Los vecinos se reunieron tras el perímetro policial ante un edificio que había perdido varios pisos por la explosión, una gran ruina humeante donde antes había apartamentos.
Por Justin Spike y Adam Schreck
ZAPORIYIA, Ucrania (AP).— Al menos 17 personas murieron y docenas estaban heridas tras ataques rusos que golpearon edificios de apartamentos y otros objetivos en la ciudad ucraniana de Zaporiyia, según dijeron las autoridades el domingo.
Las explosiones en la ciudad, en una región que Moscú reclama como propia, reventaron las ventanas de los edificios cercanos y derribaron al menos parte de una torre de apartamentos.
El ataque se produjo al día siguiente de que una explosión derribara parte de un puente que conecta la Península de Crimea con Rusia, un golpe a una importante ruta de suministro para la campaña del Kremlin en el sur de Ucrania y a un gran símbolo del poder de Rusia en la región.
Los cohetes que golpearon la ciudad durante la noche dañaron al menos cinco viviendas privadas y 50 edificios de apartamentos, señaló el Secretario del Gobierno local, Anatoliy Kurtev. Al menos 40 personas fueron hospitalizadas, dijo Kurtev en Telegram.
El ejército ucraniano confirmó el ataque y dijo que había docenas de víctimas.
Tetyana Lazun’ko, de 73 años, y su esposo, Oleksii, se refugiaron en el pasillo de su apartamento en el piso más alto tras oír las sirenas que advertían de un ataque. El ataque les dejó asustados y perplejos.
“Hubo una explosión. Todo temblaba”, dijo Lazun’ko. “Todo salió volando y yo gritaba”.
Trozos de cristal, marcos enteros de puertas y ventanas y otros escombros cubrían el exterior del edificio donde habían vivido desde 1974. Lazun’ko lloraba sin consuelo y se preguntaba por qué se había atacado su casa, en una zona sin infraestructura militar a la vista.
“¿Por qué nos atacan a nosotros? ¿Por qué?”, decía.
La ciudad ha sufrido ataques reiterados en las últimas semanas y está en una zona controlada por Ucrania de una región que el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, se anexionó en contra del derecho internacional la semana pasada. Al menos otras 19 personas murieron en ataques de misiles rusos contra edificios de apartamentos en Zaporiyia.
“De nuevo, Zaporiyia. De nuevo, ataques sin misericordia contra civiles, contra edificios residenciales, en plena noche”, escribió en Telegram el Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
“Maldad absoluta (...). Desde el que dio esta orden a todos los que ejecutaron esta orden, responderán. Deben hacerlo. Ante la ley y el pueblo”, añadió.
Aunque Rusia había atacado Zaporiyia antes de la explosión del sábado en el puente de Crimea, el ataque asesta un duro revés a Rusia, que se anexionó la Península de Crimea en 2014. Nadie se ha atribuido la autoría del ataque al puente.
Putin firmó un decreto el sábado por la noche que estrechó la seguridad en el puente y en la infraestructura de energía entre Crimea y Rusia, y puso al servicio federal ruso de seguridad, el FSB, al mando del operativo.
Varios legisladores rusos pidieron a Putin que declarase una “operación antiterrorista”, en lugar del término “operación militar especial” que empleaba hasta ahora para su despliegue, y que minimizaba el calibre de los combates de cara a los rusos de a pie.
Horas después de la explosión, el Ministerio ruso de Defensa anunció que el jefe de la fuerza aérea, el general Sergei Surovikin, tomaría el mando de todas las tropas rusas en Ucrania. Surovikin, que este verano quedó a cargo de las tropas en el sur de Ucrania, ha liderado a las fuerzas rusas en Siria y fue acusado de supervisar un bombardeo que destruyó buena parte de Alepo.
El puente Kerch, de 19 kilómetros (12 millas) cruza un estrecho entre el Mar Negro y el Mar de Azov y es un símbolo de las reclamaciones rusas sobre Crimea, además de una conexión clave con la península. El puente, un proyecto de tres mil 600 millones de dólares, es el más largo de Europa y resulta crucial para mantener las operaciones militares rusas en el sur de Ucrania. El propio Putin presidió la inauguración del puente en 2018.
Zelenski aludió de forma indirecta al ataque del puente en su mensaje vespertino en video, aunque no mencionó la causa.
“Hoy fue un día bueno y principalmente soleado en el territorio de nuestro estado”, dijo. “Por desgracia, estuvo nublado en Crimea. Aunque también fue caluroso”.
Zelenski dijo que Ucrania quiere un futuro “sin ocupantes. En todo nuestro territorio, en particular en Crimea”.
Zelenski también dijo que las fuerzas ucranianas avanzaron o mantuvieron sus posiciones en el este y el sur, aunque reconoció “combates muy duros, muy, muy difíciles” en torno a la ciudad de Bakhmut, en la región oriental de Donetsk, donde las fuerzas rusas han anunciado avances recientes.
El tráfico ferroviario y de carretera por el puente se suspendió de forma temporal. El tráfico rodado se reanudó el sábado por la tarde en uno de los dos carriles que seguían intactos, y se iba alternando el sentido de la marcha, indicó el líder instaurado por Rusia en Crimea, Sergey Aksyonov.
El servicio ferroviario de pasajeros entre Crimea y el territorio continental ruso se restableció durante la noche “según el horario previsto”, indicó el domingo en Telegram el Ministerio ruso de Transportes.
En otra publicación en Telegram el domingo, el Ministerio indicó que también los transbordadores de pasajeros entre Crimea y el territorio continental ruso volvían a funcionar, el primer viaje poco antes de las 2 de la mañana (23:00 GMT).
Aunque Rusia tomó algunas zonas al norte de Crimea al comienzo de su invasión de Ucrania y construyó un corredor terrestre por el Mar de Azov, Ucrania ha lanzado una contraofensiva para recuperar ese territorio. Las zonas bajo control ruso en la región incluyen el área de Zaporiyia.
La parte de la región bajo control ruso incluye la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. La planta se ha visto amenazada por los combates de forma continuada y las autoridades ucranianas desconectaron el mes pasado su último reactor activo para evitar una catástrofe nuclear.
La central ha perdido su última fuente de energía externa debido a los ataques de proyectiles, según dijo el sábado el Organismo Internacional de la Energía Atómica, la agencia de Naciones Unidas de supervisión nuclear. Ahora depende de sus generadores diésel de emergencia.
La Península de Crimea es un destino popular para los turistas rusos y alberga una base naval rusa. Una asociación turística rusa estimó que el sábado había 50 mil turistas en Crimea.