Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano se negaron a renunciar al Comité Ejecutivo Nacional del PRI como dirigente y Secretaria General. Sobre ambos pesan acusaciones por llevar al partido a una crisis única en su historia. Aunque militantes y exdirigentes se han sumado a la exigencia para que «Alito» deje el cargo, él confirmó que continuará al frente del tricolor hasta agosto de 2023.
Ciudad de México, 15 de junio (SinEmbargo).– Dos dudas acosaban al Partido Revolucionario Institucional (PRI) la mañana de ayer. Dos dudas provocadas por la derrota. El otrora “partidazo” ha perdido 10 gubernaturas entre 2021 y 2022, y se ha reducido como nunca en su historia de casi cien años: sólo gobierna tres estados, dos de los cuales se renovarán en 2023.
La primera duda era si Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano serían obligados a renunciar; los expresidentes del partido y personalidades con peso los habían convocado a una reunión de emergencia para pedirle a ambos que abrieran espacio a una nueva dirigencia. La segunda duda era todavía más grave por su efecto en otras fuerzas políticas del país: era la permanencia o no del PRI en la alianza con PAN y PRD, conocida como Va por México.
Alejandro Moreno, Carolina Viggiano y el empresario Claudio X. González, padre de Va por México, parecen haber ganado tiempo. La derrota no los hace renunciar ni los desune. O al menos eso han dicho los líderes reunidos durante más de cuatro horas ayer.
—¿Hubo una solicitud unánime de los expresientes de que terminara [su gestión]? —se le cuestionó ayer a Dulce María Sauri Riancho, una de las asistentes al encuentro, de tono más diplomático, pero severo.
La expresidenta nacional del PRI respondió:
—Fue un planteamiento que se hizo, sobre todo pensando que es lo mejor para el partido.
A Moreno Cárdenas, presidente nacional, y a su Secretaria General, Carolina Viggiano Austria, se les señala de encaminar al PRI a derrotas jamás imaginadas. Ella misma, esposa del coordinador de los diputados federales Rubén Moreira, perdió Hidalgo de manera humillante: tres votos por uno en un estado que el PRI retuvo por 93 años.
“El Presidente del CEN y la Secretaria General nos manifestaron, clara y contundentemente, que [por] sus facultades estatutarias en la legalidad interna del partido ellos están definidos y decididos a concluir su mandato en el periodo estatutario. Ni un día más, es decir, del 19 de agosto del año próximo”, explicó Dulce María Sauri.
Es decir, “Alito” Moreno y Viggiano se quedan. Pero también se mantiene la alianza con PAN y PRD.
A fin de cuentas, el tricolor fue el gestor del Pacto por México que en el Gobierno de Enrique Peña Nieto aglutinó a estas fuerzas políticas en una alianza legislativa. Pero si en aquél momento el bloque logró reformas jamás materializadas en el pasado, ahora no le ha funcionado para bien en el plano electoral. A ninguno de los partidos involucrados.
“El PRI es un partido afecto a las alianzas. La principal de ellas es la alianza con la ciudadanía, con la que en algunos episodios parece haberse distanciado. Hoy, que hay alianza electoral convertida también en la alianza legislativa, en la alianza opositora, su gran reto es construir, edificar esos elementos que son compartidos por los partidos y las organizaciones que integran la alianza y hacer que sean socialmente atractivos, que la gente voltee hacia estas opciones y que no nos quedamos en la posición opositora al gobierno, que siendo buena, es insuficiente”, expresó César Camacha Quiroz, dirigente del tricolor de 2012 a 2015, quien habló con SinEmbargo previo a la reunión que él y otros exlíderes priistas sostuvieron con Moreno Cárdenas.
En el encuentro de ayer, los exdirigentes del tricolor pusieron sobre la mesa la renuncia de “Alito”. Así lo compartió al término del encuentro Dulce María Sauri Riancho, dirigente del PRI de 1999 a 2000. A la exgobernadora de Yucatán también se le cuestionó si Alejandro Moreno tendría que renunciar ante la polémica que han causado los audios filtrados por la Gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que lo relacionarían con enriquecimiento ilícito, sobre todo sabiendo que las autoridades de ese estado ya anunciaron investigaciones en su contra. «Sería una cuestión estrictamente voluntaria porque los estatutos del PRI no plantean en ningún lugar una remoción de la dirigencia por una situación de esta naturaleza», expuso.
Moreno Cárdenas añadió a su vez que “lo que se planteó fue hacer una reflexión para saber si estamos preparados para la próxima elección”.
Moreno Cárdenas fue cuestionado el día de ayer por SinEmbargo. Negó que exista un “tema de entrega” del Edomex al PAN y reconoció que dentro del PRI quieren que “un priista, una priista encabece el proyecto”, aunque aceptó que se tiene que reconocer “la participación de la militancia de Acción Nacional, del Partido de la Revolución Democrática, y juntos vamos a construir una propuesta que sea no sólo competitiva electoralmente, sino que garantice una propuesta clara, y sobre todo que impulsemos un gobierno de coalición”.
