Al finalizar el año 2021, alrededor de 60 millones de personas habían abandonado sus hogares por causa de violencia o por catástrofes naturales. Se trata del mayor récord de desplazados desde el año 2000, advierte el informe publicado por el Observatorio de los Desplazamientos Internos (IDMC), y el Centro Noruego para los Refugiados (NRC), con sede en Noruega. Esta cifra no incluye los cerca de ocho millones de personas que han debido huir de la guerra en Ucrania.
Por Braulio Moro
Francia, 20 de mayo (RadioFranciaInternacional).- «El mundo no tiene recursos, mecanismos para prevenir conflictos», advierte Jan Egeland, el secretario general del Centro Noruego para los Refugiados (NRC) en entrevista con RFI. Y es que la violencia y las catástrofes vinculadas a la aceleración del cambio climático provocaron que 53 millones de personas fueran desplazadas en 2021. Muchas de ellas lo hicieron tres o cuatro veces al interior de su país de origen.
«LA PEOR SITUACIÓN» EN «MÁS DE 40 AÑOS»
«Es el doble de lo que tuvimos en el mundo hace 10 años, y ahora Ucrania viene encima de todo eso con más de ocho millones de desplazados. Es la peor situación que puedo recordar en más de 40 años como trabajador humanitario», juzga Jan Egeland.
La mayor parte de esos desplazados son víctimas de la aceleración del cambio climático y las catástrofes que está acarreando. Cerca de 24 millones de desplazados del mundo lo fueron por ese motivo, en su gran mayoría por tempestades y tormentas (11.5 millones) o inundaciones (10.1 millones).
«El año anterior pudimos documentar que 23 millones de personas habían sido desplazadas por desastres naturales, muchos en América Latina como Cuba, Haití, etcétera, y éstos se adicionan a los 14 millones de personas que fueron desplazadas por violencia -12.5 millones por conflictos armados y 1.3 millones por violencias comunitarias-. Y en países como Colombia y El Salvador son los dos, y como siempre son los más humildes, los más pobres que son más vulnerables», recuerda el secretario general del NRC.
UCRANIA: «LA SITUACIÓN ES CRÍTICA»
La guerra en Ucrania ha dejado hasta ahora más de ocho millones de desplazados internos, pero es de prever que la cifra aumente sustancialmente si el conflicto se prolonga. ¿Qué efectos cualitativos puede tener esto?, preguntamos al especialista humanitario.
«La situación es crítica. Significa que el pan de cada día es mucho más caro para los desplazados en otros países, que el combustible será más caro. Nuestro trabajo será más difícil porque la economía y las logísticas internacionales están sufriendo. Por esos estamos pidiendo muchos más recursos de los países ricos para nuestro trabajo humanitario mundial para que podamos prevenir nuevos desplazamientos y poder asistir un mínimo a todos. Ahora no nos alcanzan los recursos que tenemos», explica Egeland.
UNA JUVENTUD CON POCAS ESPERANZAS
Más de 25 millones de esos desplazados internos son menores de 18 años, lo que plantea el problema de su seguridad, bienestar, abandono de la educación y, a largo plazo, los efectos en cascada sobre el país del que son originarios.
«Los jóvenes pierden la esperanza en zonas conflictivas, en zonas con desastres naturales, porque estamos robando la educación y las posibilidades de realizarse como hombres y mujeres; es muy difícil tener una juventud como desplazado en otro lugar, sin seguridad, sin recursos, sin educación, sin esperanza», considera Jan Egeland.