía Endarterectomía Carotídea de Alto Riesgo, lo que le permitió tener un mayor flujo sanguíneo.
Desde el 20 de octubre, Murillo Karam permanece en terapia intensiva.
En ocasiones anteriores, el exprocurador de la República había dejado la prisión para ir a tratar sus padecimientos como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), hipertensión y obstrucción vascular cerebral.
Jesús Murillo Karam fue detenido el pasado 19 de agosto, y vinculado a proceso cinco días después por un Juez federal en el Reclusorio Norte por los delitos de tortura en contra de cuatro personas, contra la administración de justicia y por la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Horas después de la captura de Murillo Karam, la Fiscalía General de la República (FGR) informó en un comunicado de la emisión de 83 órdenes de captura, 20 de ellas de militares y el resto de policías, funcionarios estatales o delincuentes, por distintos delitos vinculados con el caso: delincuencia organizada, desaparición forzada, tortura, homicidio y delitos contra la administración de justicia.
Desde entonces, su defensa había argumentado su mal estado de salud para solicitar prisión domiciliaria, sin embargo, el político había permanecido al interior del Reclusorio Norte, ubicado en la Ciudad de México.
Durante seis meses, Murillo Karam fue el máximo encargado de la investigación de la desaparición de los 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa en la localidad de Iguala, en Guerrero, un caso que causó conmoción dentro y fuera del país.
Según la “verdad histórica” presentada por Murillo Karam ante la presión pública para que se aclarara el crimen, que fue la versión oficial durante todo el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), los jóvenes fueron capturados por policías locales y entregados a criminales que los mataron, los quemaron en una gran hoguera en un basurero y arrojaron sus restos a un río.
Pero un grupo de expertos internacionales y la Fiscalía mexicana echaron por tierra la versión del basurero, confirmaron que en el crimen participaron distintas autoridades locales, estatales, federales y militares, y que se torturó a decenas de detenidos. Esto, junto a otras irregularidades, derivó en que muchos de los procesados quedaran en libertad.
Ahora, con la detención de Murillo, justo un día después de que la Comisión de la Verdad creada por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador considerara los hechos como un “crimen de estado”, el caso Ayotzinapa da un giro y sienta en el banquillo a quienes presuntamente orquestaron el encubrimiento.
-Con información de AP