El Gobierno del Primer Ministro Boris Johnson fue fuertemente criticado por presuntamente hacer reuniones no autorizadas durante el momento más álgido del Reino Unido por la pandemia por la COVID-19.
LONDRES, 21 de abril (AP).— Los legisladores británicos ordenaron el jueves una investigación parlamentaria al Primer Ministro Boris Johnson supuestamente por mentir sobre si violó las restricciones del coronavirus al asistir a reuniones no autorizadas durante la pandemia, un escándalo conocido como “Partygate”.
La medida, aprobada con gritos de “sí” y sin una votación formal en la Cámara de los Comunes, significa que el Comité de Privilegios del Parlamento investigará si Johnson engañó al Parlamento a sabiendas, lo que históricamente es un delito de renuncia si se comprueba.
La medida ejercería más presión sobre un primer ministro cuyo control del poder se ha visto afectado por las afirmaciones de que ignoró las reglas de pandemia que él mismo impuso para su país y que las incumplió repetidamente.
Dear God, this is not a parody ….#Partygate
— Alexis Conran (@alexisconran) April 19, 2022
La votación fue promovida por el opositor Partido Laborista y aprobada después de que el gobierno abandonó los esfuerzos para lograr que los legisladores del gobernante Partido Conservador la bloquearan. Aunque los conservadores son mayoría en el Parlamento, muchos legisladores en el partido de Johnson están disgustados con el comportamiento del primer ministro.
El líder laborista Keir Starmer dijo que la medida busca defender “el principio simple de que la honestidad, la integridad y decir la verdad son importantes en nuestra política”.
“Es un principio británico... guiar a los miembros de todos los partidos políticos en esta Cámara”, dijo Starmer. “Pero es un principio bajo ataque”.
Johnson no estuvo presente durante la votación ya que se encuentra de visita oficial en la India. Insistió en que quería “seguir con el trabajo” de liderar el país.
La semana pasada, la policía multó a Johnson con 50 libras (66 dólares) por asistir a una fiesta de cumpleaños que su propio partido organizó en las oficinas del primer ministro en junio de 2020, cuando a los británicos se les prohibió reunirse con amigos y familias, o incluso visitar a familiares moribundos. Johnson es el primer ministro británico que viola la ley estando en funciones.
Johnson se ha disculpado, pero ha dicho que no violó las restricciones. Sus cambiantes justificaciones —en un inicio dijo que no hubo fiestas ilegales, luego aseguró que no se había dado cuenta de que era una fiesta de cumpleaños— han generado indignación por parte de sus críticos, quienes han pedido su renuncia.
“La verdad es simple y es esta: él mintió para no verse atrapado y una vez que se vio atrapado, volvió a mentir”, expresó el legislador del Partido Nacional Escocés Ian Blackford ante la Cámara de los Comunes.
Por lo regular los legisladores no tienen permitido acusar a un colega de mentir, pero el presidente de la cámara no amonestó a Blackford.
🔴Furious Conservative MPs have demanded that Boris Johnson launch an inquiry, after senior officials were filmed laughing about a "fictional" Christmas party involving cheese and winehttps://t.co/doNktXQNYY pic.twitter.com/FJnALLUGWv
— The Telegraph (@Telegraph) December 8, 2021
Cada vez más conservadores se niegan a defender a un líder que violó las mismas normas que impuso al país. Algunos ya han pedido su renuncia y el número crece. Otros están esperando a ver si el enojo público se transforma en pérdidas para el partido en las elecciones locales del 5 de mayo.
“Es absolutamente deprimente que te pidan que defiendas lo indefendible”, dijo el Legislador conservador William Wragg.
El Legislador Steve Baker, hasta ahora un destacado aliado, declaró que Johnson “debió haberse ido hace mucho tiempo” por violar “la letra y el espíritu” de las reglas.
La investigación del Comité de Privilegios comenzará hasta que las investigaciones de la policía y de servicio civil sobre el “partygate” hayan concluido.
Sue Gray, a cargo de la investigación civil, está investigando 16 eventos, incluyendo fiestas de oficinas del gobierno donde pedían a los invitados llevar sus propias bebidas alcohólicas y “viernes de vino” en la residencia oficial de Johnson en el número 10 de la calle Downing. La policía investiga una docena de eventos y hasta ahora ha emitido al menos 50 multas, incluyendo para Johnson, su esposa Carrie y el Secretario del Tesoro Rishi Sunak. Johnson todavía podría recibir más multas de la policía.
Johnson y sus aliados argumentan que sería imprudente que el país cambie de líder ahora en medio de la guerra en Ucrania y el encarecimiento del costo de vida provocado por el aumento de los precios de la energía y los alimentos.