Después de décadas de estar estacionado en territorio mexicano, el Gobierno federal retiró el espacio para una aeronave de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos, por lo que deberá de ser regresado a Texas.
Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).– La agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), retiró de México un avión para operaciones antinarcóticos por primera vez en décadas, debido a que el Gobierno mexicano le quitó el espacio de estacionamiento, dijeron fuentes a Reuters.
La Administración para el Control de Drogas estadounidense había utilizado dicho avión King Air en operaciones que resultaron en la captura de capos de la droga como el exjefe del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán, alias «El Chapo», así como en planes ejecutados en Centroamérica.
La DEA tenía su propia aeronave en Toluca, Estado de México, desde al menos principios de la década de 1990. El avión tiene doble turbina y una capacidad para alrededor de 10 personas.
Un funcionario del Gobierno de EU y dos fuentes de seguridad familiarizadas con el tema –quienes pidieron el anonimato por no estar autorizados a hablar sobre el tema– dijeron a Reuters que la aeronave sería trasladada a Texas. «Esto hará que las cosas se detengan. No podemos atravesar en automóvil partes de México, es demasiado peligroso», dijo uno de los expertos.
La agencia gubernamental declinó hablar sobre el tema, mientras que la Fiscalía General de la República (FGR) y la oficina de la Presidencia de México tampoco ofrecieron comentarios al respecto.
La relación entre la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador y la DEA ha sido tensa desde que el tabasqueño llegó al poder en el 2018. Dos años después de su triunfo electoral, el morenista cuestionó la intromisión de agencias como la Administración de Control de Drogas estadounidense en México tras la detención del General Salvador Cienfuegos por presuntos nexos con el narcotráfico.
En 2021, el Gobierno mexicano disolvió una unidad antinarcotráfico de alto nivel en la que colaboraron por más de 20 años autoridades nacionales y extranjeras, bajo el argumento de que se comprobó que sus integrantes estaban relacionados con el crimen organizado.
Fue en enero de este 2022 cuando, contrario a sus acciones, el Presidente aseguró que confiaba en los agentes de la DEA que estaban en territorio mexicano y consideró que respetaban la soberanía del país.