La crisis del agua que vive la capital neolonesa preocupa a saltillenses. Aunque Saltillo, además de Ramos Arizpe y Arteaga, no atraviesan un profundo desabasto, expertos indican que en Coahuila urge ya un plan preventivo para evitar una crisis hídrica en el plazo inmediato, porque nos estamos tomando el agua de las futuras generaciones.
Por Lucía Pérez Paz
Saltillo, 20 de agosto (Vanguardia).– Acabo de encontrar una mina de oro, fueron las palabras del Gobernador de Nuevo León, Samuel García, en un video difundido en su cuenta de Instagram, al referirse a una fuente de agua en el Cañón del Tragadero, en la Sierra Madre, ubicada en los límites con Coahuila. “A metros del municipio de Arteaga”, dijo.
El video, publicado el 15 de julio de este año, acaparó la atención de la ciudadanía de la región sureste de Coahuila. El Alcalde de Arteaga, Ramiro Durán, dijo que agricultores y población en general mostraron preocupación por estas declaraciones, por lo que respondió al Gobernador: “el agua de Coahuila se queda aquí”.
Horas más tarde, Samuel García aclaró que el agua que buscará utilizar está en el río Casillas en la localidad de Rayones en Nuevo León, no en Coahuila.
Descripción gráfica de cómo nos dejaron Nuevo León:https://t.co/NJ4SOA6ee5 pic.twitter.com/ady3AV0lo5
— Samuel García (@samuel_garcias) July 23, 2022
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN EN MONTERREY?
Monterrey es una potencia económica en México. De acuerdo con el Inegi, tiene una población de 1.1 millones de personas. El agua que abastece el municipio proviene de tres presas: El Cuchillo, Cerro Prieto y La Boca. Las últimas dos, a punto de colapsar, de acuerdo con información del Gobierno de Nuevo León.
Sin embargo, para el biólogo y activista medioambiental, Antonio Hernández, la crisis hídrica del vecino estado pudo prevenirse.
Dice que, en la pasada administración, por primera vez se visibilizaron los contextos de crisis que hoy se viven. A manera de prevención se creó un plan hídrico, el cual fue presentado en la etapa de transición del Gobierno actual.
“(Pero) el Gobierno de Jaime Rodríguez no implementó los proyectos que ellos mismos establecieron y esta administración (a cargo de Samuel García) mantuvo la falta de reacción”, expone.
El plan hídrico establece que para prevenir la crisis debe haber apertura de nuevas fuentes de agua.
“Se sabe desde hace más de 4 años, y las dos administraciones decidieron implementarlos hasta que la crisis explotó”, asegura.
Hernández expone que falta regulación en la explotación de agua para uso agrícola es otro de los problemas que llevaron a Monterrey a la crisis en el abastecimiento.
En el caso del agua subterránea, explica que es explotada por la industria y en agrícolas. Estos usos aún no han manifestado crisis, equivalentes a las que se tienen en los consumos domésticos.
“Eso lo podemos interpretar como una aparente estabilidad de agua subterránea, porque no existen estudios que determinen lo contrario. Solo las empresas desarrollaron la infraestructura para aprovecharla”, asegura.
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Monterrey obtiene su agua de presas; Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga la extraen de pozo
En este año, el problema que vive Monterrey ha generado interés ciudadano en los temas hídricos y se ha cuestionado sobre la situación que guarda el agua en la región sureste de Coahuila, en donde a diferencia del vecino estado, el agua que se usa no proviene de presas. Es subterránea.
En Saltillo no falta el agua, pero en los municipios de Arteaga y Ramos Arizpe, los alcaldes han manifestado que requieren más pozos para cubrir la demanda de la población en crecimiento.
“(Hablar de) nuevas perforaciones, eso ya es un indicio de que la cosa no anda bien”, explica Rosario Sánchez Flores, quien es experta en temas hídricos y académica en la Universidad de Texas A&M.
“No estamos pensando en los efectos a los acuíferos, o en que tenemos que reutilizar el agua. El agua no es infinita y a mayores profundidades menor calidad”.
Para este reportaje se revisaron cuatro acuíferos, que están bajo los tres municipios: Saltillo Sur, Saltillo-Ramos Arizpe, Cañón de Derramadero y Región Manzanera-Zapalinamé.
Todos trabajan a costa del almacenamiento no renovable del acuífero. Utilizan más agua de la que se recarga de manera natural en un año, revela Conagua en sus informes técnicos de 2020, con corte al mes de febrero de ese año.
Se reportan déficits que varían desde los 2 hasta los 54 millones de metros cúbicos, pero la petición de la Conagua es igual para los cuatro: “no existe un volumen disponible para otorgar nuevas concesiones”.
