Un movimiento de desobediencia civil está cobrando impulso en el Reino Unido. Miles de consumidores han firmado un compromiso de no pagar sus facturas de gas y electricidad en otoño (boreal) si no se hace nada para atajar la dramática subida de precios.
Londres, 16 de agosto (RFI/AP).- Ya sea por principios, por falta de recursos, para denunciar la injusticia que han sufrido o en previsión de que se encuentre una solución, la participación en la campaña "No pagues" está en pleno apogeo. Más de 107 mil personas planean cancelar sus débitos automáticos para protestar contra la subida de los precios de la energía.
Por un lado, las organizaciones caritativas están preocupadas por la posibilidad de un fuerte endeudamiento, ya que la pobreza energética podría duplicarse hasta alcanzar los 12 millones de hogares. Por otro lado, Ofgem, el organismo regulador de la energía, advierte del riesgo de que le corten el gas y la electricidad.
The billionaires need us, we don’t need them.
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— Enough is Enough (@eiecampaign) August 11, 2022
LA MAYOR INFLACIÓN DESDE HACE MÁS DE CUATRO DÉCADAS
Se prevé que en otoño las facturas aumenten a unos tres mil 500 euros (cuatro mil 200 euros) al año para el hogar medio. Esto supone un aumento del 300 por ciento respecto al pasado mes de octubre. En enero, las facturas podrían alcanzar las cinco mil libras esterlinas o casi seis mil euros. Se trata de la mayor inflación en el Reino Unido desde hace más de 40 años.
El exprimer Ministro Gordon Brown ha publicado un artículo de opinión en The Guardian, en el que pide que las empresas energéticas que no puedan bajar sus tarifas vuelvan temporalmente al servicio público.
GOBIERNO BRITÁNICO SE REÚNE CON EMPRESAS ENERGÉTICAS
El Primer Ministro británico Boris Johnson y miembros de su Gobierno mantuvieron conversaciones poco fructíferas el pasado jueves con empresas de energía en medio de presiones crecientes para ayudar a la gente a afrontar el aumento desenfrenado de los precios del gas y la electricidad.
Johnson —en sus últimas semanas en funciones_, juntamente con el Jefe del Tesoro, Nadhim Zahawi, y Kwasi Kwarteng, Secretario de Negocios y Energía, se reunieron con Scottish Power, EDF, Centrica y otras firmas de energía. Pero Johnson sostuvo que las “decisiones fiscales significativas” deben quedar en manos de su sucesor, y las conversaciones no significaron alivio alguno para los británicos acosados por la crisis del costo de la vida.
Johnson dijo que el Gobierno “seguirá exhortando al sector de la electricidad que siga buscando la manera de aliviar las presiones del costo de la vida e invertir más y con mayor rapidez en la seguridad energética británica”.
Se insinuó que el Gobierno conservador podría tomar alguna medida. Dijo que “sigue evaluando las ganancias extraordinarias de ciertas partes del sector de generación de electricidad y las medidas apropiadas y correspondientes a tomar”.
Las tarifas de la energía han aumentado enormemente en todo el mundo este año a medida que la guerra en Ucrania reduce el suministro global de petróleo y gas. El problema alcanza una agudeza particular en Gran Bretaña, donde las tarifas que paga la gente están regidas por un tope de precios fijado por la autoridad vinculados con los precios mayoristas.
La cuenta promedio de un hogar ha aumentado más de 50 por ciento este año y se prevé un nuevo aumento en octubre. La consultora Cornwall Insight pronosticó esta semana que la tarifa promedio superará las tres mil 500 libras cuatro mil 300 dólares) anuales en el otoño boreal y será de más de cuatro mil libras (cuatro mil 900 dólares) el año próximo.
Los proveedores de energía dicen que los aumentos de precios no son culpa suya.
“Esto no depende de los vendedores minoristas de energía”, dijo Dale Vale, fundador de la firma de energía Ecotricity, a Shy News. “El problema está en el precio enloquecido del gas en los mercados globales de mercancías”.
-Con información de Sidonie Gaucher y Jill Lawless