En conjunto, tanto los banqueros centrales de los Estados Unidos como los de Europa se han comprometido a reducir la inflación a través de tasas de interés más altas, incluso cuando las perspectivas económicas mundiales se deterioran. Sin embargo, la situación de la guerra ha puesto en apuros la economía, principalmente la de la eurozona.
Ciudad de México, 29 de julio (SinEmbargo).– Mientras que la economía de Europa y Estados Unidos muestran tasas de inflación por encima de los 8.5 y 9 por ciento, respectivamente, y que el comportamiento de su Producto Interno Bruto (PIB) tiene movimientos a la baja. Mientras que en la Unión Europea la inflación de julio se ubicó en 8.9 por ciento en julio, el Gobierno estadounidense informó que en el segundo trimestre de 2022 su PIB se contrajo en un 0.2 por ciento. Ambos acontecimientos impulsados por la pandemia de COVID-19, los problemas en las cadenas de suministros, y la guerra en Ucrania.
Por otro lado, en México hay un panorama diferente que muestra una resistencia ante el colapso económico que se observa en las otras economías: aunque es la más alta en 21 años, la tasa de inflación se ubicó hasta la primera quincena de julio en 8.16 por ciento, moderadamente más baja que en su vecino del norte y que en la zona del euro; asimismo, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) mostraron que la economía creció un 1 por ciento en el segundo trimestre del 2022, lo que supone además un incremento de 1.9 por ciento a tasa anual.
Apenas esta mañana, la oficina comunitaria de estadística de la eurozna, la Eurostat, publicó el avance del dato sobre la inflación del séptimo mes del año, en el que se mostró que al ubicarse en 8.9 por ciento, los precios al consumidor estuvieron un 0.3 por ciento por encima del 8.6 por ciento registrado en junio, lo que no sólo supone el mayor encarecimiento de los precios en la región del euro de toda la serie histórica, sino que es más de cuatro veces la meta de estabilidad de precios del 2 por ciento contemplada por el Banco Central Europeo (BCE).
Euro area #inflation up to 8.9% in July 2022: energy +39.7%, food +9.8%, other goods +4.5%, services +3.7% – flash estimate https://t.co/E1kkMe69Wa pic.twitter.com/QKeregtSEP
— EU_Eurostat (@EU_Eurostat) July 29, 2022
Y es que la escalada de los precios de la zona euro se ha intensificado, a pesar de que la subida interanual del precio de la energía bajó a 39.7 por ciento (desde el 42 por ciento de junio), al mismo tiempo que el precio de los alimentos frescos fue de 11 por ciento, cuando en junio fue del 11.2 por ciento. Sin embargo, los servicios se han encarecido un 3.7 por ciento interanual en julio, tres décimas más que el mes inmediato anterior, mientras que los precios de los bienes industriales no energéticos han subido un 4.5 por ciento, frente al 4.3 por ciento del mes anterior.
Incluso excluyendo los precios de la energía, la inflación internanual de julio es de 5.4 por ciento, 0.5 puntos por encima del 4.9 por ciento de junio; mientras que al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente se ha situado en un récord del cuatro por ciento, tres décimas más que en junio.
En el mes de julio, 10 de los países de la zona euro han registrado subidas de precio de doble dígito. Los niveles más altos de inflación se han observado en Estonia (22.7 por ciento), Letonia (21 por ciento) y Lituania (20.8 por ciento). Además de los tres países bálticos, otros siete miembros de la eurozona registraron subidas de precios de doble dígito, incluyendo Eslovaquia (12.8 por ciento); Eslovenia (11.7 por ciento); Países Bajos (11.6 por ciento); Grecia (11.5 por ciento); España (10.8 por ciento); Chipre (10.6 por ciento); y Bélgica (10.4 por ciento).
En el caso de España, la tasa de inflación armonizada se ha situado en julio en el 10.8 por ciento, frente al 10 por ciento de junio, ampliando el diferencial de precios desfavorable respecto de la media de la eurozona a 1.9 puntos porcentuales, y anotando la inflación más alta desde 1984.
