Los resultados revelaron una pérdida significativa de la infectividad en los primeros 10 minutos y depende en gran medida de la humedad relativa ambiental, pero no de la temperatura.
Madrid, 29 de junio (Europa Press).- El virus del SARS-CoV-2 puede perder el 90 por ciento de su infectividad cuando se encuentra en partículas de aerosol en 20 minutos, según los nuevos hallazgos de la Universidad de Bristol (Reino Unido).
El estudio, publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), es el primero que investiga la disminución de la infectividad del SARS-CoV-2 en partículas de aerosol durante periodos que van de segundos a unos minutos. El objetivo del estudio era explorar el proceso que podría cambiar la infectividad viral en escalas de tiempo cortas tras la exhalación.
Estos científicos británicos trataron de comprender en detalle los factores que regulan la supervivencia de las partículas inhalables de SARS-CoV-2 en el aire, y cómo la infectividad se ve afectada por las condiciones ambientales, como la humedad relativa (HR) y la temperatura. La HR mide la cantidad de vapor de agua (humedad) que hay en el aire en comparación con la que podría haber a esa temperatura. Lo ideal es que los niveles de humedad relativa en interiores estén entre el 40 y el 60 por ciento.
The dynamics of SARS-CoV-2 infectivity with changes in aerosol microenvironment Jonathan Reid @adamhfinn & colleagues study effects of pH change and crystallization on infectivity of the airborne virus @BristolChem @CMMBristol #COVIDisAirborne https://t.co/nomVfEufd8
— Adrian Mulholland (@AdrianMulholla1) June 29, 2022
Utilizando un novedoso instrumento llamado CELEBS (Levitación Electrodinámica Controlada y Extracción de Bioaerosoles sobre un Sustrato), el equipo pudo comprobar la supervivencia del SARS-CoV-2 en partículas aéreas generadas en el laboratorio y examinar cómo la temperatura y la humedad impulsan los cambios en la infectividad, en escalas de tiempo que van de cinco segundos a 20 minutos. El mismo experimento se llevó a cabo comparando cuatro variantes diferentes del SARS-CoV-2, incluidas la Alfa y la Beta.
Los resultados de los experimentos del equipo descubrieron una pérdida significativa de la infectividad en los primeros diez minutos de la generación de partículas de aerosol que depende en gran medida de la humedad relativa ambiental, pero no de la temperatura. Este efecto no varió entre las diferentes variantes del SARS-CoV-2.
El equipo observó una disminución de la infectividad en el aire a una humedad relativa baja (<50 por ciento) que se produce casi inmediatamente, cayendo al 50 por ciento a los diez segundos de la generación del aerosol. Esta pérdida se produce cuando las partículas transportadas por el aire se secan y pierden rápidamente la humedad, formando una partícula sólida.
Con una humedad relativa alta, la pérdida de infectividad tras la aerosolización es más gradual, con una pérdida constante de infectividad del 50 por ciento en los primeros cinco minutos y del 90 por ciento en veinte minutos. Esta pérdida se debe a un aumento significativo del pH de las partículas del aerosol.
"Sabemos que las partículas de aerosol, exhaladas cuando los individuos infectados respiran, hablan o tosen, pueden transmitir virus. Comprender los mecanismos que influyen en la supervivencia de los patógenos en el aire es una pieza más del rompecabezas para entender la propagación de enfermedades como la COVID-19. Utilizando sistemas modelo en el laboratorio, hemos podido identificar estos dos procesos que pueden conducir a la rápida pérdida de infectividad del virus SARS-CoV-2 en un momento temprano. También hay que recordar que puede haber una variación de mil veces en la masa del aerosol exhalado y de 10 mil veces en la carga viral exhalada del SARS-CoV-2 entre individuos. Todo esto nos recuerda las cosas que aún no entendemos y, junto con los estudios epidemiológicos, la importancia de utilizar las mitigaciones apropiadas para reducir la transmisión de aerosoles, incluyendo máscaras faciales, distanciamiento físico y ventilación", ha comentado Jonathan Reid, autor principal del estudio.