Aunque los informes revelan que se extrae más agua de la que se recarga en un año, en el Registro Público de Derechos del Agua, REPDA, no se refleja un freno en concesiones de agua, por el contrario, de marzo de 2020 a junio de 2022 ya se registraron 148 nuevos permisos para extracción de agua que suman 6 millones 549 mil 564 metros cúbicos.
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Por ello, el 1 de agosto, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que la Comisión Nacional del Agua ya no otorgará concesiones del líquido a empresas privadas en estados afectados por la sequía, en particular en el norte del país, como Coahuila.
“Conagua ya no va a dar, otorgar concesiones, pero tiene que ver también con las autoridades estatales y municipales, que se cuiden estos recursos”, aseguró el mandatario en su rueda de prensa matutina.
LA CADENA DE RESPONSABILIDADES SOBRE EL AGUA
La distribución del agua es una responsabilidad compartida por los tres niveles de gobierno. De acuerdo con la Ley de Aguas Nacionales, es el Ejecutivo federal quien se encarga de la administración del agua a través de la Conagua. Le corresponde el control de la extracción, así como el uso de aguas nacionales del subsuelo.
En esa misma ley, artículo 7, establece que la gestión de este recurso hídrico en México es prioridad y un asunto de seguridad nacional.
Los municipios también tienen participación. La Ley de Aguas para los Municipios del Estado de Coahuila, especifica en su artículo 9 que los operadores del agua de estos municipios deben pedir a Conagua las asignaciones y asesorías para una adecuada explotación.
Rosario Sánchez, la académica de la Universidad de Texas A&M, explica que un mismo acuífero puede abarcar varios municipios, pero cada uno actúa sin considerar el impacto que puede tener. Es decir, no se administra el agua como una región integrada por los mismos acuíferos.
“No abordamos el problema desde un punto de vista natural, de la formación del acuífero, sino de la jurisdicción administrativa y eso no tiene sentido”, expone.
Considera que la información es escasa. Es muy poco lo que se conoce de los acuíferos que operan. “Si no tenemos información o se reserva a quien tiene la concesión, estamos totalmente vulnerables”.
Al referirse al caso de Saltillo, indica que se dejó el interés local en manos de una empresa privada. Aunque reconoce que ha mejorado el tema de la infraestructura y acceso al agua, se asegura el recurso a corto plazo, pero eso no a largo plazo.
Sureste de Coahuila concentra 33% de población; nos gastamos el agua “ahorrada”: académica
El estado de Coahuila tiene 38 municipios y sólo en Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga se concentra el 33% de la población y su crecimiento continúa en desarrollo. Esta condición provoca que se consuma más agua.
“El agua que tenemos se juntó en muchos años. Estamos usando la cuenca de ahorros”, explica Rosario Sánchez Flores.
Un claro ejemplo es el Acuífero Saltillo-Ramos Arizpe. El informe técnico publicado por Conagua en 2020, el más reciente, revela que su recarga fue de 65.9 millones de metros cúbicos, mientras que el volumen de extracción fue de casi el doble, 120.1 millones.
El resultado indica que no existe un volumen disponible para otorgar nuevas concesiones, por el contrario, el déficit es de 54.2 millones de metros cúbicos anuales que se están extrayendo a costa del almacenamiento, advierte la Conagua.
A lo largo de los años, se han establecido prohibiciones parciales para extraer agua. Una de ellas fue un Acuerdo General que no permite perforación de pozos, la construcción de obras de infraestructura o la instalación de cualquier otro mecanismo que incremente la extracción de aguas del subsuelo, hasta que este no sea autorizado. Este acuerdo fue publicado el 5 de abril de 2013 en el Diario Oficial de la Federación.
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Pero la experta en temas hídricos, Rosario Sánchez, detalla que no hay una planeación estratégica. Es un problema de administración y las vedas no han garantizado que los acuíferos sean mejores.
“No hay monitoreo realmente... Un pozo puede tener 10 mil metros cúbicos concesionados y el usuario puede extraer más. De hecho, es muy común en todo el país”, asegura. “No existe un estado de derecho del agua.
“Operativamente, legalmente, técnicamente, la Conagua no tiene la capacidad, la infraestructura, ni los recursos humanos para estar al tanto de todos los pozos del país”.
Una revisión a los reportes de disponibilidad de agua del 2013 al 2020 revelan que hay una evolución en los déficits de los acuíferos. En Saltillo Sur no se operaba con déficit, pero 7 años después éste fue de 52.4 millones de metros cúbicos.
En el mismo periodo, el acuífero Saltillo-Ramos Arizpe incrementó su déficit de 14.4 a 54.2 millones de metros cúbicos. Prácticamente 3 veces más.
Misma situación en Región Manzanera Zapalinamé. Pasó de 7.9 a 38.4 millones de metros cúbicos. Casi 5 veces más.
