Los representantes de familiares de desaparecidos acusaron al Ejército de haber sido "los perpetradores”, los que persiguieron, asesinaron, torturaron, desaparecieron y violaron a cientos de guerrerenses.
Por Lenin Ocampo
Guerrero, 25 de junio (SinEmbargo).- Ante inconformidades de los familiares de las víctimas de la guerra sucia, el Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió paciencia.
“Es normal [que haya inconformidades], la gente está muy dolida, hay que tener paciencia”, expresó este sábado el mandatario en breves declaraciones en la comunidad Unión de las Peras, municipio de Malinaltepec.
Ahí mismo, el Presidente se comprometió a abrir los expedientes del 27 Batallón de Infantería, ubicado en Iguala, como parte de las investigaciones.
En este punto, el titular del Ejecutivo fue interceptado por un grupo de pobladores que le entregaron peticiones escritas y le hicieron regalos, a lo que el Presidente contestó: “Amor con amor se paga”.
Este sábado el Presidente continuó con su visita a la Montaña de Guerrero para supervisar la construcción de caminos rurales hechos por pobladores.
Este miércoles, en un acto ante familiares de desaparecidos durante la llamada "guerra sucia", López Obrador anunció que el Ejército permitirá que se revisen sus instalaciones y accedan a sus archivos para esclarecer los hechos de represión ocurridos entre 1964 y 1990.
Sin embargo, al mismo tiempo se anunció que también se honraría a los militares que participaron en los hechos y que perdieron la vida, lo que causó descontento entre los familiares de las víctimas y lo consideraron "una provocación, una ofensa".
El titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval sostuvo que el Ejército tuvo sus propias bajas y que es justo que se les recordara, inscribiendo su nombre en el mural de los caídos. Detalló que ya había sido autorizado por el mandatario federal; además, el Presidente y el jefe militar argumentaron que el Ejército siempre se ha subordinado al poder civil.
Consultados vía telefónica al respecto, la presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos en México (Afadem), Tita Radilla Martínez, contó que fue invitada para la apertura de ese campo, para la investigación de expertos y sobrevivientes, porque los familiares piensan que probablemente haya personas sepultadas ahí.
Dijo que era un acto protocolario, para la apertura de los archivos que sirvan a la investigación, “suponemos que ahí debe de haber información, sobre todo de lo que hicieron los militares”, mencionó.
El presidente del Colectivo de Esposas e Hijos de Desaparecidos y Desplazados de la Guerra Sucia del municipio de Atoyac, Octaviano Gervasio Serrano, opinó que lo dicho por el titular de la Sedena es una “provocación, una ofensa, una nueva agresión por parte de los militares hacia los familiares de los desaparecidos y hacia los desaparecidos mismos, hacia su memoria”.