El Gobierno federal disolvió hace un año la Unidad de Investigaciones Sensibles de la DEA porque sus integrantes tenían nexos con el narcotráfico, confirmó el Presidente Andrés Manuel López Obrador. La relación de México con esta agencia se fortaleció durante el Gobierno de Felipe Calderón y se debilitó con la actual administración, sobre todo a partir del arresto del General Salvador Cienfuegos.
-Con información de Dulce Olvera
Ciudad de México, 22 de abril (SinEmbargo).– El expresidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) estableció una relación más estrecha que nunca con la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) que le permitió operar dentro de las instalaciones de las corporaciones de seguridad en México de manera inédita a pesar de que desde los noventa, en el sexenio de Ernesto Zedillo (1994-2000), creó un cuerpo de élite, la Unidad de Investigaciones Sensibles (SUI), frente a la cual estuvo entre 2008 y 2016 uno de los súper policías de Genaro García Luna: el comandante Iván Reyes Arzate, quien en octubre de 2021 confesó ante un Juez estadounidense haber colaborado con el narcotráfico mientras simulaba combatirlo junto a la DEA.
Ahora con Reyes Arzate condenado por narcotráfico por la justicia estadounidense, con el exsecretario de Seguridad Genaro García Luna en espera de juicio por la misma razón y, sobre todo, a partir de la detención del General Salvador Cienfuegos, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador desactivó desde hace un año una de las unidades de investigación sensibles —como confirmó el Presidente a partir de lo publicado por Reuters y Milenio—, uno de los principales brazos de la DEA para sus operaciones en territorio mexicano, pero cuya presencia en el país no significó una disminución en la violencia ni en el trasiego de drogas. Por el contrario —como quedó evidenciado con García Luna y Reyes Arzate— dio pauta a la corrupción de funcionarios mexicanos.
Aun así, el Gobierno mexicano ha dicho que la cooperación con el Gobierno de Estados Unidos en esta materia sigue, así como la presencia de agentes de la DEA en el país.
“Hacían lo que querían, incluso fabricaban delitos “
AMLO aclaró que desde hace un año se disolvió la unidad antinarcóticos de México que trabajaba con la #DEA y los acusó hasta de delincuencia pic.twitter.com/EiHANrtGGy
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) April 21, 2022
“A Estados Unidos le importa la cuestión de las drogas, a México le interesa el problema de la violencia, que no necesariamente está toda vinculada al narcotráfico. Estados Unidos se encuentra ahora preocupado por esta desaparición de esta unidad de inteligencia especial a la que ellos han contribuido a entrenar. Pero al final qué es lo que tenemos: Estados Unidos tiene más drogas que nunca y México tiene más violencia que nunca con esta cooperación, entonces hace sentido lo que México está planteando. No está funcionando esta colaboración, estas unidades no están funcionando. En Washington dice que será malo para México porque llegarán más drogas y habrá más violencia, ¿más de la que tenemos ahorita? Con las unidades teníamos y se extendió de manera exponencial”, cuestionó Guadalupe Correa-Cabrera, profesora asociada en la Universidad de George Mason.
La DEA fue creada en julio de 1973 bajo la presidencia de Richard Nixon (1969-1974). Es la agencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos que se dedica a la lucha contra el contrabando y el consumo de drogas en ese país, pero su trabajo se extiende a más de 60 países. En México, ha estado presente desde su creación y su actuación ha cambiado dependiendo del Presidente en turno. Los expertos en narcotráfico coinciden en que fue en el sexenio de Felipe Calderón cuando “se metieron hasta la cocina”, una situación que cambió con la llegada de López Obrador a la Presidencia.
El caso de la SUI es especial. Fue esta Unidad —fundada en 1997— la que operó de manera ininterrumpida en los mandatos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Una de las principales operaciones que se le atribuye fue haber participado en la primera captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en 2016.
