El más reciente enfrentamiento entre personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México y hombres armados identificados como miembros de una célula del Cártel de Sinaloa, registrado en San Miguel Topilejo, dentro de la Alcaldía Tlalpan, es el último episodio de una serie de eventos de alto impacto que desde hace años han puesto en evidencia la presencia de cárteles de la droga en la capital del país, en donde por muchos años, las autoridades de la administración de Miguel Mancera, hoy Senador, negaron su incursión.
Ciudad de México, 16 de julio (SinEmbargo).– Durante años, las autoridades negaron la presencia de los cárteles de la droga en la capital mexicana. Los analistas del fenómeno de la violencia dijeron, durante el sexenio de Miguel Ángel Mancera, que era como ir al quirófano a una biopsia con los ojos vendados: ¿dónde cortar?, ¿cómo? Y un episodio reciente, en el que una célula del crimen organizado de Sinaloa ya se había instalado en la capital, recordó justo eso: que cerrar los ojos o permitir la impunidad es el caldo perfecto para cultivar narcotraficantes en casa.
El más reciente enfrentamiento entre personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México y presuntos delincuentes, registrado en San Miguel Topilejo, dentro de la Alcaldía Tlalpan, es el último de une a una serie de eventos de alto impacto que desde hace años han puesto en evidencia la presencia de cárteles de la droga en la capital del país, donde por muchos años, se negó su incursión.
La balacera en el lugar no fue algo menor. Los presuntos criminales, al ver la presencia policiaca, respondieron con toda la ofensiva y con un enorme poder de fuego: incluso dispararon a los helicópteros de la SSC, aunque no lograron dañarlos, según reconoció el propio Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, a medios de comunicación realizada en el lugar de los acontecimientos.
En la zona, además, se aseguraron tres armas cortas, 12 granadas, chalecos balísticos, cargadores, droga y diez armas largas, incluida una ametralladora y un fusil Barrett calibre .50, éste último, un armamento muy difícil de conseguir, de acuerdo con especialistas de seguridad.
La confrontación se generó a raíz de un operativo de la SSPC, mismo que no fue realizado a ciegas, ni de manera fortuita, pues la operación se derivó de diversas denuncias ciudadanas y de un trabajo de inteligencia realizado por las autoridades, según indicó la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
“En esta zona se había estado haciendo un trabajo de investigación muy importante, de inteligencia con mucha colaboración con los pobladores de Topilejo. [...] Ya se había hecho un trabajo de inteligencia muy importante, no es un asunto donde ocurrió un delito y no hubiera nada de la autoridad”, explicó la Jefa capitalina a medios de comunicación.
El operativo conllevó el despliegue de unos 150 policías, elementos de la Guardia Nacional y del ejército, camiones blindados y helicópteros.
Omar García Harfuch, titular de la SSPC, explicó que el inmueble era utilizado como casa de seguridad en la colonia San Andrés Totoltepec, en donde se desplegó el personal de Inteligencia con el objetivo de verificar qué es lo que ocurría en ese domicilio.
“Al circular sobre la Carretera Libre México-Cuernavaca, a la altura del kilómetro 28, los oficiales son agredidos con disparos de arma de fuego provenientes de ese domicilio, donde ellos al ver en riesgo su vida, repelieron la agresión y solicitaron el apoyo de otros equipos de trabajo”, comentó.
El mando policial detalló que se liberaron a cuatro personas que estaban retenidas en la casa de seguridad, una de las cuales llevaba 20 días capturadas. Las autoridades no descartan que pueda tratarse de integrantes de algún grupo rival.
Víctor Manuel Sánchez Valdés, doctor en Políticas Públicas por el CIDE y especialista en seguridad pública, y Edgar Guerra Blanco, profesor investigador del Programa de Política de Drogas de la misma institución, explicaron que el Cártel de Sinaloa ya tenía presencia en la Ciudad de México, pero no muy marcada, debido a que en la capital los grupos que tienen mayor operación son la Unión de Tepito y, recientemente, el Cártel Jalisco Nueva Generación, éste último a través de negociaciones con varios grupos delictivos.
Sin embargo, coincidieron los expertos consultados, el hecho de que los integrantes detenidos en Topilejo estuvieran fuertemente armados y que tuvieran al menos dos meses operando en la zona, muestra que hay mayores intenciones de este agrupación criminal por expandirse en el territorio capitalino, lo que elevaría la disputada con su rival CJNG.
“Estamos hablando de la incursión del Cártel de Sinaloa con mayor fuerza en los últimos dos meses, entonces tampoco se puede descartar que esta irrupción no siga en la parte sur de la ciudad. [...] El mensaje subyacente es el mismo: hay que cuidar estas incursiones de un nuevo competidor porque pueden detonar violencia, no al grado de Zacatecas, Jalisco o Michoacán, pero si no se contienen a tiempo, sí podría significar aumentos en la cantidad de homicidios que tenemos y de otros delitos que vienen aparejados”, destacó Víctor Sánchez Valdés.