«De este modo, el IPC hiló tres meses consecutivos de ascensos en su tasa interanual después de que en abril se moderara 1.5 puntos de golpe, hasta el 8.3 por ciento. Después, en mayo, escaló hasta el 8.7 por ciento y en junio superó los temidos dos dígitos (10.2 por ciento), algo que se vuelve a repetir en julio», se lee en el diario Europa Press.
Ante el panorama que ha tenido a Europa, especialmente por la crisis que está provocando la guerra en Ucrania en la importación de granos básicos y otros alimentos y el encarecimiento de la energía –por el recorte de suministro del gas ruso–, el Consejo de Gobierno del BCE decidió subir el pasado 21 de julio los tipos de interés en 50 puntos básicos, lo que significó su primera subida del precio del dinero desde 2011, además de advertir de que acometerá más subidas en próximas reuniones.
En toda Europa abundan los indicios de problemas económicos asociados con la invasión rusa a Ucrania, y la falta de autosuficiencia energética ha cobrado factura a toda la Unión Europea, incluso llevando a su moneda por debajo de la paridad con el dólar estadounidense.
ECONOMÍA DE EU SE CONTRAE DE NUEVO
En tanto, el pasado 28 de julio la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) dio a conocer que la economía de aquel país se redujo en el periodo de abril a junio por segundo trimestre consecutivo, con una caída del 0.2 por ciento trimestral y 0.9 por ciento a tasa anual, elevando los temores de que el país pueda aproximarse a una recesión.
Esta caída del Producto Interno Bruto —la medida más amplia de la economía— se dio tras la contracción de 0.4 por ciento trimestral en el periodo de enero a marzo y 1.6 por ciento interanual en el mismo periodo. Mientras que Associated Press indicó que «la caída del PIB en dos trimestres consecutivos constituye un indicador informal, aunque no definitivo, de una recesión», el diario Europa Press suscribe que «Estados Unidos entró en recesión técnica».
En general, el reporte del PIB estadounidense para el trimestre más reciente apuntó a una debilidad en todos los sectores de la economía. El gasto del consumidor se desaceleró. La inversión empresarial cayó. Los inventarios se redujeron debido a que los negocios tardaron más en reabastecer sus anaqueles, restándole dos puntos porcentuales al PIB.
The U.S. economy shrank at a 0.9% annualized rate in Q2. https://t.co/dZQYed7p8x
— BEA News (@BEA_News) July 28, 2022
La BEA explicó que entre abril y junio se registraron descensos en inversión privada en inventarios, en inversión residencial fija, en el gasto del Gobierno y en inversión fija no residencial. No obstante, estos retrocesos fueron compensados en parte por un alza en las exportaciones y el gasto de los consumidores.
El informe de la economía de EU se publica en un momento crucial en el que consumidores y empresas padecen los efectos de una fuerte inflación y el encarecimiento del crédito. Apenas un día antes, el miércoles 27 de julio, la Reserva Federal aumentó su tasa de interés referente en tres cuartos de punto por segunda vez consecutiva para tratar de contener la inflación más alta de las últimas cuatro décadas, con lo cual intenta lograr un muy difícil “aterrizaje suave”: frenar la economía lo suficiente para contener el aumento desenfrenado de los precios pero sin provocar una recesión.
Al mismo tiempo, un barómetro de la inflación de Estados Unidos, seguido de cerca por la Fed, se disparó al 6.8 por ciento en junio con respecto al mismo mes de 2021, lo que supone el mayor aumento en cuatro décadas, dejando a los norteamericanos sin alivio ante el aumento de los precios. Con ello, las cifras publicadas este viernes por el Departamento de Comercio subrayaron la persistencia de la inflación, que está erosionando el poder adquisitivo de los estadounidenses, debilitando su confianza en la economía y amenazando a los demócratas en el Congreso en el período previo a las elecciones legislativas de noviembre.
Y es que la tasa inflacionaria ha estado aumentando tan rápido que a pesar de los aumentos salariales que han recibido muchos trabajadores, la mayoría de los consumidores se están quedando atrás en relación con los gastos del costo de vida.
«En Estados Unidos, el aumento de la inflación y los temores de una recesión han socavado la confianza del consumidor y generado ansiedad sobre el estado de la economía, la cual envía señales frustrantemente contradictorias. Y con las elecciones intermedias de noviembre en el horizonte, el descontento de los estadounidenses se ha visto reflejado en los índices de aprobación del presidente Joe Biden y podría aumentar la posibilidad de que los demócratas pierdan el control de la Cámara de Representantes y del Senado», escribe AP.