Pero así como se destacó su papel en las operaciones contra el crimen organizado en México, también tuvo un actuar polémico, como destacó en entrevista Carlos Pérez Ricart, profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y parte de la Comisión de la Verdad de México:
“Las unidades de investigación de inteligencia, las SIU en inglés, existen en México desde 1997 y han sido presas de escándalo desde que se crearon. Varios de los jefes que las han dirigido han muerto, han sido asesinados o están en la cárcel en los EU. Es falso que sean unidades de investigación impermeables a la corrupción, todo lo contrario”.
Ayer el Presidente López Obrador confirmó durante su conferencia de prensa matutina que hace un año disolvió esta unidad porque se comprobó que sus integrantes estaban relacionados con el crimen organizado.
“Ya tiene tiempo que se tomó la decisión de deshacer este grupo, sigue habiendo cooperación, pero ese grupo que supuestamente era de muy alto nivel, estratégico, estaba infiltrado y sus jefes están siendo investigados y hay presos de ese grupo. Nosotros decidimos que se suspendiera eso… Es algo que respetuosamente recomendamos al Gobierno de EU porque tiene que haber orden y confianza”, declaró.
Tanto Guadalupe Correa como Pérez Ricart coincidieron que un momento clave en el debilitamiento de la relación del actual Gobierno mexicano y la DEA fue la detención en octubre de 2020 por parte de esta agencia del General Salvador Cienfuegos, extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional, a quien acusaron de estar vinculado con el crimen organizado, lo cual dio pauta a finales de este año a la aprobación de una nueva Ley de Seguridad Nacional que puso límites a la operación de agentes extranjeros, obligándolos a compartir su información con las autoridades mexicanas, a prohibirles arrestar a personas, a contar con una autorización para llevar armas. Además la Ley establece que no tienen inmunidad judicial y amenaza con la expulsión de las agencias si quebrantan la normativa.
“A partir del arresto de Cienfuegos despertó una gran crítica al papel de la DEA en México. Siempre había habido críticas, pero a partir de lo de Cienfuegos se empezó a dar un debate a nivel nacional y aquí sí, de manera formal, México cambió su relación con la DEA”, comentó la analista en seguridad, Guadalupe Correa.
Y añadió el académico Pérez Ricart: “El cierre se da en un contexto en que la relación México-DEA estaba muy lastimada, acababa de pasar la detención del General Cienfuegos, se había establecido la Ley de Seguridad Nacional tras la cual se obligaba a los agentes de la DEA de los EU a comunicarse con autoridades mexicanas cada vez que tenían alguna acción particular en México. Era una relación menos potente que la que se tenía en el régimen de Enrique Peña Nieto y mucho menos de Felipe Calderón, cuando la DEA prácticamente hacía y deshacía en México”.
UN ACTUAR POLÉMICO
Durante la sesión del miércoles pasado en el Senado sobre el papel de la Guardia Nacional en los niveles de inseguridad, la Senadora morenista Martha Lucía Mícher dijo que hay “razones justificadas” para que el Gobierno mexicano decidiera desaparecer a la Unidad de Investigaciones Sensibles que “tenía un doble juego” al estar encabezada de 2008 a 2016 por Iván Reyes Arzate, un policía que tenía vínculos con el narco a mientras capacitaba cuerpos policiales.
“¿Cómo vamos a seguir con estos tratos teniendo al enemigo dentro? Era un doble juego. El señor capacitando y al mismo tiempo cometiendo acciones en contra del país. No vamos a permitir cómplices ni personas que cometen delitos capacitando a quienes tendrían que evitar los delitos”, señaló.
En ese mismo sentido se expresó ayer el Presidente López Obrador: “Se demostró que ese grupo estaba infiltrado por la delincuencia, que inclusive uno de sus jefes está siendo juzgado en Estados Unidos”, comentó en referencia a Reyes Arzate a la par que cuestionó que algunos agentes de la DEA llevan a cabo acciones de las que no tienen conocimiento las autoridades del Gobierno de EU de mayor nivel, situaciones, dijo, “que tienen que ver con la procuración de justicia, y eso es muy delicado, porque tienen informantes que se quedan en los grupos de la delincuencia”.