“El Cártel de Sinaloa que, en su lucha, en su pleito o en su rivalidad con el Cártel Jalisco Nueva Generación también tiene o quiere hacerse de un territorio o tener cierta presencia en la zona de la Ciudad de México. Entonces ahí vemos sin duda alguna que esta pugna entre Cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán y el CJNG, que ya ha tenido consecuencias muy graves en Sinaloa, Zacatecas, Jalisco y parte de Michoacán, pues ahora también vemos que se está reflejando en la zona sur de la Ciudad de México y en ese sentido hay que tener cuidado”, agregó Edgar Guerra.
Guerra Blanco explicó que no es extrañarse que grupos de la delincuencia busquen asentarse en la zona sur de la ciudad, como en Topilejo, porque es una zona que facilita el desarrollo de la delincuencia organizada por sus condiciones: la poca accesibilidad, lo complicado que a veces puede ser la comunicación a través de redes sociales y porque ya ha habido desde tiempo atrás de estos mercados ilícitos.
“El caso de Topilejo, una zona de la ciudad boscosa donde hay estos caminos de terracería hacia los montes, donde las señales de internet de pronto son escasas y pues que históricamente además ha tenido cierto tipo de delincuencia por ejemplo la tala ilegal y este relativo aislamiento lo hacen interesante para ciertos grupos y delitos, como el secuestro”, explicó.
La incursión del Cártel de Sinaloa se confirma con los distintos operativos, acciones y golpes de las autoridades capitalinas en contra de esta agrupación.
De acuerdo con El Universal, en año y medio, es decir, desde enero del 2021 a la fecha se han realizado decomisos importantes de droga de dicho grupo criminal en Tlalpan, Coyoacán, Xochimilco y Gustavo A. Madero.
Fuentes de la fiscalía capitalina revelaron al medio nacional que el grupo de Los Chapitos se asentó en las alcaldías como Tlalpan, Coyoacán, además de Xochimilco y el almacenaje de drogas en la alcaldía Gustavo A. Madero.
“Según las fuentes, se ha detectado que usan líneas de autobuses para trasladar la droga desde Sinaloa a la Terminal de Autobuses del Norte de la Ciudad, y otros cargamentos enviados a Guadalajara; además, se sabe que han comenzado a utilizar a algunos narcomenudistas para distribución de sustancias”, detalla el diario.
Además, su presencia también ha sido confirmada por autoridades capitalinas. El pasado mes de febrero, Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CdMx), dijo en conferencia de prensa que el Cártel de Sinaloa siempre ha querido expandirse a la capital, ya que, a su consideración, siempre ha tenido presencia en la Ciudad de México.
“En concreto sí creemos que siempre hay una presencia y una intención de entrar al mercado de la Ciudad de México, pero tengan la seguridad que estamos alerta para continuar deteniendo a estas personas [del Cártel de Sinaloa]”, mencionó García Harfuch.
Cuatro meses después, el funcionario aclaró que aunque la Ciudad de México es un mercado atractivo para los cárteles de la droga, el Cártel de Sinaloa busca en específico los espacios donde tenga la facilidad de almacenar droga y armas como bodegas o casas de seguridad.
“Ellos [el Cártel de Sinaloa] no están buscando un control territorial de la zona, no están establecidos como una estructura delictiva como tal. Ellos lo que buscan son zonas de confort, bodegas, casas donde puedan pasar desapercibidos, ahí nadie, en los cateos que hizo la fiscalía no vendían droga, no se cometía ahí ningún delito aparente, más que el almacenamiento de cantidades fuertes de droga, y de vehículos con compartimientos secretos, como fueron los otros tres aseguramientos”, aseguró en conferencia de prensa.
De los detenidos en Topilejo, 10 de ellos fueron trasladados en medio de un intenso y fuerte operativo, desde las instalaciones de la Fiscalía de Asuntos Relevantes, en Azcapotzalco hasta el penal de Santa Martha Acatitla.
García Harfuch detalló que solamente 10 de las personas ingresaron al anexo de máxima seguridad, pues las primeras indagatorias confirmaron que cuatro de ellos, no estaban relacionados con el presunto grupo delictivo.
“Cuatro personas quedaron en libertad después de las entrevistas de los 10 detenidos que estaban en la casa de seguridad donde se aseguró droga y armas de fuego de alto poder.
Por su parte, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México detalló que las personas que quedaron en libertad fue porque no se encontraron elementos que acrediten su posible participación en los hechos, es decir, en el enfrentamiento.
LOS CÁRTELES
Mientras el Gobierno de Miguel Ángel Mancera (2012-2018) ocultó la presencia e incursión de los grandes cárteles de la droga; desde el extranjero, en el año 2015, un informe de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) identificó a cinco cárteles de la droga en la capital: Los Beltrán Leyva, el Cártel del Golfo, Los Zetas, el Cártel de Sinaloa y células restantes de Los Caballeros Templarios.
