Francisco Javier García Cabeza de Vaca fue electo Gobernador de Tamaulipas en 2016 y significó la ruptura de esa entidad con el PRI, el partido que lo gobernó desde 1929 cuando era PNR. Recibió un estado colmado de corrupción y violencia y lo deja con esos mismos problemas exacerbados.
Ciudad de México, 29 de septiembre (SinEmbargo).– Para 2015, en México, una gran parte de los estados no sabía lo que era la alternancia en el partido que los gobernaba; tal como ocurrió en el país, durante décadas el Partido de la Revolución Institucional (PRI) fue el único.
Poco a poco eso fue cambiando. Los estados que estaban en esa situación, entre ellos Tamaulipas, decidieron apostar por algo distinto. En 2016, el candidato del Partido Acción Nacional (PAN) Francisco Javier García Cabeza de Vaca recibió 721 mil 158 votos, es decir, el 50 por ciento de las preferencias.
Tamaulipas soportó al PRI desde 1929 y luego de la triada Tomás Yarrington, Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú, predecesores de Cabeza de Vaca —y sobre los que pesan acusaciones de corrupción y nexos con el crimen organizado—, le abrió los brazos al blanquiazul.
Tamaulipas ya era para entonces una entidad abandonada por las autoridades. Luego de la guerra contra el narcotráfico que lanzó Felipe Calderón (2006-2012), la violencia escaló a tal grado de que cada vez se volvió más y más complicado entrar. Los políticos dejaron de ir a Tamaulipas y esa situación se mantiene hasta los días actuales.
Cabeza de Vaca no trajo consigo la convicción de revertir la violencia desatada en el calderonismo y por el contrario, llevó a Tamaulipas al círculo íntimo del expresidente, el cual fue calificado esta misma semana por el Presidente Andrés Manuel López Obrador como una «mafia» que es «capaz de todo».
El 13 de mayo de este año, SinEmbargo publicó que un grupo de políticos incondicionales de Felipe Calderón Hinojosa y vinculados a los sobornos para aprobar la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto emigró de la Ciudad de México a Tamaulipas para trabajar y hacer millonarios negocios al amparo del Gobernador panista.
Este grupo está encabezado por Roberto Gil Zuarth, secretario particular de Calderón en la Presidencia de la República, cuyo despacho de abogados, Accuracy Legal and Consulting, S.C., ha representado a García Cabeza de Vaca en numerosos litigios y cuyos honorarios millonarios los mantiene ocultos el gobierno estatal.
El grupo quedó amparado política y económicamente, ya que desde el Estado recibieron contratos millonarios por servicios que ofrecieron a través de despachos y consultorías.
Además de Gil Zuarth figuran Salvador Vega Casillas, Secretario de la Función Pública de Calderón así como Javier Lozano Alarcón, Maximiliano Cortázar Lara y Jorge Manzanera Quintana, Secretario del Trabajo, coordinador de Comunicación Social y operador electoral de Calderón, respectivamente.
A estos últimos García Cabeza de Vaca les asignó tareas políticas y electorales para evitar la derrota en la elección de Gobernador de Tamaulipas, sin lograr su cometido, ya que a partir del 1 de octubre, el Partido Morena gobernará Tamaulipas y el Gobernador saliente se va con cargos de delincuencia organizada, uso de recursos de procedencia ilícita, defraudación fiscal y enriquecimiento ilícito.
Este grupo, de acuerdo con expertos y políticos, es quien acompaña la resistencia del Gobernador saliente para con su sucesor Américo Villarreal Anaya a quien acusa de tener vínculos con el crimen organizado, lo que llevó al PAN a impugnar la elección completa.
“Al llegar al Gobierno [García Cabeza de Vaca] contrató a un grupo de expertos, todos panistas, para que fueran sus asesores y les pagó mucho dinero. Seis años después, vimos que ha sido una de las gubernaturas más perniciosas y es mucho decir, ya que Tamaulipas viene de estar con un Yarrington, Eugenio Hernández y muchos gobernadores nefastos […] Cuando él llegó todo mundo decía que qué bueno que había llegado un Gobernador nuevo de otro partido, luego de ser un estado netamente priista. Que él acabaría con toda la tradición priista de corrupción, enriquecimiento ilícito, vinculación al crimen organizado… había esa percepción”, comentó en entrevista la doctora Guadalupe Correa, profesora asociada en la Universidad de George Mason en Virginia, Estados Unidos.
