La comunidad jesuita y la iglesia católica exhortaron al Gobierno de México y a la sociedad a construir -sin violencia- la paz y la justicia que el país necesita.
Ciudad de México, 31 de julio (SinEmbargo).- La Compañía de Jesús hizo un llamado este domingo a las autoridades de los tres niveles de Gobierno a garantizar los derechos de la comunidad rarámuri como prioridad, así como a resarcir el daño causado por la violencia y el olvido en la Sierra Tarahumara por décadas.
A 40 días del asesinato de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, y del guía turístico, Pedro Palmas, la comunidad jesuita aseguró que seguirán acompañando a todas las víctimas de la violencia en comunidades indígenas y olvidadas del país porque "su sacrificio es un permanente recordatorio de lo que debemos cambiar".
"Estamos convencidos de que esa sangre derramada debe ser fermento para construir la añorada reconciliación y paz que nuestro país necesita", expresó el sacerdote Luis Gerardo Moro en un mensaje grabado para redes sociales.
El líder jesuita agradeció a todo el pueblo mexicano su acompañamiento en la búsqueda de justicia y paz frente al dolor por la muerte de los dos sacerdotes, que señaló, es aún muy profundo.
📍Mensaje del Provincial de la Compañía de Jesús en México, P. Luis Gerardo Moro SJ, a 40 días del asesinato de nuestros hermanos Javier y Joaquín, y en el cierre del #AñoIgnaciano: por la justicia y #paz.
Video completo: https://t.co/92yI1jNyWu#JusticiaCerocahui#Ignatius500 pic.twitter.com/PLwbI4EiO4
— Compañía de Jesús en México (@Jesuitas_Mexico) July 31, 2022
Asimismo, destacó que la vocación de su comunidad es ir a los lugares donde otros no van: "Con los pueblos indígenas, con los migrantes, con los obreros, campesinos y con la juventud que está en las periferias", pues el olvido y la violencia que sufren los rarámuris, es una constante en casi todos los pueblos de México.
Por su parte, la Arquidiócesis Primada de México pidió a la sociedad y al Gobierno trabajar en la construcción de la paz para establecer caminos concretos y eficaces, mediante acciones "sin ira ni violencia", pero que no cedan ante la injusticia.
A través de su editorial en el semanario Desde la Fe, la iglesia católica subrayó la importancia del perdón como un primer paso para estos tiempos, pues "la valiente acción de perdonar es lo único que puede transformar esta sociedad, cada vez más polarizada y paralizada ante la confusión de justicia con venganza”.
Finalmente, en su Jornada de Oración por la Paz, a la que convocaron los obispos de México como respuesta a los hechos violentos “que tanto han lastimado a nuestro país”, la iglesia replicó las palabras del Papa Francisco: "Poner la otra mejilla no es el repliegue del perdedor, sino la acción de quien tiene una fuerza interior más grande; poner la otra mejilla es vencer el mal con el bien, que abre una brecha en el corazón del enemigo, desenmascarando lo absurdo de su odio".