Desde que Rusia invadió a su vecino el 24 de febrero, el aumento en los precios de los alimentos, los combustibles y los fertilizantes ha acercado a 70 millones de personas a padecer hambre
Por Edith M. Lederer
NACIONES UNIDAS, 16 de septiembre (AP).— El jefe del Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió el jueves que el mundo enfrenta una «emergencia global de magnitud sin precedentes», en la que 345 millones de personas se encaminan a la inanición y 70 millones se encuentran más cerca de padecer hambre debido a la guerra en Ucrania.
David Beasley, director ejecutivo del programa, dijo al Consejo de Seguridad que los 345 millones de personas que enfrentan una inseguridad alimentaria aguda en los 82 países donde opera la agencia son 2.5 veces el número de personas que estaban en situación similar antes de que llegara la pandemia de la COVID-19 en 2020.
Señaló que es increíblemente preocupante que 50 millones de esas personas en 45 países estén sufriendo desnutrición muy aguda y estén «tocando a la puerta del hambre».
As this year's #UNGA gets underway, the number of people experiencing extreme hunger is accelerating at an unprecedented pace.
Understand what’s driving the global #FoodCrisis – and what’s needed from world leaders to stop it. pic.twitter.com/zIFKBkAKOJ
— World Food Programme (@WFP) September 15, 2022
«Lo que era una ola de hambre ahora es un tsunami de hambre», advirtió, e hizo notar el aumento de los conflictos, las repercusiones económicas de la pandemia, el cambio climático, el alza en el precio de los combustibles y la guerra en Ucrania.
Desde que Rusia invadió a su vecino el 24 de febrero, el aumento en los precios de los alimentos, los combustibles y los fertilizantes ha acercado a 70 millones de personas a padecer hambre, dijo Beasley.
A pesar del acuerdo en julio que permitió el transporte marítimo de cereales ucranianos desde tres puertos del Mar Negro que estuvieron bloqueados por Rusia, y los continuos intentos para conseguir la reanudación de los envíos de los fertilizantes rusos a los mercados globales, «existe un riesgo real y peligroso de varias hambrunas este año», dijo. «Y en 2023, la actual crisis en los precios de los alimentos podría pasar a ser una crisis de disponibilidad de alimentos si no actuamos».
El Consejo de Seguridad se centró en la inseguridad alimentaria inducida por los conflictos y el riesgo de hambruna en Etiopía, el noreste de Nigeria, Sudán del Sur y Yemen. Sin embargo, Beasley y Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, también advirtieron sobre la crisis alimentaria en Somalia, a la que visitaron en fecha reciente. Griffiths también colocó a Afganistán en los primeros lugares de la lista.
«Habrá hambruna en Somalia», advirtió Griffiths, y «tengan la seguridad de que tampoco será el único lugar».
Mencionó valoraciones recientes que identificaron a «cientos de miles de personas que enfrentan niveles catastróficos de hambre», lo que significa que se ubican en la peor situación de «hambruna».
Beasley recordó su advertencia al consejo en abril de 2020 de «que estamos enfrentando hambruna, inanición de proporciones bíblicas». Dijo que en ese entonces el mundo «intensificó sus acciones con financiación y una gran respuesta, y evitamos la catástrofe».