En la entrevista con SinEmbargo, Camacho Quiroz mencionó que si bien “el PRI es un sujeto infaltable en una alianza opositora” es necesario “encontrar las coincidencias programáticas, las posiciones políticas en las que coincidamos con otros”.
«¿Qué hacer hoy para impactar positivamente mañana en un ambiente de altísima competencia político electoral? Nuestro reto es formular propuestas que le resulten atractivas a la mayoría de las y los mexicanos que saben que no vamos por el rumbo correcto. Y esto pasa no sólo por plantear posturas priistas sino aquellas que tengan valoración e identificación ciudadana por encima incluso de la alianza opositora», agregó.
Para el exdirigente tricolor, es necesario mirar hacia dentro del partido, ya que consideró que atraviesa por una de sus peores crisis, una peor que la vivida luego de que perdiera el poder en la denominada transición democrática: “ni siquiera la del 2000, cuando perdimos la Presidencia de la República porque tenemos menos representantes populares que nunca y tenemos una situación adversa en el ambiente político”, analizó.
Sauri Riancho rechazó que la situación “crítica” actual del partido sea como cuando perdieron la Presidencia de la República ante el PAN. “La coyuntura no es igual, pero hay cosas muy parecidas”, dijo. “Es compleja, crítica para el PRI”.
MILITANTES PIDEN SU RENUNCIA
Además de las y los expresidentes, después de las elecciones del 5 de junio militantes del partido han exigido la renuncia de Moreno Cárdenas. Los líderes de Plataforma PRI, Alianza Generacional y Movimiento Líder, grupos formados por priistas, informaron este lunes en conferencia de prensa que ya plantearon esta demanda al presidente del tricolor. A la militancia, dijeron, le preocupa perder el registro como partido, algo que, por ende, pone en riesgo sus trabajos.
Para Alfonso Rivera, uno de los representantes de la agrupación Plataforma PRI, el argumento de Alejandro Moreno de permanecer a cargo hasta agosto de 2023, como fue electo, no es políticamente válido.
«Lo que cuenta es el desempeño que ha tenido y el desempeño que ha tenido a lo largo de estos años. Ha sido pésimo. Bueno, perdió su propio estado, no ganó ni Campeche [estado que gobernó antes de ser dirigente]. Nos está llevando en un sendero que nos conduce directamente a la pérdida del registro».
Este temor parece ser una realidad en Quintana Roo, de acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), pues en la última jornada electora perdió el registro en la entidad y con ello las prerrogativas estatales.
Ante este panorama, militantes agrupados en el Frente Nacional “Democracia y Justicia Social” también exigieron la celebración inmediata de una Asamblea Nacional Extraordinaria para que el Comité Ejecutivo Nacional se renueve, así como los Consejos Políticos Estatales.
«Desde que Alejandro Moreno llegó a la dirigencia se dedicó a integrar los consejos políticos, tanto el nacional como los estatales, con gente cercana a él. ¿Para qué? Para que precisamente el Consejo Político Nacional, que puede ser un instrumento de contrapeso hacia la dirigencia nacional, sea afín a él y entonces eso impide que cumpla sus funciones», criticó el exdiputado federal.
Este tema también fue discutido por las y los expresidentes del PRI. La exgobernadora Sauri Riancho anunció que sí se planteó la posibilidad de una Asamblea Nacional, pero eso fue uno de los acuerdos que la dirigencia se comprometió a reflexionar.
Pese a la crisis que enfrenta el PRI algunos de sus críticos aún ven posibilidades de rescatarlo. «No debe haber una fatalidad, que parezca que el destino ya se decidió. Las cosas se pueden cambiar con el ejercicio de una política inteligente», opinó César Camacho al cuestionarle si el partido tal como está ahora, a cargo de sólo dos gubernaturas, agoniza de muerte.
Pero la militancia considera que sin un cambio de dirigente, difícilmente la ciudadanía volverá a confiar en el PRI. «Quien dirige al partido, además de experiencia política debe tener autoridad moral. En términos llanos, que no tenga con la que le pise, que tenga credibilidad, que tenga respetabilidad, que tenga honorabilidad, que tenga dignidad, eso es lo que queremos del próximo presidente», opinó Rivera.
Por ahora, los escándalos persiguen a «Alito». Tan sólo este martes integrantes de la Fiscalía General de Campeche realizaron este martes una “inspección ocular” para verificar las dimensiones de las propiedades del político, obtenidas, según ha dicho la Gobernadora estatal, a través de enriquecimiento ilícito. Moreno Cárdenas calificó a la inspección y las acusaciones en su contra como actos de intimidación.