El ahora Senador perredista insistía en que la capital del país no era “centro de operaciones” del crimen organizado incluso aún después de la detención del presunto capo sinaloense Dámaso López Núñez en la colonia Nueva Anzures, en el año 2016.
La narrativa impulsada por el entonces Gobierno capitalino, que se extendió desde el 2015 hasta el final de su mandato, generó en su momento la indignación y rechazo de varios sectores, quienes reclamaban que el no reconocer los problemas en la capital mexicana sólo acrecentó el problema.
A la par, crecían las denuncias ciudadanas, detenciones de capos, ejecuciones y actos violentos, como el “levantón” de 13 jóvenes del bar Heaven en 2013, el asesinato de cinco personas en la colonia Narvarte en 2015, entre otros, evidenciaban que los grupos del crimen organizado estaban presentes en la Ciudad de México.
Fue hasta que José Ramón Amieva, quien ocupó el cargo de Jefe de la Ciudad de México por al menos ocho meses en 2018 – luego de que Miguel Ángel Mancera pidió licencia para integrarse a la campaña presidencial de Por México al Frente– reconoció que los grupos de narcomenudistas tenían potenciales alianzas con cárteles de la droga asentados en los estados de Jalisco, Morelos y Guerrero.
CONFORMACIÓN CRIMINAL EN CDMX
El experto en seguridad, Víctor Sánchez explicó que la conformación criminal en la Ciudad de México tiene una diferencia con el resto del país, ya que, en la capital la presencia de las grandes bandas y organizaciones nacionales del crimen organizado no es tan fuerte como en otros estados, sino que hay múltiples bandas regionales en cada una de las alcaldías y los cárteles operan a través de ellos, por medio de alianzas.
"Hay bandas que se dedican al control, por ejemplo, de piratería, otras dedicadas al narcomenudeo. Es decir, hay al menos siete organizaciones que salen de la lógica de bandas hiper locales, entre ellas la Unión de Tepito, una de las más fuertes”, dijo.
En cuanto a la presencia de los grandes cárteles, dijo que en la Ciudad de México principalmente operan dos en este momento: “En el pasado estuvieron, aunque Guerreros Unidos, Caballeros Templarios, el Cártel del Golfo, los Beltrán Leyva, pero hoy solo quedan dos organizaciones nacionales: el Cartel Jalisco Nueva Generación –que es la más importante de estas nacionales o sea que es la que tiene mayor presencia en la Ciudad de México– y Cártel de Sinaloa, que de hecho su presencia es anterior a la de CJNG”.
La Unión Tepito, detalló el analista, es por mucho la organización regional con más presencia en la capital, quizás disputándose un poco con CJNG, que desde el 2017 irrumpió en la CdMx, y contra otras bandas un poco más chicas. La Unión opera principalmente en la Alcaldía Cuauhtémoc y Gustavo Madero, detalló el especialista.
Otra de las organizaciones regionales es Cártel de Tláhuac, que si bien está debilitado sigue teniendo mucha presencia en el sur de la Ciudad de México. Más que operan en capital, detallaron los especialistas, son: Los Lenin, Los Canchola, que son una incisión de la Unión Tepito y operan en Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y parte de Tlalpan.
También se encuentran la banda de Los Rodolfos, una incisión del Cártel de Tláhuac, quienes también operan al sur de la Ciudad, sobre todo en alcaldías de Xochimilco y Milpa Alta, y que estaban en negociaciones para aliarse con el Cártel de Sinaloa.
“Esas serían digamos como las siete organizaciones con un poco más de fuerza, aunque, la verdad es que puede haber unas 40 bandas delictivas que tienen un área de operación muy regional, por ejemplo, en Iztapalapa hay varias bandas”, dijo Víctor Sanchez.
Los especialistas consideraron que las acciones que se han emprendido por parte de las autoridades, se pueden calificar como buenas y que es necesario que sigan trabajando en acciones coordinadas con la federación y otras autoridades y con una estrategia de inteligencia, así como cortar el flujo financiero a esas estructuras delictivas.
“Se tiene que seguir trabajando en la contención, en una coordinación, tanto a nivel municipal como estatal y entre todas las áreas conurbadas de la Ciudad de México. Solamente así creo que podrán seguir manteniendo esa relativa protección y éste mostrado frente a la delincuencia”, dijo Edgar Guerra.
Por su parte, Víctor Sánchez detalló: “Yo digo que se tiene que hacer trabajo en al menos tres puntos: contención, inteligencia, y reforzar la presencia policial en esa zona. Es necesario concentrar muchos de los esfuerzos de contención , sobre todo tratar de desmantelar a los posibles aliados para evitar que las organizaciones grandes tengan ese campo fértil para entrar”.