La inteligencia militar ucraniana informó de rendiciones masivas de soldados rusos. Un asesor de Volodímir Zelenski dijo que había tantos prisioneros de guerra que Ucrania se estaba quedando sin espacio para alojarlos.
Por Elena Becatoros y Hanna Arhirova
JÁRKIV, Ucrania (AP).— Las tropas ucranianas aumentaban el martes la presión sobre las fuerzas rusas en retirada y trataban de asegurar su repentina ventaja, que ha supuesto grandes avances territoriales y una presión inesperada para el Kremlin.
Nuevas banderas amarillas y azules ondeaban en los edificios más altos que quedaban en poblaciones medio destruidas en torno a la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkiv, mientras los soldados ucranianos inspeccionaban tanques rusos calcinados que habían quedado por el camino.
“Desde principios de septiembre hasta hoy, nuestros soldados ya han liberado más de seis mil kilómetros cuadrados del territorio de Ucrania, en el este y el sur. El movimiento de nuestras tropas continúa”, dijo el Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en su mensaje vespertino del lunes.
Muchos de los avances militares anunciados no podían verificarse de forma independiente.
La inteligencia británica echó sal en las heridas rusas al afirmar que uno de los principales contingentes rusos, el Primer Ejército de Tanques de la Guardia, había quedado “gravemente degradado” durante la invasión y que “la fuerza convencional de Rusia diseñada para contrarrestar a la OTAN está muy debilitada. Probablemente Rusia tardará años en reconstruir su capacidad”.
Pero la retirada no impidió a Rusia castigar las posiciones ucranianas. El martes de madrugada atacó la ciudad de Lozova, en la región de Járkiv, donde mató a tres personas e hirió a nueve, según el Gobernador regional Oleh Syniehubov.
Seis proyectiles cayeron durante la noche en la zona de Nikopol, que está al otro lado del río Dniéper desde la central nuclear de Zaporiyia, aunque no se reportaron heridos en un primer momento, señaló el Gobernador regional, Valentyn Reznichenko. Los ataques constantes han dejado en una situación precaria a la central nuclear más grande de Europa.
Zelenski criticó de forma específica a Rusia por atacar infraestructura energética durante los últimos días. “Cientos y miles de ucranianos se encuentran en la oscuridad, sin electricidad. Casas, hospitales, escuelas, infraestructura comunitaria... lugares que no tienen absolutamente nada que ver con la infraestructura de las fuerzas armadas de nuestro país”.
Eso sólo podía significar una cosa, afirmó. “Esto es un indicio de la desesperación de los que idearon esta guerra. Así es como reaccionan a la derrota de las fuerzas rusas en la región de Járkiv. No pueden hacer nada a nuestros héroes en el campo de batalla”.
El Kremlin no ha encontrado una respuesta a la contraofensiva, su peor derrota militar en Ucrania desde que sus fuerzas se retiraron de los alrededores de Kiev tras un intento fallido de tomar la capital al comienzo de la invasión.
El Ministerio ruso de Defensa admitió el revés en un mapa que mostraba a sus tropas arrinconadas a lo largo de una estrecha franja de tierra en la frontera con Rusia, una admisión tácita de grandes avances ucranianos.
Aún no estaba claro si la rápida ofensiva ucraniana podría suponer un punto de inflexión en la guerra. La iniciativa ha cambiado de manos antes, pero rara vez de forma tan clara y repentina.
En Rusia, algunos atribuyeron las pérdidas a las armas y combatientes occidentales.
“No fue Ucrania la que atacó Izium, sino la OTAN”, afirmaba un titular en el diario con apoyo estatal Komsomolskaya Pravda, en alusión a uno de los lugares donde Rusia dice haber retirado tropas.
Por otro lado, vecinos de un pueblo ruso junto a la frontera con Ucrania fueron evacuados después de que proyectiles lanzados por tropas ucranianas mataran a una persona, según la agencia rusa de noticias Tass.
El reporte citó al responsable del Gobierno local en Logachevka, que dijo que las tropas ucranianas habían disparado contra un control fronterizo.