Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, recordó que luego de que Cabeza de Vaca resultó ganador de la elección en junio de 2016, gran parte de la sociedad en Tamaulipas confiaba en que el estado iba a cambiar después de haber sido gobernado por más de ocho décadas por el PRI, sin embargo, ocurrió lo contrario.
Ciudad de México, 30 de septiembre (SinEmbargo).- El exgobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca no pudo limpiar su imagen a pesar del poder del que se hizo e inclusive superó a sus antecesores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al dejar al estado «convertido en un infierno», afirmó Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
En entrevista con Alejandro Páez en el programa de Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire, el activista indicó que a pesar de haber tenido el respaldo de diversas figuras del Partido Acción Nacional (PAN) como Roberto Gil Zuarth, Max Cortazar y su hermano, el Senador Ismael García, Cabeza de Vaca pasará a la historia como el peor Gobernador que ha tenido Tamaulipas.
«Quienes lo defienden, por ejemplo el Partido Acción Nacional, pues son las personas que han hecho negocios con ellos… por ejemplo la gente muy cercana a él, Gil Zuarth, Max Cortazar, su hermano el Senador (Ismael García) debería pedir licencia porque le va a tocar cargar todo lo negro, toda la suciedad de los intereses y del saqueo que va a dejar su hermano Francisco Javier, incluso voy a hablar de algunos periodistas que también lo defienden porque les ha ido muy bien con Cabeza de Vaca y ya no va a haber manera de sostener esas facturas millonarias, esos beneficios millonarios, esas adquisiciones millonarias porque finalmente no pudieron limpiarle la cara a un monstruo, no pudieron lavarle las manos a alguien que tiene sus manos manchadas de sangre a través de los golpes, masacres como la San Fernando, la de Camargo, como las de Valles de Anáhuac, no le alcanzó el dinero para limpiarle las manos manchadas de sangre. No hay ningún exgobernador que se le haya acercado a como dejó Tamaulipas convertido en un infierno».
Raymundo Ramos recordó que luego de que Cabeza de Vaca resultó ganador de la elección en junio de 2016, gran parte de la sociedad en Tamaulipas confiaba en que el estado iba a cambiar después de haber sido gobernado por más de ocho décadas por el PRI, sin embargo, ocurrió lo contrario, la entidad se sumergió en una profunda sus crisis de violencia y corrupción.
«Cuando nosotros pensamos hace seis años que iba a cambiar Tamaulipas porque el PRI había gobernado ocho décadas, y ya estaba todo destruído en materia de seguridad y en materia de derechos humanos, cuando creíamos porque un gobernante de un partido distinto llegaba a Tamaulipas, pues desde el primer momento vino la decepción».
El activista denunció que la ambición del ahora exgobernador, «no tuvo límites» pues se apoderó de las playas, de los puentes internacionales y de aquellos terrenos donde se exploró y se encontraron yacimientos de gas o de petróleo, los cuales, dijo, entregó a empresas norteamericanas para que pudieran explotar los recursos de Tamaulipas sin ninguna restricción.
«Y esta ambición del Gobernador que nos lastima porque es una traición: todo ese dinero del presupuesto que se robó lo lleva a Estados Unidos, a Texas, a Nueva York, lo lleva a Europa y a otros países que no tenemos idea. El estado de Tamaulipas está saqueado, le robo a los maestros, le robó a los médicos, le robó a los policías».
El Presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo afirmó que los Gobiernos Federal y de Estados Unidos fueron responsables de que Cabeza de Vaca actuara a su conveniencia en el estado pues a pesar de tener información sobre su riqueza y sus negocios ilícitos lo solaparon.
«También tiene que ver mucho la tolerancia, por un lado, de un gobierno federal que tenía la información de primera mano de que gobernadores como Tomás Yarrington, Eugenio Hernández, como el propio Egidio Torre Cantú y Cabeza de Vaca, tenían información de primera mano de su riqueza y de sus negocios ilícitos y los solaparon, los toleraron. Adicionalmente el gobierno de EU guarda un silencio cómplice, toda la lana que sacaron de Tamaulipas se fue a Texas, mucha de esa lana está en bancos de Texas y el Gobierno de EU lo toleró».
A pregunta expresa de Alejandro Páez sobre si cree que la Fiscalía General de la República (FGR) a cargo de Alejandro Gertz Manero procederá en contra de Francisco Javier García Cabeza de Vaca el activista respondió de manera irónica.
«Sí, claro no me queda la menor duda, eso va a ocurrir en el año 2054 como está actuando ahorita el Fiscal Gertz Manero que primero sus asuntos personales y luego los asuntos que le da el Presidente y luego aquellos que pasan a través de los medios estaríamos considerando una judicialización por ahí del 2054. Pudieron hacerlo desde hace seis años y luego desde hace tres años, cuando la guerra del huachicol, está involucrado en muchos crímenes políticos y él lo sabe».
Francisco Javier García Cabeza de Vaca deja el Gobierno de Tamaulipas en medio de una investigación por delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y fraude fiscal, que está en manos de la FGR, instancia a la que las autoridades entrantes, el Congreso y analistas piden tomar las medidas adecuadas para evitar una fuga del mandatario saliente y hacer valer la justicia.
Francisco Javier Cabeza de Vaca, quien al rendir protesta dijo que el 6 de junio de 2016 se marcaba un antes y después, hoy se suma así a la lista de exgobernadores tamaulipecos que enfrentan a la justicia una vez finalizado su mandato.
El saliente mandatario panista marcó una diferencia al convertirse en el primer Gobernador de la historia reciente, al que le giraron una orden de aprehensión por delincuencia organizada cuando aún estaba en funciones; lo que llevó su caso a solicitar el desafuero y que su caso llegara a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La acusación que pesa en su contra por parte de la FGR fue por defraudación fiscal equiparada por seis millones 511 mil 777 pesos y 57 centavos, delito que se sanciona con penas de tres a nueve años de prisión. En total, el mandatario local habría amasado una fortuna superior a 951 millones de pesos.