Exagente de Johnny Depp, quien trabajó con el actor casi treinta años, acudió a la corte donde describió la conducta errática del actor, así como los problemas de ira que tenía el protagonista de Piratas del Caribe.
Por Sylvia Georgina Estrada
Saltillo, 19 de mayo (Vanguardia).- Tras el paso de Amber Heard en el estrado de la corte del Condado de Fairfax, en Virginia, la defensa de la actriz ha llamado a testificar a otras personas, entre ellas a Whitney Henriquez, la hermana de Heard, quien ayer afirmó que vio a Johnny Depp ponerse violento y golpear a su entonces pareja.
Este jueves 19 de mayo, quien rindió su testimonio fue Tracey Jacobs, exagente de Depp, quien habló sobre las dificultades que tuvo al representar al actor, durante la última década, debido al “comportamiento poco profesional” y errático del protagonista de Piratas del Caribe.
“Todo lo que sé es que esencialmente terminó con todos en su vida y yo estaba en el viaje, supongo”, dijo Jacobs sobre el momento en que el histrión decidió despedirla en 2016 después de una relación laboral de casi 30 años.
Y es que Tracey conoció a Depp cuando éste tenía 35 años y “era extremadamente talentoso y eso me llevó a aprovecharlo al máximo para promocionarlo; así se convirtió en la estrella más grande del mundo”, declaró en el juicio.
La representante señaló que el declive de Depp comenzó hace unos diez años, y que el actor llegaba a los rodajes sin estar preparado para desempeñar su papel, además de que abusaba de las drogas y el alcohol.
“Llegaba tarde a filmar de manera consistente en prácticamente todas las películas. Nunca lo llamé ‘cliente difícil’, pero sí le dije que tenía que dejar de hacer eso”, expresó la publicista.
Jacobs señaló que nunca vio heridas en Amber Heard, tampoco un trato violento de Depp hacia su entonces esposa. Aunque destacó que el actor “tenía problemas de ira”.
“Se enojaba si no obtenía lo que quería y solía usar auriculares para que le recordaran las líneas”, recordó la representante de Hollywood.
Por su parte, Joel Mandel, el exgerente comercial del actor lo acusó de tomar a diario y señaló que entre 2010 y 2015 era difícil reunirse con Depp. También afirmó que tuvo que pagar dinero para reparar los daños de los hoteles en los que el histrión se había alojado debido a sus problemas de ira.
“Se desahogaba de manera agresiva cuando estaba molesto o decepcionado por algo”, expresó el director de Talent Management Group (TMG), quien agregó que “el uso de alcohol y drogas en él era un evento diario”.