Por su parte, Úrsula Patricia Salazar, Diputada de Morena en Tamaulipas comentó al respecto que cuando llegó el Gobierno panista, los tamaulipecos estaban ansiosos de un cambio, tanto que la campaña de Cabeza de Vaca tuvo como slogan «los vientos del cambio» pero —dijo— “ni a soplo llegó porque no vimos un cambio sustancial en el Estado en muchos sentidos […] El de Cabeza será uno de los capítulos más tristes y vergonzosos de la historia de Tamaulipas. Fuimos gobernados por un hombre que rebasa todos los límites del raciocinio humano”.
La Diputada del Congreso de Tamaulipas, al momento de hablar de los retos que tiene el nuevo Gobierno menciona el de la gobernabilidad y el Fiscal, lo que lleva de nueva cuenta a Felipe Calderón.
“En esta legislatura, el periodo pasado, el último día se dictaminó algo atroz y vergonzoso. Le están quitando la gobernabilidad al doctor Américo Villarreal en el ámbito de la seguridad, ya que una de las responsabilidades que tiene el Gobernador es mantener la seguridad de todos los tamaulipecos y con este dictamen que hicieron el 30 de junio (y de manera atropellada) es hacer una super Fiscalía donde le dan todo el empoderamiento a una sola persona que es el Fiscal Irving Barrios Mojica, que es el creador del ‘michoacanazo’”, comentó.
Barrios Mojica fue designado Procurador cuando García Cabeza de Vaca llegó al Gobierno, en 2016, y fue promovido por el propio mandatario como Fiscal hasta el 2025, con la posibilidad de extender su cargo hasta 2032, a partir de una reforma realizada a la Constitución del estado en septiembre pasado que eliminó el impedimento de ser reelecto.
Durante su gestión, el exsubprocurador de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) ha sido señalado de emprender una persecución contra alcaldes, diputados y dirigentes de Morena, que acusan a Barrios Mojica de fabricarles delitos, algo que él ha negado.
El operativo conocido como “el michoacanazo”, es un episodio que ocurrió el 26 de mayo de 2009. Se trató de un intento de procesamiento de autoridades de Michoacán que terminó por ser exhibido como un montaje: se detuvo a 11 presidentes municipales, 16 funcionarios del Gobierno estatal, un Juez y algunos policías. Las detenciones fueron realizadas por elementos del Ejército mexicano y la Policía Federal. Finalmente todos quedaron libres.
Correa-Cabrera mencionó que ese es el modo de actuar de Barrios Mojica, ya que en Tamaulipas recientemente fueron acusados los hijos del Gobernador electo de tener nexos con el crimen organizado. Las acusaciones incluyeron órdenes de aprehensión sin que hubiera realmente pruebas.
Santiago Nieto Castillo, miembro del equipo de transición de Villarreal, señaló que en Tamaulipas se asentó este grupo político conformado por diversas figuras de la oposición con la única finalidad de apoyar a García Cabeza de Vaca y operar con ayuda de los recursos del estado.
“Lo que estamos viendo en Tamaulipas es que finalmente se trata de un grupo político muy claro, que surge en el Senado de la República, que estuvo buscando ganar gubernaturas, ganaron varias de ellas, Baja California Sur, por supuesto Tamaulipas, estuvieron presentes en Aguascalientes, en Durango y es un grupo político que fue buscando una base homogénea. A partir del paso del tiempo, fueron perdiendo uno a uno sus bastiones y finalmente generaron lo que conocemos como Alianza Federalista, uno de los más grandes errores políticos que hemos visto en los últimos años después de la transición democrática y después de 2018. Este grupo político estaba pensando en eso, en hacerse del poder en el año 2024”, dijo Nieto a SinEmbargo Al Aire el pasado 31 de mayo.
Ahora, ese mismo grupo, ligado al expresidente Felipe Calderón, ha perdido su último bastión.