Ciudad del Vaticano, 10 Nov (Notimex).- El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aseguró hoy que la aprobación jurídica del matrimonio gay no sirve para evitar discriminaciones injustas a los homosexuales, algo que –sostuvo- “se debe y bien podría garantizarse en otros modos”.
En una editorial publicada por la Radio Vaticana, expresó su preocupación por el avance legal del matrimonio entre personas del mismo sexo gracias a tres episodios que, en los últimos días, han tenido lugar en diversos países.
Recordó que en España la Corte Constitucional rechazó un recurso que ponía en duda la ley actual, que excluye toda referencia a la diferencia entre el hombre y la mujer y habla simplemente de cónyuge A y B, por lo tanto esta situación permanece.
Mientras en Francia el gobierno presentó un proyecto de ley para la transformación del matrimonio, para incluir el matrimonio homosexual, dijo.
Explicó también que en los Estados Unidos algunos referéndum realizados a la par de las elecciones presidencias en diversos Estados han dado, por primera vez, un resultado favorable a los matrimonios homosexuales.
“Es claro que en los países occidentales existe una tendencia difundida a modificar la visión clásica del matrimonio entre un hombre y una mujer, o mejor dicho a buscar de abandonarla, cancelando un reconocimiento legal específico y privilegiado respecto a otras formas de unión”, ponderó.
“No es una novedad. Ya lo habíamos entendido. Empero la situación no deja de sorprender. Porque se debe preguntar si eso corresponda verdaderamente al sentir de la población y porque no se ve la lógica, en una perspectiva a largo plazo de bien común”, añadió.
Señaló que esta posición no es sostenida únicamente por la Iglesia sino también por representantes de otras religiones, como el Gran Rabino de Francia.
Según Lombardi, los católicos defienden la concepción natural de un matrimonio en el cual el esposo y la esposa sean reconocidos públicamente como tales, mientras los niños que vengan al mundo puedan saber y decir que tienen un padre y una madre.
“En resumen, (se trata de) conservar una visión de la persona y de las relaciones humanas en la cual el reconocimiento público del matrimonio monógamo entre un hombre y una mujer es una conquista de civilización”, afirmó.
“Si no, ¿por qué no contemplar también la poligamia libremente elegida y, naturalmente, para no discriminar, a los polígamos? No se debe esperar, entonces, que la Iglesia renuncie a proponer que la sociedad reconozca un espacio específico al matrimonio entre un hombre y una mujer”, advirtió.
