Scorn logra transmitir una sensación de tensión, de agonía, misterio y algo de terror durante cada momento del juego y eso hace de la experiencia algo bastante abrumador.
Ciudad de México, 16 de octubre (SinEmbargo).- Al día de hoy, cada cierto tiempo llega un nuevo videojuego que no viene de una gran franquicia o ha tenido una campaña de lanzamiento con presencia en todos los medios posibles, sino que con su propia esencia empieza a generar cierta expectativa conforme se van revelando detalles, además de su estilo artístico y claro, algo de gameplay para abrirse camino hasta el día de su lanzamiento. Scorn se puede resumir en la famosa frase de Cassie en la película de Ant-Man, cuando su papá, Scott Lang le regala un peluche de un conejo terrorífico y ella dice: "está horrible, me encanta", ya que este nuevo título puede no ser del agrado de todos por su muy terrorífico estilo artístico y su propuesta de acción y terror, pero sin duda es una de las experiencias más desafiantes del año y eso lo hace un gran juego.
La premisa de Scorn es bastante sencilla y es que desde el primer minuto del juego, te hace entender que estás solo dentro del universo desolado y tu intuición, exploración, curiosidad y capacidad de sobrevivir serán tus mejores aliados. El juego sigue un camino algo similar a títulos como Dark Souls, Bloddborne o más recientemente Elden Ring, sin embargo, a un nivel aún más retador, ya que de ninguna manera podremos saber qué sigue en nuestro camino, hacia donde tenemos que seguir o qué tenemos que hacer para resolver algún acertijo, todo esto recae por completo en la responsabilidad del jugador lo que puede ser algo confuso y en ciertos puntos desesperante, sin embargo, conforme te vas adentrando más y más en el juego, comienzas a crear un instinto de exploración diferente al de otros juegos que te hacen ver caminos lógicos a seguir o patrones en acertijos que se vuelven bastante obvios, pero igual de difíciles de afrontar uno después del otro.
Dentro de esta historia -si es que podemos llamarla de esa manera- tomaremos el papel de una especie de humano sin piel que está perdido en un mundo de pesadilla, parecido a la atmósfera de juegos como DOOM, Agony y The Darkness, entre otros. Al mismo tiempo, en este mundo que parece estar vivo dentro de ciertos momentos, encontraremos enemigos con formas desagradables y con un aspecto de pesadilla a los cuales tendremos que hacer frente en momentos específicos dentro de la exploración normal del juego o como enfrentamientos ante jefes, sin embargo -y como parte del reto que representa el juego- ha logrado de gran manera limitar estos enfrentamientos gracias a la poca munición que podremos encontrar para las diferentes armas o a las limitaciones de las mismas en cuanto a qué tan rápido podemos atacar, disparar y recargar, además de que por el lado de poder curarnos, también tendremos limitaciones y únicamente podremos hacerlo si encontramos los objetos correctos en máquinas ubicadas a lo largo de nuestra exploración, las cuales, también son bastante limitadas.
A pesar de tener enemigos y un combate bastante desafiante, en lo personal, lo mejor del juego radica en los diferentes retos o acertijos que encontramos en cada momento, desde los más sencillos como lograr que las piezas marquen la dirección indicada al girarlos, hasta elementos mucho más profundos que requieren de un salón completo con el cual podremos interactuar para llevar un elemento de un lado a otro y que requerirá una constante exploración para poder lograrlo, dicho esto, la capacidad del juego para ponernos desafíos en los diferentes lugares que exploramos nos hacen recorrer un lugar de pies a cabeza en varias ocasiones para lograr nuestro objetivo y cada vez que hacemos esto nos enfrentamos a más retos o una oportunidad de escapar, sin embargo la tensión y adrenalina se mantiene constante y es realmente emocionante, haciendo que el nivel de desarrollo y construcción detrás de cada nivel sea un desafío constante y sobre todo diferente.
Toda esta gran experiencia narrativa y de exploración combinada con un nivel de sonido impecable, envolvente y tétrico, además de un estilo artístico perturbador y tenebroso, mezclado con un poco de combate y acertijos complejos hacen que Scorn logre transmitir una sensación de una ambiente tenso, de agonía, misterio y algo de terror durante cada momento del juego y eso hace de esta experiencia algo bastante abrumador, pero de igual forma bastante interesante para seguir nuestro camino y continuar explorando nuestros alrededores, lo que hace de esta entrega una de la experiencia más sensoriales y retadoras de éste año.