En el acuífero Cañón Derramadero el impacto fue menor, aparentemente. Sus números negativos pasaron de 2.2 a 2.7 millones. Esto significa un 23 por ciento de aumento en la falta de agua, o casi la cuarta parte de lo que se tenía hace 7 años.
Para la doctora Gloria Tobón, activista en Saltillo quien tiene especialización en desalación, tratamiento y aprovechamiento del agua por el Instituto Weismann de Ciencias, de Israel, la evolución en los déficits refleja una falta de planeación en el manejo del agua.
“Un acuífero bien manejado, es un acuífero que se mantiene constante, y sus niveles no bajan”, explica.
RAMOS ARIZPE: CRECE POBLACIÓN, PERO NO DISPONIBILIDAD DE AGUA
Ramos Arizpe fue el municipio que más incrementó en población. INEGI reporta que pasó de 39 mil 853 a 122 mil 243 habitantes en 20 años. El triple de habitantes en 2 décadas.
“Si ibas creciendo y autorizando permisos para la construcción de vivienda, si llegaba más gente y más industria, y no hacías perforaciones, y no adaptabas los pozos, pues obviamente nos alcanzó este tema”, reconoce el Alcalde de este municipio, José María Morales.
Hoy, como una medida de control sólo autoriza nuevos fraccionamientos, si las constructoras se encargan del abastecimiento.
Aunque la Conagua ha pedido no dar nuevas concesiones porque ya hay sobreexplotación, los alcaldes de estos municipios buscan nuevos pozos para satisfacer la creciente necesidad.
La coordinación entre la Conagua y las alcaldías se torna complicada por la ausencia de oficinas en la región.
“Conagua prácticamente no tiene oficinas aquí. Esa es una situación. Básicamente sé que hay poca gente”, dice el Alcalde de Ramos Arizpe, José María Morales, quien explica que con sus homólogos de Saltillo y Arteaga sí existe una coordinación ante el temor del desabasto del agua.
La estrategia se basa en buscar nuevas fuentes de agua, campañas de concientización y reducir las fugas en las tuberías.
“Creo que tenemos que seguir planeando más a futuro en el tema del agua potable, para que no nos alcance como a Monterrey”, comenta.
EN ARTEAGA YA FALTA AGUA
En Arteaga la preocupación de la falta del agua se originó antes de la publicación del video del Gobernador de Nuevo León. El video solo incrementó esta inquietud.
Los habitantes de la localidad de San Antonio de las Alazanas ubicado a 39 kilómetros de la cabecera municipal reportan falta de agua. Ellos tienen dos pozos con una profundidad de 200 a 300 metros.
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“Uno ya se secó. Hoy por el crecimiento que tiene, necesitamos urgentemente una perforación (de pozo)”, advierte el Alcalde Ramiro Durán García, quien detalló que reciben donaciones de agua de productores manzaneros para apoyar a la población.
“Desde que Conagua quitó la oficina en Saltillo, hemos visto una apatía de Conagua. Vamos a las oficinas centrales que tienen en Monterrey, pedimos que se nos concesiones títulos con metros cúbicos para la extracción y nos dicen que están en situación de veda”, relata Ramiro Duran.
“Pero nosotros qué les decimos a la gente que necesita el agua, por eso lo que muchos municipios hacen es perforar sin permisos”.
Los permisos para la extracción de agua en esta región se tramitan en el Organismo Cuenca Río Bravo, que tiene sus oficinas en Monterrey, Nuevo León. Esta lejanía ha provocado un reproche unánime del Gobierno de Coahuila y los municipios.
Este medio trató de obtener una respuesta a través de peticiones de entrevista, al Organismo de Cuenca de Río Bravo, a quien compete el tema de los acuíferos de esta región, pero no se obtuvo respuesta en los correos electrónicos enviados a las cuentas oficiales y en los números telefónicos de la oficina.
También se solicitó información en la delegación del Gobierno Federal en Saltillo, pero se remitió a la oficina ubicada en Monterrey, del Organismo Cuenca de Río Bravo en donde originalmente no se obtuvo respuesta.
LOS TANDEOS EN SALTILLO
A diferencia de la población de Ramos Arizpe y Arteaga, en Saltillo, los ciudadanos no reportan problemas con el abastecimiento del agua ya que se tiene el servicio de la empresa Aguas de Saltillo.
Una de las estrategias es el “tandeo”, es decir, el agua solo llega unas horas. Para cubrir esta necesidad de manera permanente, instalan tinacos.
El tema del agua no representa un problema urgente para el Alcalde de Saltillo, José María Fraustro Siller, quien el pasado junio dio a conocer que ofrecería apoyo a municipios de Nuevo León, al mismo tiempo que pidió confianza a los saltillenses, al indicar que la prioridad “son los saltillenses”.
