Este día, más de 60 víctimas de la llamada “guerra sucia” en México concluyeron que el Campo Militar No. 1 en la Ciudad de México fue escenario de violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. La Comisión para la Verdad indicó que consiguió el ingreso a las instalaciones junto a familiares y personas que vivieron tortura o desaparición forzada, lo cual es un hecho de carácter histórico.
Ciudad de México, 23 de septiembre (SinEmbargo).- El Campo Militar No. 1 de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) guarda vestigios de la sangre de gente inocente que fue torturada hasta la muerte en ese lugar, afirmó Micaela Cabañas, hija del maestro y guerrillero Lucio Cabañas Barrientos.
«Esos lugares guardan vestigios de sangre, de sangre de gente inocente que no pidieron eso, que simple y sencillamente se apedillaban, vivían en el campo como cualquier campesino y simple y sencillamente se les atravesaron a los campesinos en aquel entonces y decidieron que eran guerrilleros, personas de mal y les hicieron ese daño, los torturaron hasta la muerte y es doloroso porque vemos a sus familiares buscándolos todavía a pesar de que pasaron 48 años», dijo Cabañas en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire.
El Campo Militar Número No. 1, identificado como prisión clandestina y centro de torturas contra disidentes, abrió sus puertas el pasado martes 20 de septiembre a medio centenar de sobrevivientes y familiares de asesinados y desaparecidos en la guerra sucia del Estado contra los movimientos insurgentes, un acontecimiento histórico impulsado por la Comisión de la Verdad para el esclarecimiento de hechos entre 1965 y 1990.
Entre los integrantes de la misión de reconocimiento de la prisión militar, que fue sede también de la siniestra Brigada Blanca, se encuentran Micaela Cabañas Ayala, hija de Lucio Cabañas Barrientos, el fundador del Partido de los Pobres que fue asesinado hace 48 años, y Rafael Ramos Eusebio, militante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, fundada hace 49 años, dos de los principales grupos guerrilleros de México.
Siendo una niña, Micaela Cabañas estuvo presa en el Campo Militar Número Uno junto con su madre, quien fue torturada por el General Mario Arturo Acosta Chaparro y violada por el exgobernador de Guerrero Rubén Figueroa Figueroa.
«Ese lugar que yo consideraba mi casa, cuando entré con los familiares buscábamos un lugar así como recodábamos, un estructura igual. Ustedes saben que ya pasaron casi 50 años y la verdad es que nosotros no estábamos preparados psicológicamente para ciertos espacios, buscamos de manera visual los lugares que se pudieran recordar y hallamos ese lugar que en aquel entonces, para los niños que vivísimo y crecimos ahí en la época de los 70 fuera nuestra casa».
La hija de hija de Lucio Cabañas relató que al entrar al lugar sintió cierta alegría pues regresó al lugar donde vivió cuendo era tan solo una niña, pero después, dijo, la invadieron una serie de ideas y sentimientos por los sucesos que ahí ocurrieron.
«Es doloroso decirlo y pensarlo y es hasta horroroso pero a mí me dio alegría encontrar el lugar. Después me desató una serie de ideas y sentimientos encontrados. Es el primer paso del inicio de esa escritura de esa conmemoración de la memoria histórica, gracias al Gobierno que hoy encabeza el Licenciado Andrés Manuel y a las diferentes instituciones que han cooperado par que nosotros demos hoy ese paso tan importante para las víctimas».
La activista recordó que su instancia en el campo militar fue durante su niñez, situación por la que no recuerda muchas cosas, sin embargo, dijo, algunos de los sobrevivientes le han contado las atrocidades que sufrieron al interior de este lugar.
«Es doloroso escuchar de viva voz de las personas sobrevivientes de todas las atrocidades y lo que tuvieron que pasar ahí, sobre todo la tortura psicológica, corporal, fue difícil. De manera muy sentimental puedo decir que para mí era importantísimo encontrar ese lugar, saber que yo había estado ahí y también sentir ese vacío de que mi mamá había sufrido tantas barbaridades dentro de».
Luego de la visita al campo militar, dos días después, el 23 de septiembre, más de 60 víctimas de la llamada “guerra sucia” en México concluyeron que el Campo Militar No. 1 en la Ciudad de México fue escenario de violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.
En una conferencia de prensa donde se presentó un balance de las primeras acciones de reconocimiento de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento histórico y el Impulso a la Justicia en el Campo Militar No.1, los familiares y sobrevivientes de la represión militar y política aplicada por el Estado mexicano entre 1965 y 1990 plantearon que el objetivo central de este ejercicio fue identificar las instalaciones y conocer los lugares donde presuntamente se llevaron a cabo detenciones, actos de torturas y en algunos casos desapariciones de personas.
La Comisión, aclararon, no es una entidad pericial, sino que busca datos y testimonios que puedan judicializarse.
Finalmente, Micaela Cabañas dijo que este es tan solo el primer paso en una lucha por la búsqueda de la verdad que ha durado casi 50 años e indicó, que de ser posible, también visitarán otros campos militares que se sospecha fueron utilizados como prisiones.
«Ya iniciamos, iniciamos bien, tenemos hambre de justicia desde hace más de 50 años. Ojalá y los tiempos nos den, ojalá y se pueda lograr más, hay todas las condiciones por parte de las autoridades y las víctimas nos hemos comportado de la manera más respetuosa y nos sentimos cobijados por las instituciones que nos acompañan. Sé que se van han lograr hallazgos importantes e inéditos, sé que el tiempo ha borrado muchas huellas pero tiene que haber algo, tenemos que encontrar algo y hay muchas personas que saben cosas y que ahora con esta apertura se decidan a hablar y podamos llegar a esa verdad histórica que podría sanar nuestra existencia».
El primer ingreso formal, el pasado martes, a lo que sigue siendo prisión militar, tienen un enorme significado en los trabajos de la Comisión para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (COVeH), 1965-1990, creada por decreto por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, luego de que, el 22 de junio, los familiares de las víctimas de la represión participaron en una ceremonia en ese lugar, donde también protestaron porque el General Secretario, Luis Crescencio Sandoval, informó que se inscribirán los nombres de militares fallecidos junto a los de éstas.