Las Brigadas de Al-Qdus de Yihad Islámica confirmaron el domingo que el ataque en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, había matado a Khaled Mansour y otros dos milicianos. El bombardeo también mató a cinco civiles.
Por Fares Akram e Ilan Ben Zion
Ciudad de Gaza, Franja de Gaza, 7 de agosto (AP) — Un ataque aéreo israelí mató a un comandante del grupo armado palestino Yihad Islámica, según anunciaron los combatientes el domingo. Era el segundo líder del grupo asesinado en un conflicto transfronterizo que iba en aumento.
Khaled Mansour, que lideraba las operaciones del grupo con apoyo iraní en el sur de la Franja de Gaza, murió el sábado por la noche, al día siguiente de que otro ataque israelí matara al comandante del grupo miliciano en el norte. Los combates, que ya han matado a 29 palestinos, han incluido cohetes lanzados hacia Israel y suponen el peor episodio de violencia entre Israel y milicianos palestinos desde el final de una guerra de 11 días en 2021.
Mientras tanto, las tensiones podrían agravarse con la celebración de un feriado judío en el que legisladores israelíes ultranacionalistas tenían previsto visitar un sensible lugar de culto en Jerusalén, conocido para los judíos como Monte del Templo y para los musulmanes como Noble Santuario. Esas visitas pueden ser un detonante habitual de choques entre israelíes y palestinos.
Las Brigadas de Al-Qdus de Yihad Islámica confirmaron el domingo que el ataque en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, había matado a Mansour y otros dos milicianos. El bombardeo también mató a cinco civiles, incluidos un niño y tres mujeres, al destruir varias viviendas.
El Gobierno israelí también dijo que sus fuerzas habían matado a Mansour en el ataque, que describió como una operación conjunta de su ejército y agencias de inteligencia, autorizada por los líderes políticos del país.
El Primer Ministro de Israel, Yair Lapid, dijo que el ejército seguiría atacando objetivos en la Franja de Gaza “de una forma precisa y responsable para reducir al mínimo el daño a los no combatientes". Lapid, que ocupa el cargo de forma provisional hasta las elecciones israelíes en noviembre, describió el ataque como “un logro extraordinario”.
"La operación continuará el tiempo que sea necesario”, añadió en un comunicado.
El Ministerio gazatí de Salud informó el domingo de 29 muertos por ahora en los combates en la franja costera, entre los que había seis niños y cuatro mujeres. Al menos 253 personas habían resultado heridas para el domingo por la mañana.
Israel estimaba que sus ataques aéreos habían matado a unos 15 milicianos. El ejército israelí dijo que milicianos en Gaza habían lanzado 580 cohetes hacia Israel. Muchos de ellos habían sido interceptados por defensas antiaéreas, incluidos dos lanzados hacia Jerusalén.
Milicianos de Yihad Islámica seguían lanzando cohetes hacia Israel y el ejército israelí continuaba los ataques aéreos en Gaza, aunque la intensidad del fuego parecía remitir el domingo de madrugada. Las sirenas antiaéreas sonaron el domingo en la zona de Jerusalén por primera vez desde la guerra del año pasado entre milicianos palestinos e Israel en la Franja de Gaza.
Los judíos celebraban el domingo el Tisha B'av, un día solemne de ayuno que recuerda la destrucción de los templos bíblicos y atrae a miles de personas a Jerusalén para rezar. La policía israelí dijo a media mañana que varios cientos de judíos habían subido ya a la Explanada de las Mezquitas.
La policía describió la situación como tranquila mientras los judíos oraban en el Muro de los Lamentos, considerado como el lugar más sagrado donde pueden rezar los judíos.
En poblaciones palestinas de Cisjordania, las fuerzas israelíes de seguridad dijeron haber detenido a unos 19 supuestos miembros de Yihad Islámica en redadas durante la noche. Las fuerzas israelíes dijeron que sus tropas no habían sufrido lesiones en las redadas, en las que emplearon “métodos de dispersión de motines” cuando varios palestinos les arrojaron piedras y bombas improvisadas, además de disparar a los efectivos.
Los combates comenzaron el viernes, cuando Israel mató a un destacado comandante de Yihad Islámica en una serie de ataques que según las autoridades pretendían impedir una agresión inminente.
Hamas, un grupo armado más grande que gobierna Gaza, parecía mantenerse al margen del conflicto por ahora y limitó su respuesta. Israel y Hamas libraron una guerra hace apenas un año, uno de los cuatro grandes conflictos y batallas de menor escala que han mantenido a lo largo de 15 años, y que se cobró un duro precio sobre el empobrecido territorio donde viven dos millones de palestinos.
El ejército israelí dijo que un cohete perdido lanzado el sábado por la tarde por milicianos palestinos había matado a varios civiles, incluidos niños, en la localidad de Jabaliya, en el norte de Gaza. El ejército dijo haber concluido “sin duda” tras una pesquisa que el siniestro se debía a un lanzamiento fallido de Yihad Islámica. No había comentarios palestinos oficiales sobre el incidente.
Un trabajador médico palestino, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con la prensa, dijo que al menos seis personas, tres de ellas niños, habían muerto en la explosión.
Ataques israelíes mataron el sábado a una mujer de 75 años e hirieron a otras seis personas que se preparaban para asistir a una boda. Los ataques aéreos también destruyeron varias viviendas en la Franja de Gaza, algunas de ellas de miembros de Yihad Islámica.
La única central eléctrica en Gaza se detuvo el sábado a mediodía por falta de combustible. Israel ha mantenido cerrados los pasos fronterizos a Gaza desde el martes. Los gazatíes apenas podían disponer ahora de cuatro horas de electricidad diaria, lo que aumentaba su dependencia de generadores privados y agravaba la crisis energética crónica del territorio en la época de más calor del verano.