En conjuto, tanto los banqueros centrales de los Estados Unidos como los de Europa se han comprometido a reducir la inflación a través de tasas de interés más altas, incluso cuando las perspectivas económicas mundiales se deterioran. “El riesgo de recesión se ha visto agravado por las restricciones a la producción china debido a las normas de COVID-19, mientras que los esfuerzos para desvincular a Europa de la energía rusa están resultando difíciles de lograr. Estas tendencias han fortalecido al dólar mientras ofrecen poco para ayudar al euro”, señaló el 13 de julio el diario The New York Times.
¿ECONOMÍA DE MÉXICO RESISTE?
En un panorama menos caótico, se encuentra México con una tasa de inflación por debajo del 8.5 por ciento, hasta la primera mitad de julio, y con un crecimiento del PIB del 1 por ciento en el segundo trimestre de 2022, comportamiento igual al observado en el periodo de enero a marzo. También la tasa de desempleo ha disminuido en el último mes: bajó un 0.7 por ciento anual en junio y se ubicó en 3.3 por ciento.
De acuerdo con el Inegi, la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral (EOPIBT) mostró un incremento de uno por ciento en términos reales con cifras desestacionalizadas y durante el primer trimestre de 2022. De la misma forma, el PIB oportuno tanto de las actividades primarias como secundarias aumentaron 0.9 por ciento, mientras que las terciarias hicieron lo mismo al uno por ciento en este primer periodo de 2022.
A tasa anual y con series ajustadas, durante el trimestre de abril a junio de 2022, el PIB tuvo un crecimiento real de 1.9 por ciento. El avance estimado del PIB para el segundo trimestre de este 2022 habría tenido sustento en avances de todos los grupos de actividades económicas, pues el aumento fue de 1.4 por ciento en las actividades primarias, de 3.3 por ciento en actividades secundarias y de uno por ciento en las terciarias. Aún así, el Inegi recalcó que “las cifras desestacionalizadas y de tendencia-ciclo pueden estar sujetas a revisiones por el impacto de la emergencia sanitaria de la COVID-19”.
El expresidente del Inegi, Julio Santaella, recalcó en su cuenta de Twitter que con el comportamiento del segundo trimestre del año, la economía de México habría hilado tres periodos consecutivos de avances trimestrales, «después del tropiezo en 2021-T3; en términos anuales, el crecimiento del primer semestre de 2022 acumulado quedó en 1.9 por ciento tasa anual (2 por ciento sin ajuste estacional)». Esto genera un contraste con la economía del país vecino del norte, que hiló dos periodos de contracción.
Parte de la fortaleza de la economía mexicana ha provenido de la reactivación de los servicios, como lo muestra el avance del #PIB turístico en el primer trimestre: 3.4% t/t; estuvo impulsado principalmente por el turismo receptivo.
👇 https://t.co/9eklluzJB8 pic.twitter.com/EeMO35seg4— Julio A. Santaella (@SantaellaJulio) July 29, 2022
Crecimiento México 🇲🇽 y EUA 🇺🇸.
Luego de dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo en EUA, se ha cerrado ligeramente la brecha entre ambos países.
Respecto al inicio del sexenio, la brecha es de ~7 puntos porcentuales.
Respecto al inicio de la pandemia, ~4 pp. pic.twitter.com/ZL11uUskNf
— Carlos Ramírez F. (@CarlosRamirezF) July 29, 2022
Agregado a ello, los datos publicados por el Inegi ayer 28 de julio arrojaron que el número de mexicanos que laboró en junio de 2022 fue de 57.4 millones de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, hubo un aumento de 2.3 millones de personas comparado con el mismo mes de 2021. Por otro lado, la población desocupada fue de dos millones, lo que representa una reducción anual de 319 mil.
Sin embargo, aunque de las tres zonas mundiales mencionadas en esta nota (Unión Europea, Estados Unidos y México), el país azteca tiene la menor inflación hasta ahora, de 8.16 por ciento en la primera quincena de julio, los productos que más han impulsado el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) siguen siendo los de alimentos y los energéticos, un comportamiento igual al que ocurre en la eurozona y en el país gobernado por ahora por Joe Biden.
