Este lunes culminaron los 10 días de luto nacional por el deceso de la reina Isabel II con una misa realizada en la Abadía de Westminister, por lo que ahora será trasladada al Castillo de Windsor, donde habrá una ceremonia más íntima y donde será finalmente sepultada; cientos de personas atendieron al funeral de Estado sin temor a ocultar su tristeza por la monarca.
Por Sylvia Hui
Londres, 19 de septiembre (AP).— Después del fastuoso funeral de Estado, la reina Isabel II recibirá sepultura final en una ceremonia íntima lejos de las cámaras en el Castillo de Windsor, al lado de su fallecido esposo y sus padres.
El rey Carlos III y otros miembros de la realeza se concentrarán para la ceremonia el lunes en la noche en la Capilla de San Jorge, una iglesia gótica en los predios del Castillo de Windsor donde se han celebrado bodas, bautizos y entierros reales desde el siglo XV.
Es el lugar de descanso final de 10 monarcas británicos, entre ellos Enrique VIII y el decapitado Carlos I. Los padres de Isabel II, el rey Jorge VI y la reina Isabel, fueron inhumados allí junto con las cenizas de la princesa Margarita, la hermana menor de la reina.
Es también cuna de la Orden de Garter, una antigua orden de caballeros fundada por el rey Eduardo III en 1348.
Allí el año pasado la reina dio su último adiós a su esposo, el rey Felipe, en un funeral con fuertes medidas contra la COVID-19 en que sólo se permitió la presencia simultánea de 30 personas en el lugar.
El lunes en la noche el féretro de la reina será inhumado al lado de los restos de Felipe en la capilla memorial del rey Jorge VI, un anexo dentro de la capilla.
Ese lugar, junto con el Palacio de Windsor, fueron prominentes en la vida de la reina. Fue allí donde celebró muchas Pascuas y donde se casaron tres de sus nietos: el príncipe Enrique con Meghan Markle en 2018; la princesa Eugenia con Jack Brooksbank, y Peter Philips con Autumn Kelly allí en 2008.
La reina pasó la mayoría de sus fines de semana en Windsor, un lugar más aislado y tranquilo que el Palacio de Buckingham en el centro de Londres.
El castillo —que al parecer es el palacio habitado más grande del mundo— fue también donde las princesas Isabel y Margarita pasaron la Segunda Guerra Mundial cuando sus padres estaban ocupados con la campaña militar.
ENTRE LÁGRIMAS DESPIDEN A LA REINA ISABEL
Multitudes se congregaron en las calles de Londres para despedir a la reina Isabel II, cuyo funeral de Estado convocó el lunes a reyes, príncipes, presidentes y primeros ministros de distintas partes del mundo.
Docenas de miembros del personal del Palacio de Buckingham estuvieron de pie en fila en el patio del palacio y muchos hicieron una reverencia cuando el féretro pasó cerca.
Multitudes atestaron la ruta por el centro ceremonial de Londres y muchos miles se agruparon sobre las carreteras suburbanas por donde pasó la carroza fúnebre de camino al Castillo de Windsor para el entierro de la reina en la Capilla de San Jorge.
A una mujer con un sombrero floral en Hyde Park le corrían lágrimas por el rostro, otra llevaba una pequeña taza de té con un emblema real y un hombre con la bandera británica sostenía un Oso Paddington. Los asistentes hicieron reverencias al escuchar la misa en la Abadía de Westminster.
El Reino Unido guardó dos minutos de silencio tras la misa, después de lo cual se entontó el himno nacional, ahora titulado “God Save the King” ("Dios guarde al rey").