Esta expansión del CJNG al negocio del tabaco ilegal coincide con la mayor aceptación de los cigarrillos ilegales de fabricación mexicana. Cerca del 19 por ciento de los cigarrillos consumidos en México son de producción ilegal, dos por ciento más que en 2011, según un informe.
Por Peter Appleby
México, 10 de junio (InSightCrime).- El poderoso Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) parece estar haciendo grandes avances para tomar el control de la producción de cigarrillos ilícitos en México, con el control de un grupo criminal importante dedicado al negocio y manteniendo a raya a la competencia.
El CJNG ha estado redoblando la producción y venta de cigarrillos ilegales en México por medio de un grupo conocido como el Cártel del Tabaco, según un reportaje reciente del periódico Milenio.
El Cártel del Tabaco, una red conocida por fabricar cigarrillos y coaccionar a los proveedores para que los vendan, está dirigida por tres hermanos dueños de tres cigarrerías en los estados de México, Jalisco y Campeche, según el reportaje. La producción se realiza a nombre de tres empresas registradas: Sijara International Manufacturing, Braxico Manufacturing y Burley & Virginia Tabaco Company. Las dos primeras son subsidiarias de otra entidad legal, Tobacco International Holdings (TIH), como lo informó Milenio.
Aunque las empresas y las fábricas son legítimas, se alega que algunos de los cigarros producidos carecen de los códigos de seguridad que demuestran la conformidad con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que demuestra que caen "en el terreno de la ilegalidad", señaló el periódico. InSight Crime escribió a las empresas solicitando sus comentarios pero no recibió respuesta.
La falta de código de seguridad, que deben llevar todos los productos de tabaco que se venden en México, indica que no cumplen los requisitos del SAT. Según las regulaciones del Servicio Tributario, los productos sin código deben destruirse. Milenio también conoció que Braxico ya no tiene un certificado sanitario válido emitido por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Los cigarrillos fabricados por el llamado Cártel del Tabaco se imponen a los proveedores, quienes los venden bajo coacción. Como ya lo había informado InSight Crime, el Cartel de Jalisco ha respaldado el Cartel del Tabaco ejerciendo coerción sobre los vendedores para que vendan exclusivamente productos de TIH. Desde 2017, los inventarios de otras marcas de cigarrillos son destruidos y los vendedores se han quejado de haber recibido amenazas, torturas e incluso de haber sido abaleados por no obedecer la presión.
El ámbito de influencia del Cartel del Tabaco se ha expandido a diez estados, como informó Milenio. El cártel produce más de 30 marcas de cigarrillos, con precios desde los 35 pesos mexicanos (alrededor de 1.79 dólares). El precio de los cigarrillos regulares fluctúa entre 62 y 70 pesos mexicanos (entre 3.17 y 3.58 dólares), según El Economista.
Los presuntos cabecillas del Cártel del Tabaco han recibido presiones de las autoridades. A los tres hermanos señalados de ser las cabezas del negocio se les congelaron sus cuentas bancarias en 2021, aunque luego fueron liberadas. Según la plataforma investigativa Emequis, los hermanos son exagentes federales de la Fiscalía General y cuentan con el respaldo de investigadores en ese ente.
El propietario registrado de TIH, José Guadalupe Varela González, fue investigado por narcotráfico en 2006, según recogió Proceso.
Esta expansión del CJNG al negocio del tabaco ilegal coincide con la mayor aceptación de los cigarrillos ilegales de fabricación mexicana. Cerca del 19 por ciento de los cigarrillos consumidos en México son de producción ilegal, dos por ciento más que en 2011, según un informe.
ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME
Aunque la relación del CJNG con el llamado Cartel del Tabaco viene de hace varios años, es improbable que la participación en el mercado de cigarrillos ilegales haga parte central de los planes del cártel.
Jaime López Aranda, experto judicial y de seguridad, explicó a InSight Crime que la desaparición del mercado de la marihuana, la falta de un crecimiento importante en la demanda global de cocaína y las guerras que enfrenta actualmente el CJNG han propiciado la incursión de grupos locales del cartel en actividades económicas “fáciles”. Otros ejemplos de ese tipo incluyen la extorsión a los aguacateros o la pesca ilegal.
“No creo que esta sea una estrategia de todo el cártel”, opinó Aranda. “Es tan fácil traficar con cigarrillos que no creo que los involucrados en esto sean actores importantes; es más probable que sea una estrategia a nivel local”, comentó.
El rédito financiero es poco en comparación. “No estamos hablando de dinero del narcotráfico. Ni de cerca”, explicó Aranda.
Pero el plan de negocios tiene sentido para los actores locales. Aunque no es tan rentable como el narcotráfico, el mercado de tabaco sigue siendo enorme: Oxford Economics halló que el tabaco ilícito representó el 18.7 por ciento del total de cigarrillos consumidos en México en el primer semestre de 2021, para un total de más de siete mil millones de cigarrillos. Esto sin duda ha sido suficiente para que algunos nodos de la red del CJNG obtengan ingresos con la venta por medio de minoristas controlados por ellos y mediante redes sociales, señaló el informe de Milenio.
Y con el respaldo del CJNG, es probable que se cumplan las demandas del Cártel del Tabaco.
“Es tan temible la reputación del CJNG, y son tan evidentes sus nexos con todas las formas de actividad criminal en México, que pocos cuestionarían a alguien que afirme pertenecer a ese cártel”, comentó Cecilia Farfán-Méndez, experta en crimen organizado y jefa de los programas de investigación en seguridad en el Centro de Estudios Mexicano-Estadounidenses (Center for US-Mexican Studies) de la Universidad de California, en San Diego.
Además, la situación se ha mantenido en medio de cambios en la logística de la fabricación de cigarrillos ilícitos. En el pasado, las fuentes de suministro de cigarrillos ilegales en México han provenido de diversos países, como China y Paraguay. Pero los cigarrillos producidos en México han llegado a dominar esta economía ilícita, un contexto al que pueden haber contribuido las campañas del gobierno para reducir el contrabando que ingresa a México vía portuaria, la ruta habitual de los cigarrillos.