La situación laboral que denuncian impacta directamente en sueldos bajos para la mayoría de la planta docente, así como prestaciones más bajas y su desarrollo profesional, ya que los profesores no pueden acceder a programas de investigación en comparación con los denominados profesores de carrera, quienes tienen mejores sueldos, prestaciones y acceso a programas de investigación.
Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).– Desde hace al menos dos años, profesores de educación media y media superior del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han denunciado que se encuentran en una situación laboral crítica, ya que tienen bajos salarios, nulas oportunidades de crecimiento profesional a la par que las autoridades y el sindicato, bajo un proceso opaco, otorgan plazas de base de docente a quienes conviene a sus intereses.
Las recientes protestas estudiantiles que han tenido lugar en el Politécnico han puesto nuevamente sobre la mesa la precaria situación laboral de los profesores, en especial los de asignatura, quienes desde hace al menos dos años han venido denunciando los obstáculos para obtener una plaza de base en dicha casa de estudios.
“Somos como el 57 por ciento, profesores de asignatura, el trabajo lo sacamos los profesores de asignatura, los de 20 horas también, ya menos los de 30 horas”, dijo en entrevista con SinEmbargo la profesora Minerva Nájera Martínez, quien imparte clases de fisicoquímica y bioquímica a nivel licenciatura en el IPN. Ella consideró que “como marca la Constitución”, los docentes deberían tener derecho a que, después de seis meses y un día, se les otorgue la contratación definitiva, lo cual mejoraría sus condiciones de trabajo.
De acuerdo con el portal de la Coordinación General de Planeación e Información Institucional del IPN, hasta el 2016, esta casa de estudios contaba con una planta docente de 16 mil 947 profesores, de los cuales el 53 por ciento eran docentes que trabajaban bajo un esquema de tiempos parciales; el 24 por ciento eran profesores de asignatura, quienes impartían menos de veinte horas a la semana; y el 29 por ciento, que podía dictar entre 20 y 30 horas de clase.
«Un profesor contratado por horas puede ser un profesor llamado interino puro, le decimos nosotros, es decir un interino da clases de cinco horas, a lo mejor en un semestre, pero esas horas no son de él [no están basificadas], así entramos al Politécnico”, dijo.
Luis Javier Víctor Rosas, profesor de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, explicó a su vez que los maestros de asignatura interinos son los más perjudicados por un “sistema muy complejo, muy jerárquico” que está establecido en el IPN para sus trabajadores.
“Dentro de los profesores de asignatura, hay dos categorías; hay profesores de asignatura interinos, que son lo que tiene menos estabilidad laboral porque eso significa que cada semestre están sujetos a renovación de interinatos en términos de la necesidad y de las posibilidades presupuestarias de cursos, o sea, los interinos tienen contratos de semestres, es un contrato semestral”, detalló en entrevista para SinEmbargo.
“Y hay algunos profesores de asignatura, que es por ejemplo mi caso, que terminamos siendo una combinación, profesores de asignatura basificados que tenemos algunas horas de base, lo que significa que ya tenemos cursos para los que tenemos una base, por lo menos hay un poco menos de incertidumbre laboral, porque en el caso de los interinos tienen trabajo este semestre pero no saben si el próximo van a a tener, están completamente sujetos a eso”, ahondó el docente.
MARCHAS EXHIBEN PRECARIEDAD
El pasado 23 de agosto, estudiantes de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), ubicada en el Casco de Santo Tomás, en la Ciudad de México, tomaron las instalaciones de este plantel y suspendieron actividades en el mismo, en protesta por el presunto desvío de fondos por parte de Yadira Rivera Espinoza, directora de ese plantel.
Al paro se sumaron alumnos de otras escuelas pertenecientes al IPN, como la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (UPIICSA); Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI); la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), unidad Azcapotzalco; la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, unidad Zacatenco; algunos Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos del nivel bachillerato (CECyT); y la Unidad Interdisciplinaria de Ingeniería en León, Guanajuato.
Aunque la principal demanda de los alumnos es que hay una escasez de espacios en la matrícula, lo que a su vez está generando alumnos «de primera, de segunda y de tercera», uno de los temas que de nuevo salió a relucir es el de las condiciones laborales de los profesores, particularmente los denominados de asignatura, que son la mayoría en el Instituto.
“Realmente los profesores de asignatura son profesores que se encargan de dar las clases, digamos que es la fuerza de trabajo dentro del Instituto, pero que no tienen posibilidades de realizar otras actividades o al menos no actividades remuneradas”, explicó el profesor Víctor Rosas.
Tal situación laboral impacta directamente en sueldos bajos para la mayoría de la planta docente, así como prestaciones más bajas y su desarrollo profesional, ya que los profesores no pueden acceder a programas de investigación en comparación con los denominados profesores de carrera, quienes tienen asignadas 40 horas laborales a la semana, con mejores sueldos, prestaciones y acceso a programas de investigación, pero que representa el otro 47 por ciento del personal académico del IPN.
“En términos poblacionales, la inmensa mayoría de los profesores del Politécnico, es un porcentaje que ha ido en aumento, está compuesto por profesores de asignatura, justamente se denominan profesores de asignatura porque se considera que su función primordial y casi única es impartir clases frente a grupo, de manera que en el esquema de profesor de asignatura, son profesores casi siempre de tiempo parcial”, comentó Víctor Rosas, y enfatizó que, además, “el pago por hora para los profesores de asignatura es de los más bajos en el tabulador”, dijo la profesora Nájera Martínez.
