"De la nitidez del negro" no se creó de un momento a otro, cada pieza tiene una historia, un diálogo, un reflejo y un crecimiento muy especial. "En las piezas que están abajo hay unos 10 años de trabajo, más o menos, es una especie de revisión y una reinauguración de la vida", explicó el artista.
Cuidad de México, 19 de junio (SinEmbargo).- "De la nitidez del negro" es una exposición que nos lleva a dialogar, a ser testigo y a formar parte de las posibilidades que una pieza de obsidiana nos presenta con tan sólo movernos, cambiar de lugar y ver el reflejo de cada uno en esferas, elementos curvos propios de la obsidiana o creados por el artista. Jorge Ismael Rodríguez lleva a las personas por una experiencia con piezas dinámicas con las que se establece un diálogo, con piedras de vidrio volcánico que son mucho más de lo que se ve a simple vista.
Jorge Ismael es un artista mexicano con una gran trayectoria, en entrevista compartió que él viene de ser escultor académico y "típico", tras varios años llegó un momento en el que sentía que se acababan sus posibilidades y sólo llegaba hasta donde su vista se lo permití, aspecto que lo hizo alejarse un poco de la escultura .
"Me fui a las practicas de arte más expandido, me fui, al arte objeto a la instalación y dejé de labrar y modelar por muchos años. Después me encontré hace como 15 o 20 años con la obsidiana y me di cuenta que podía expandirme hacía el interior, a la hora de llevara aniveles de pulido muy finos se convierte en un espejo, el espejo del alama o el espejo humeante [...] la parte que es importante para mí como escultor es el saber que puedo hacer que el objeto no sea estático, si no que tenga una posibilidad dinámica constante", señaló Jorge Ismael Rodríguez en entrevista para SinEmbargo.
En "De la nitidez del negro" cada pieza mantiene un diálogo pero de manera energética, en el que cada persona ve la pieza de manera diferente y se vuelve parte de ella, es una forma de activarla ya que el color de ropa y el movimiento alrededor de las piezas hacen que estos elementos se reflejen y le den un sentido único. "Mientras tú ves la pieza, la pieza te está viendo a ti también y así vas opinando", compartió Jorge.
UNA EXPOSICIÓN QUE REFLEJA AÑOS DE TRABAJO
"De la nitidez del negro" no se creó de un momento a otro, cada pieza tiene una historia, un diálogo, un reflejo y un crecimiento muy especial. "En las piezas que están abajo hay unos 10 años de trabajo, más o menos, es una especie de revisión y una reinauguración de la vida", explicó el artista.
Esta exposición tiene un significado especial tras lo ocurrido con la pandemia, el artista compartió que hace dos años en el mismo edificio en el que expone en este momento, había un trabajo con la curaduría de Rius Caso, justo en esos día se cancelaron los eventos y se inició con la etapa de encierro.
"Yo soy muy del intercambio con la gente, me gusta mucho que el trabajo que hago tenga contacto físico y también intelectual y emocional con las personas; entonces los dos años de resguardo [...] fueron duros y ahora lo que quería era abrir de nuevo los brazos", compartió.
En estos años Jorge no dejó de trabajar, sin embargo, toda la dinámica fue diferente, algo extraña, lo que é nombra "nebulosa". "Ese romper con la nebulosa y esa revisión me ayudaron a darle nombre a la exposición: 'la nitidez del negro', es como de repente clarificarte".
"En la revisión sí hay, para mí pasos gozosos, momentos abductivos, momentos en los que una pieza me platicó un algo que me dio chance de decir otras cosas", afirmó.
OBSIDIANA, UNA RELACIÓN SIGNIFICATIVA
La obsidiana es el material que desde hace 15 años mantiene una conexión y relación con Jorge Ismael Rodríguez; este vidrio producto del fuego de gran belleza con partes llenas de óxidos milenarios, fracturas, naturaleza y tan conectado al pasado y al presente representa una gran oportunidad para vivir y sentir en el arte de Rodríguez.
El artista había trabajado con mármol, piedra, plastilina y barro, de este último contó que es un material muy celoso que tienes que estar cuidando porque si no se quiebra; la plastilina es generosa, se puede trabajar y retomarla tras un tiempo; con el mármol "llega a un punto en donde la piel es lo que se nota".
"Con la obsidiana es algo distinto, distinto desde la sensación, es una piedra sagrada para quien así lo considere, es el símbolo del dios más poderoso de los antiguos mexicanos, el que todo lo daba y todo lo quita, no era muy cordial y tenía que ver con la guerra; con la obsidiana te abrían para sacarte el corazón o te afeitabas o te curaban de algo y dicen los que le saben que la obsidiana te quita todo lo malo, te protege de todo lo malo", destacó.
El camino para poder coincidir y establecer el diálogo con la obsidiana no fue algo que se diera de primera mano. De inicio, Jorge carecía de la conciencia de lo que significaba trabajar con la obsidiana, con vidrios y lo hacía con muy poca protección, hasta que se dio cuenta de que era muy toxica. "Lo que empieza a flotar cuando yo estoy lijando, estoy esmerilando, son fragmentos de vidrio y esos fragmentos de vidrio se te meten en los ojos, los respiras, hasta la voz me ha cambiado con el uso de la obsidiana, es peligrosa porque son pequeñas navajitas que estas ingiriendo", compartió.
La obsidiana llegó incluso a impactar en su cuerpo y a no darle la mejor sensación, pero pareciera que tras un tiempo de descanso entre ambos, el reencuentro fue mejor, como si se tratará de una madurez que llevaba a fluir y no a presionar, a establecer una relación significativa.
"Al principio tuve una relación muy mala con la obsidiana, físicamente me sentía mal y a la hora de trabajarlo era una batalla, no ers mi material, no lo entendía y yo quería hacer lo que yo quería con la obsidiana y la obsidiana se resistía, dejé descansar el material y unos años después de repente tuve la necesidad de regresar a a obsidiana y empecé a tener una relación distinta, es cuando empecé a dialogar con ella, encontraba un fragmento y empezaba a ver para qué me daba en lugar de estar buscando el fragmento para lo que traía en mente", recordó.
La obsidiana le reveló muchas cosas a Jorge Ismael y empezó a notar los óxidos milenarios, el polvo, la arcilla, los tonos, el negro profundo y el reflejo absoluto que forman parte de las piezas de la exposición. "En este diálogo creo que la obsidiana y yo aprendimos que nos convenía más estar juntos que separados".
Para visitar la exposición sólo hay que enviar un mensaje al 5543519691 para agendar una reunión y podre disfrutar de las piezas de “De la nitidez del negro” que se exponen en Chicontepec 70, colonia Hipódromo Condesa, Ciudad de México, en lo que resta de este mes.