La madrugada del martes se produjo una explosión por la acumulación de gas metano en un túnel situado a mil metros de profundidad, y como consecuencia de ello murieron cinco mineros y 21 más resultaron heridos, cinco de ellos de gravedad.
Cracovia (Polonia), 22 abr (EFE).- El coordinador de la operación de búsqueda y rescate de las siete personas que aún permanecen desaparecidas en una mina polaca decidió este viernes interrumpir las operaciones ante el peligro de más explosiones como las registradas anoche.
En declaraciones a la prensa congregada frente al pozo de la mina de Pniówek, Arkadiusz Frymarkiewicz, responsable de los trabajos de rescate, dijo que "hasta que no se estabilice la situación" y se reduzca la acumulación de metano en el interior de la mina "es demasiado peligroso" continuar con las operaciones.
"En 10 o 15 horas se evaluará la situación y se tomará una decisión", afirmó el jefe de los 13 equipos que forman el dispositivo.
Durante la noche del jueves se produjeron cuatro explosiones en el túnel que excavan los rescatadores, diez de los cuales resultaron heridos, tres de ellos gravemente.
La madrugada del martes se produjo una explosión por la acumulación de gas metano en un túnel situado a mil metros de profundidad, y como consecuencia de ello murieron cinco mineros y 21 más resultaron heridos, cinco de ellos de gravedad.
Pocas horas después, un grupo de rescatistas que trataba de encontrar a dos mineros desaparecidos se vio sorprendido por una segunda explosión, a la que siguió un derrumbe que ha dejado aisladas a las siete personas.
En informaciones anteriores, la empresa JSW informó de que eran 10 los desaparecidos.
A pesar de que se ha instalado un ventilador que evacúa 450 metros cúbicos de aire por minuto, en algunos tramos del túnel practicado para evacuar gases aún hay acumulaciones peligrosas de metano que podrían causar más explosiones.
Según el equipo de rescate, se han excavado unos 170 metros del túnel con el que se pretende llegar al área de la explosión, una labor que se lleva a cabo "en condiciones extremadamente difíciles" y cuya duración puede alargarse durante días, pues hay que asegurar la galería cada 10 o 20 metros.
El Presidente polaco, Andrzej Duda, y el Primer Ministro, Mateusz Morawiecki, visitaron ayer el lugar para expresar su apoyo a los equipos que participan en el rescate.
Desde que ocurrió el accidente, decenas de familiares y compañeros de los desaparecidos permanecieron junto a la entrada de la galería a la espera de noticias y depositaron flores y velas que permanecen encendidas.
Este es el peor percance sufrido por la minería polaca desde que en 2006 fallecieron 23 trabajadores en la explotación carbonífera de Halemba, también situada en la región de Silesia.