El presidente del Tribunal ruso argumentó que la decisión se tomó por seguridad de los habitantes, pues habría una "amenaza directa" contra su vida.
Ciudad de México, 2 de octubre (EuropaPress).- El Tribunal Constitucional de Rusia avaló la anexión de los territorios ucranianos de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia como nuevas "entidades federadas" del país.
En las cuatro resoluciones publicadas este domingo y recogidas por los medios rusos, el Tribunal considera que las disposiciones los llamados "tratados de incorporación" fueron redactadas "en cumplimiento de la Constitución de la Federación de Rusia", de ahí una aprobación concedida también para salvaguardar a los residentes de estas regiones.
La corte se pronunció a petición del Presidente ruso, Vladímir Putin, quien pidió verificar constitucionalidad de estos documentos para actuar con arreglo a derecho, siguiendo la ley rusa.
"La Corte Constitucional, al tomar estas decisiones, reconoce estos acuerdos como apropiados, basándose principalmente en que había una amenaza directa a la vida de los habitantes, la población de estas regiones", explicó el presidente del tribunal, Valeri Zorkin, a la cadena Rossiya-24.
Ya con el visto bueno del Constitucional, los tratados se someterán a la aprobación de las dos cámaras parlamentarias: la Duma (la cámara baja) y el Consejo de la Federación (el Senado).
A partir de entonces comenzará un procedimiento de incorporación que , tal y como afirmó el presidente del Comité de Construcción y Legislación Estatal de la Duma, Pavel Krasheninnikov, como muy tarde para junio del año que viene, mes en que Moscú espera anunciar la creación de las correspondientes autoridades ejecutivas territoriales, con el rublo como única moneda de curso legal.
La moneda ucraniana, la hryvnia, sólo permanecerá en vigor hasta el 31 de diciembre. "Durante el período de transición, también se crearán órganos de acusación y se garantizará el funcionamiento del sistema judicial de la Federación Rusa", indicó.
Cabe recordar que las autoridades ucranianas y los gobiernos occidentales no conceden ninguna validez a los referéndums previos realizados en estos territorios, que entienden como una herramienta de para legitimar su ocupación, como hiciese en 2014 con la península de Crimea.