La investigación reveló «está claro que es necesario ofrecer apoyo constante» a los sobrevivientes de COVID.
Londres, 13 may (EFE).- Dos años después de la infección por COVID-19, en torno al 55 por ciento de los que fueron hospitalizados aún presenta al menos un síntoma de la enfermedad, según revela un estudio publicado en The Lancet.
La investigación, desarrollada en el Hospital Jin Yin-tan de Wuhan (China), contó con mil 192 pacientes que necesitaron tratamiento hospitalario entre enero y mayo de 2020, al comienzo de la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2.
Los expertos siguieron su evolución al cabo de seis meses, de un año y de dos años después de recibir el alta médica y constataron que su salud mental y física mejoró con el tiempo, independientemente de la gravedad de la enfermedad.
El 55 por ciento reportó la presencia de al menos un síntoma de la COVID-19 después de dos años, frente al 68 por ciento detectado después de seis meses.
Datos después de 2 años de seguimiento a primeros pacientes hospitalizados en Wuhan por #COVID19:
50% al menos 1 síntoma
Capacidad reducida a ejercicio y baja calidad de vida
⬆️Soporte respiratorio⬇️Función pulmonar
89% regresó al trabajo#LongCovid
👉 https://t.co/4XgHR3dQxk— 𝕵𝖔𝖗𝖌𝖊 𝕴. 𝕸𝖎𝖗𝖆𝖓𝖉𝖆 (@georgepapadapol) May 13, 2022
El estudio sugiere que, a pesar de los progresos físicos y psíquicos que efectúan, el estado de salud y la calidad de vida de los pacientes que han pasado la enfermedad tienden a ser peores que los de la población general.
Esta situación afecta sobremanera a aquellos hospitalizados con COVID de larga duración, que, normalmente, aún presentan al menos un síntoma dos años después del alta, como fatiga, dificultad para respirar y alteraciones del sueño.
«Nuestros hallazgos indican que se necesitan más de dos años para que cierta proporción de hospitalizados que sobrevivieron a la COVID pueda recuperarse totalmente», explica en un comunicado Bin Cao, principal autor de este trabajo y profesor del China-Japan Friendship Hospital (China).
A la luz de estos resultados, señala, «está claro que es necesario ofrecer apoyo constante» a estos supervivientes y «comprender cómo las vacunas, los nuevos tratamientos y la variantes afectan a la salud a largo plazo».
El 52 por ciento de los participantes en este estudio -de una media de edad de 57 años en el momento del alta- informó de que la fatiga o la debilidad muscular fueron los síntomas más comunes al cabo de seis meses, frente al 30 por ciento registrado a los dos años.
Asimismo, el 89 por ciento, independientemente de su gravedad, retomó su actividad laboral a los dos años, destaca el informe, que cita otros síntomas poscovid como el dolor de articulaciones, palpitaciones, mareos y jaquecas.
Respecto a la calidad de vida, el 23 por ciento reportó en los cuestionarios la presencia de «dolor o malestar», mientras que el 12 por ciento comunicó síntomas de «ansiedad o depresión».
Pacientes con COVID de larga duración también registraron problemas de movilidad (5 por ciento) y una caída en los niveles de actividad (4 por ciento).