El reporte de la inflación mostró que en los primeros quince días de julio, los genéricos que estuvieron mayormente encarecidos fueron el huevo, la papa y otros tubérculos al igual que loncherías, fondas, torterías y taquerías, lo que provocó que colocó la inflación en un 0.43 por ciento quincenal y la inflación anual se colocara en 8.16 por ciento.
La lista de artículos genéricos con mayor incidencia en la inflación mostró, como se ha repetido en todos los reportes inflacionarios –quincenales y mensuales– de este 2022, que la mayoría de los productos al alza son de categoría alimenticia. De la lista de 10 productos genéricos con mayor incidencia inflacionaria, 7 fueron de alimentos y bebidas, y en el desglose de éstos cuatro son génericos agrícolas y tres de los alimentos ya procesados. Los otros tres fueron la electricidad (la cual lleva tres quincenas consecutivas al alza), los servicios turísticos en paquete y el transporte aéreo.
En los reportes mensuales de la inflación se ha observado que, desde diciembre de 2021 y hasta junio de 2022– la gasolina de bajo octanaje ha estado dentro de los 10 productos con mayor incidencia en el INPC con aportaciones a la inflación de más de 0.020 puntos porcentuales.
Pese a estos comportamientos, y de la subida en la tasa de interés por parte del Banco de México (Banxico) por nueve veces consecutivas –hasta situarla en 7.75 por ciento–, el doctor José Ignacio Martínez Cortes, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, comentó en entrevista con SinEmbargo México no está está atravesando por una recesión económica, pese a que los indicadores muestran poco crecimiento. Pese a ello, sí expresó que tanto las economías mundiales como la nacional se encuentran en un proceso de estancamiento y desaceleración económica.
Ante la pregunta de si México está en riesgo de una posible recesión, que es el temor latente en todas las economías ante el panorama general mundial, el coordinador de LACEN consideró que en la observación de los indicadores “micro”, sí tiene un riesgo latente de que México entre a un proceso de recesión, y ejemplificó el asunto puntualizando que aunque el nivel de exportaciones se reporta al alza a nivel anual, pero en su análisis mensual y a excepción de febrero, el comportamiento es negativo, y aunque las exportaciones si crecen, no lo hacen en el mismo ritmo que el mes anterior.
Sin embargo, el especialista aclaró que por “términos de estricto calendario”, México no entrará en recesión en este 2022.
Aún así, José Ignacio Martínez consideró de suma importancia contextualizar a México como uno de los principales socios comerciales de EU, ya que el 37 por ciento del PIB de México depende del comportamiento del consumo de EU en materia de exportaciones. “Si EU entra en un periodo de recesión con ello va a arrastrar al sector de las exportaciones que juega el sector exportador en Méxicoa su vez en materia de exportaciones representa el 26.3 por ciento, entonces si la economía de EU cae a su vez van a caer las exportaciones de México”, indicó. Para México, que exporta cerca de 80 por ciento de sus ventas al exterior a Estados Unidos, tendrá un impacto importante.
FMI SUBE PREVISIÓN ECONÓMICA DE MÉXICO
Por su parte, en su reporte presentado 26 de julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aumentó sus proyecciones de crecimiento económico en México para este 2022 de una perspectiva previa de 2 por ciento en abril a 2.4 por ciento. A pesar del aumento de crecimiento económico previsto para este año, el organismo redujo las estimaciones para 2023, ya que pasaron de un 2.5 por ciento a un 2.1 por ciento, de acuerdo con la información actualizada.
Con el reporte se proyecta un alza de 0.5 puntos porcentuales en 2022 en las proyecciones de América Latina y el Caribe, debido a una recuperación más robusta de sus mayores economías, comprendidas por Brasil, Colombia, Chile y México.
En contraste, los datos actualizados del informe “Perspectivas de la economía mundial» proyectan para Estados Unidos un crecimiento de 2.3 por ciento en 2022 y del 1 por ciento para 2023. Estas cifras corresponden a una reducción de 1.4 y 1.3 puntos menos respectivamente en comparación con sus estimaciones anteriores.
-Con información de Europa Press y AP