Reyes Arzate, conocido como “La Reina”, fue uno de los hombres más cercanos a Genaro García Luna cuando éste era Secretario de Seguridad Pública con Felipe Calderón Hinojosa. En octubre pasado se declaró culpable en Estados Unidos de haber colaborado con el crimen organizado al que decía combatir junto a la DEA. En particular, confesó haber recibido sobornos del grupo llamado El Seguimiento 39, asociado con el Cártel de Sinaloa, a cambio de información.
No es el único caso. Los fiscales han dicho que algunas pruebas en el caso de García Luna, uno de los principales colaboradores de la DEA, son las mismas que en el de Reyes Arzate. Ocurre lo mismo con pruebas que fueron mostradas en el juicio a Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa, según ha reportado Associated Press.
“Hay dos diferentes niveles de policías en México. Los que son aceptados y adiestrados por la DEA y los que no. En algunos casos recibieron un suplemento salarial, son los preferidos, crean muchas envidias en el seno de las corporaciones. Y una vez que son infiltradas, hacen un daño terrible, un daño tremendo. No recuerdo el número exacto de directores de la SIU que están presos o que han muerto, pero son bastantes y varios de ellos allegados a Genaro García Luna”, indicó Pérez Ricart.
AMLO LIMITA COOPERACIÓN
Guadalupe Correa-Cabrera, autora del libro Los Zetas Inc. (Planeta, 2018), indicó que la DEA pasó de cooperar “de forma cercanísima con Genaro García Luna, ahora arrestado y esperando juicio en una cárcel de máxima seguridad en los Estados Unidos”, a afrontar con López Obrador un distanciamiento en la colaboración en temas de seguridad a partir de la crítica que hace de los gobiernos anteriores “de colaborar de manera tan cercana con agencias como la DEA”.
“Estaban sin compartir información y cooperando de forma muy cercana con autoridades que ellos mismos consideraban corruptas, es el caso de Genaro García Luna y del General Cienfuegos, quien fue considerado no culpable en México, pero se tiene la investigación donde la DEA participó”, dijo la profesora asociada en la Universidad de George Mason.
Correa planteó que la DEA ha participado de forma muy directa en operaciones, algunas de ellas conocidas, otras de ellas infiltradas y no conocidas por el Gobierno mexicano. Luego, indicó, vino el Entendimiento Bicentenario, anunciado en diciembre de 2021, "donde ya no hay una cooperación tan directa y enfocada en el arresto de los narcotraficantes, en el desmantelamiento de las redes de narcotráfico, sino en atacar este problema de una forma más integral, vinculándonos a políticas de salud pública, de atacar las causas de raíz, promover el desarrollo, eliminando la pobreza".
El profesor investigador del CIDE explicó a su vez que al cerrar la Unidad de Investigaciones Sensibles se le quitó sólo una herramienta a la DEA, de varias que tiene para operar en México.
“La DEA no solamente opera a través de esta organización en la policía, también tiene unidades parecidas adiestradas por ellos en la Marina, en el Ejército. Son grupos que responden directamente a la DEA históricamente. Se le quita una herramienta, pero no quiere decir que se vea afectada toda la cooperación entre México y Estados Unidos, es una parte muy menor de todo, y no necesariamente va afectar a los intereses de México. Las metas de la DEA son muchas veces el fracaso de México, cuando a la DEA le va bien, a México no necesariamente le va bien, cuando algo le va mal a la DEA, no necesariamente a México le va mal. Los intereses puntuales de la DEA son distintos de los intereses de seguridad de México”. dijo.
Y puntualizó que el Entendimiento Bicentenario es una buena idea, ya que hay un marco regulatorio de seguridad en el conjunto de la relación bilateral entre México y EU. “No es tan distinta a Iniciativa Mérida, es un nuevo marco conceptual que acentúa el tema de las armas, compartir inteligencia, con un enfoque de política de drogas más preventivo que reactivo. Pero apenas acaba de iniciar”, precisó.