Para resolver las demandas de los alumnos, según la respuesta que las autoridades politécnicas emitieron el pasado 31 de agosto a través de un comunicado, una de las opciones que contemplaron fue la de contratar más docentes bajo el esquema de interinos, quienes son los que peores condiciones laborales mantienen, ya que el sueldo que perciben se encuentra entre los siete mil y quince mil pesos mensuales, según se señala en el portal de la Coordinación General de Planeación e Información Institucional del IPN.
A lo que se suma que los profesores de asignatura tienen un número limitado de horas de clase. “Como profesor de asignatura también hay limitantes en términos del número máximo de horas que puedas impartir clases frente a grupo, porque para empezar se toman en cuenta sólo las horas que impartes frente a grupo, pero inclusive hay límites”, señaló Víctor Rosas, quien explicó que un profesor no puede impartir más de 24 horas de clase frente a grupo a la semana, lo que “hace que los ingresos de los profesores de asignatura del Politécnico sean ingresos bastante modestos, por decir lo menos”, por lo que los docentes se ven en la necesidad de buscar trabajos adicionales.
Este hecho afecta, incluso, a profesores que llevan años en el Instituto o que ya se han jubilado, como comentó la profesora Nájera al referirse al caso de un docente del IPN quien no se ha jubilado “en el Poli porque su pensión sería muy baja, se jubilaría con el sueldo base y es muy bajo”, dijo. Por ello, añadió, “casi todos los profesores de asignatura tienen dos trabajos, por obvias razones”.
LA OPACIDAD EN LAS PLAZAS
La profesora Nájera sostuvo que además existen plazas de base de docentes ocupadas por personal administrativo. Hay, aseguró, alrededor de “dos mil trabajadores con plazas de docentes, el instituto ya no está contratando trabajadores de apoyo a la educación, les está dando plazas de docentes, hay casos en Biológicas de gente que está cuidando una biblioteca que tiene plaza de docente cuando debería tener plaza de trabajador de apoyo a la educación”.
De este hecho acusó al sindicato y a las autoridades politécnicas, las cuales, afirmó, cuentan con un registro de las plazas que han quedado vacantes, al cual los docentes no tienen acceso. “La información sobre el número de plaza, a quién pertenecía y por qué se liberó no es pública”, indicó la profesora, quien añadió que “el sindicato también tiene ese registro, sin embargo, el mismo desaparece y no volvemos a saber de la plaza”.
“Son negociaciones corruptas y eso lo hace el sindicato y lo hace la dirección, cuando ellos forman, porque cada año se debe hacer esto, la Comisión Mixta Paritaria, donde el Sindicato entrega el pliego petitorio a las autoridades, tiene que haber una convocatoria de basificación, pero las cifras ya la saben ellos, tanto unos como otros, entonces dicen ‘tantas plazas para mi y tantas para ti, y yo saco una convocatoria, y para esta convocatoria tengo tantas plazas. Causalmente se ha dado el caso de que todos los participantes cumplen con los requisitos pero no alcanzan las plazas”, acusó.
De acuerdo con información proporcionada por la profesora Minerva Nájera, quien facilitó un documento a SinEmbargo, hay al menos mil 078 casos de personal con cargos de profesor de carrera en puestos de trabajadores de apoyo a la educación, de los cuales 201 se encuentran laborando en el Área Central del IPN, 310 están repartidos en centros de educación media superior; 524 en centros de Educación Superior; 30 en centros de investigación; y 13 en Centros de Educación Continua. En la lista se encuentran personas que son pasantes de carrera profesional, otras tienen carrera técnica, licenciaturas trunca o incluso no tienen estudios, se detalla en el texto.
Por su parte, el profesor Víctor Rosas coincidió en que ha habido opacidad en la información sobre el número de plazas vacantes, y aunque destacó que no tenía información confirmada de que se asignaron plazas de docente a trabajadores administrativos, aseguró que existían dos casos confirmados. Al menos hay “un par de casos documentados y múltiples rumores de que las plazas académicas de tiempo completo que se pierden se ha redistribuido en plazas administrativas en el el área central de Zacatenco o a veces se han redistribuido de manera discrecional, aunque no es algo que se pueda confirmar de primera voz”, comentó.
“Sí hay opacidad, ya que hay profesores que se han jubilado, que han fallecido, y no ha quedado claro cómo se han redistribuido esas plazas, porque la expectativa es que eso debería haber redundado en la disminución de profesores de asignatura o en una mejora en las condiciones de los profesores de asignatura y en la práctica eso no se ha visto”, ahondó.
Ambos docentes coinciden que la actual protesta estudiantil en el IPN no va a mejorar sus condiciones laborales de forma inmediata. Sin embargo, Victor Rosas opinó que “al final, las demandas, los problemas de los estudiantes, están inevitablemente ligados a los problemas de los docentes”.
“Si se busca una solución a largo plazo a las problemáticas que experimentan los estudiantes, a las demandas estudiantiles, sí tendría que pasar por resolver la situación con las condiciones de trabajo de los profesores de asignatura. No sé si sea algo que vaya a pasar, pero la solución realmente satisfactoria de las demandas de los estudiantes va a requerir, no a corto plazo porque no es algo que se va a resolver a corto plazo, pero a mediano y largo plazo sí requeriría que se resolviera también la situación con las condiciones de trabajo de los profesores del Politécnico y principalmente de los profesores de asignatura”, ahondó.
En tanto, la profesora Nájera dijo que no espera que la reciente protesta estudiantil resuelva las condiciones laborales de los docentes. “No, la de los profesores no. Espero que sí se haga algo pero los profesores debemos tener nuestro propio proceso, nuestras propias exigencias, ya sabemos cuales son los males”, ya que consideró que “el problema de los profesores lo tenemos que tomar nosotros en nuestras manos, los profesores”.