“Estamos planeando la situación para no tener esos problemas que han tenido otros estados”, dijo en referencia a la crisis del agua que se vive en Monterrey.
En Saltillo, desde 2001 está presente la empresa Aguas de Saltillo. A través de una alianza público-privado se encarga del abastecimiento de agua.
En entrevista con Jordi Bosch, director General de Aguas de Saltillo, dijo que en este municipio la situación es diferente.
“Yo diría que a 300 kilómetros a la redonda donde no hay agua, aquí en Saltillo lo que tenemos es una situación de atención y monitoreo”.
Desde que llegaron a Saltillo, expone, la población se ha incrementado casi al doble, pero no así el consumo del agua. El incremento fue del 30 por ciento. Esto lo atribuye a una eficiente administración en donde son parte los ciudadanos y las autoridades.
Jordi Bosch explica también que, a diferencia de otros organismos, en Saltillo no están solos.
“Nosotros estamos conectados con el mundo. Con 3 mil ciudades y pueblos”.
Explicó que a través de tecnología probada a nivel internacional logran administrar el líquido. Se realiza una digitalización del comportamiento de los pozos, además de la instalación de estaciones meteorológicas. Con ello, se indicó que logran mantener los niveles de agua y evitar descensos que se presentaban antes de la llegada de Agsal.
“En estos 21 años de gestión nos han ayudado a ser más fuertes, y a resistir periodos de sequía que van a ser cada vez más largos y frecuentes”, asegura.
Este año, se suma el problema de la falta de lluvia. El Monitor de Sequía en México, en su reporte del 30 de junio de 2022, indica que 36 de 38 municipios en Coahuila registran problemas de escasez de agua. Sólo Torreón y Matamoros no reportan sequía.
Los pozos que opera Agsal están concesionados a favor del municipio de Saltillo. Uno de ellos se encuentra en el subacuífero ubicado en Zapalinamé.
“Es el subacuífero más importante en la ciudad, el de Zapalinamé”, describe Jordi Bosch Asegura que desde 2001 a la fecha se ha recuperado.
Desde 2001, los pozos que manejan tienen una profundidad de 500 metros. Para extraer el agua, aun así, se instalaron bombas que están a 300 metros de profundidad.
Bosch explica que la ciudad tiene reservas para un año y medio, pero eso no significa que la ciudad se quedará sin agua.
La extracción de agua en los pozos se alterna, a fin de no sobreexplotar y que se pueda mantener reservas de agua.
La técnica que utilizan para detectar cuando los niveles de agua bajan es a través de sensores ubicados a diez metros de distancia de estas bombas. Cuando el nivel del agua alcanza el sensor, se avisa a los operadores y esto les permite programar paros en la extracción del agua, y que el pozo pueda recuperarse.
“Tenemos la opción de bajar la bomba, pero no hemos tenido necesidad ni de bajar la bomba, ni de hacer perforaciones más profundas”, asegura.
UN PROBLEMA MULTIFACTORIAL
La doctora Gloria Tobón indica que es necesario tener una estrategia integral para abordar este problema multifactorial.
“Nos estamos tomando el agua de las generaciones futuras”, advierte.
Rosario Sánchez considera que, además, de campañas de ahorro de agua, deben implementar incentivos económicos, diseñar sistemas de captación y tratamiento de agua.
Gloria Tobón coincide con Rosario Sánchez al indicar que excavar pozos más profundos y traer el agua de más lejos son soluciones que resuelven el problema de manera inmediata, pero no de manera permanente.
Es un problema multifactorial en donde todos somos responsables. Se requiere de una solución integral.
Poner límite al crecimiento de la ciudad, es el primer punto que aborda, seguido por la reducción de las fugas del agua. No para distribuir más agua, pero sí para no sobreexplotar los acuíferos.
Otro punto es el tratamiento de aguas residuales. Que el agua no se deseche, sino que pueda ser tratada y usada de nuevo.
Aunque en esta región se cuenta con dos plantas tratadoras, Gloria Tobón indicó que debe de haber otros puntos para reutilizar el agua.
En el ámbito federal indica que debe de haber mayor vigilancia, porque la Conagua no tiene suficientes inspectores, para que los concesionarios no se excedan en la extracción del agua.
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“Se necesita mayor vigilancia”, dice Tobón al recalcar que la comisión tiene fallas importantes en controlar el agua que se extrae.
Como último punto, Gloria Tobón apela a la acción de los ciudadanos. Explica que desde el 2012 el derecho humano al agua está presente en la Constitución Mexicana. Se establece el derecho de la población a recibir una cantidad de agua de buena calidad para sus necesidades básicas, además, habla de la participación ciudadana, es decir, que las personas se preocupen por el tema ambiental porque indica.
“La gente no tiene conciencia de la escasez de agua”.