Rusia se vio obligada a replegar a sus fuerzas de grandes secciones del noreste de Ucrania la semana pasada, luego de una fuerte contraofensiva ucraniana.
SAMARCANDA, Uzbekistán, 17 de septiembre (AP).— El Presidente ruso Vladímir Putin se comprometió el viernes a proseguir su ataque contra Ucrania pese a la última contraofensiva de los soldados de Kiev y advirtió que Moscú pudiera incrementar la intensidad si las fuerzas ucranianas agreden infraestructura en Rusia.
En declaraciones a reporteros el viernes tras participar en una cumbre en Uzbekistán de la Organización Shanghái de Cooperación, Putin dijo que la «liberación» de toda la región oriental ucraniana de Donbás seguía siendo el principal objetivo militar de Rusia y que él no ve necesidad de cambiarlo.
«No tenemos prisa», aseguró el Presidente ruso, y añadió que Rusia solamente ha desplegado a soldados voluntarios para pelear en Ucrania. Algunos políticos de línea dura han exhortado al Kremlin a seguir el ejemplo de Ucrania y ordenar una amplia movilización para reforzar las filas, lamentando la escasez de personal ruso.
Rusia se vio obligada a replegar a sus fuerzas de grandes secciones del noreste de Ucrania la semana pasada, luego de una fuerte contraofensiva ucraniana. La operación de Kiev para recuperar el control de varias ciudades ocupadas por Moscú marcó el mayor revés para las fuerzas rusas desde que tuvieron que retirarse de zonas cercanas a la capital en la primera etapa de la guerra.
En su primer comentario sobre la contraofensiva ucraniana, Putin dijo: «Veremos cómo se desarrolla y cómo termina».
Hizo notar que Ucrania ha intentado atacar infraestructura civil en Rusia y «hasta ahora hemos respondido con mesura, pero sólo hasta ahora».
«Si la situación se desarrolla de esta forma, nuestra respuesta será más fuerte», advirtió el mandatario ruso.
Argumentó, sin proporcionar detalles, que Ucrania ha intentado lanzar ataques «cerca de nuestras instalaciones nucleares, nuestras plantas nucleares», y añadió que el Kremlin responderá «si ellos no entienden que esos métodos son inaceptables».
Putin también trató de apaciguar la preocupación de India por el conflicto en Ucrania, diciéndole al Primer Ministro Narendra Modi que Moscú quiere ver un fin rápido de los combates y afirmando que las autoridades ucranianas no quieren negociar.
«Lamentablemente, la otra parte, los líderes de Ucrania, ha rechazado el proceso de negociaciones y han declarado que quieren conseguir sus objetivos por la vía militar, en el campo de batalla», añadió Putin.
Por su parte, el Presidente chino Xi Jinping advirtió a sus vecinos de Asia central que no permitan que otros países los desestabilicen con «revoluciones de colores», y ofreció establecer un centro regional de entrenamiento antiterrorismo.
Los comentarios de Xi en la cumbre de seguridad con Putin y líderes de Asia Central, India e Irán reflejan la ansiedad oficial china de que el respaldo de Occidente a activistas prodemocráticos y de derechos humanos sea un plan para socavar al Gobernante Partido Comunista chino y otros regímenes.
«Debemos prevenir que fuerzas externas instiguen una revolución de colores», declaró Xi durante un discurso en la conferencia, aludiendo a las protestas que derrocaron gobiernos impopulares en la antigua Unión Soviética y Medio Oriente.
En la cumbre de un día en la histórica ciudad uzbeka de Samarcanda, Xi ofreció capacitar a dos mil policías, establecer un centro regional de entrenamiento antiterrorismo y «fortalecer la capacidad de las agencias de la ley». No dio más detalles.
China y Rusia formaron la Organización Shanghái de Cooperación para contrarrestar la influencia de Estados Unidos. La cumbre forma parte del primer viaje de Xi al extranjero desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19 hace dos años y medio, lo que resalta la importancia que le da Beijing a establecerse como un líder regional.
El grupo incluye a Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán. Irán participa como observador y ha pedido membresía plena.
Xi está promoviendo una «Iniciativa Global de Seguridad» anunciada en abril tras la formación del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (Quad, por su acrónimo en inglés), un foro informal entre los gobiernos de Estados Unidos, Japón, Australia e India que ha sido visto ampliamente como una respuesta a la política exterior de Beijing. Xi ha dado pocos detalles, pero funcionarios estadounidenses se quejan de que el plan se hace eco de argumentos de Rusia en respaldo a las acciones de Moscú en Ucrania.