La mujer estadounidense acusó a un adolescente afroamericano de robarse su teléfono celular en el vestíbulo de un hotel en diciembre de 2020, situación que fue exhibida y calificada por el padre del adolescente como un acto racista.
Nueva York/Ciudad de México, 15 de abril (SinEmbargo).– Una mujer de California que atacó a un adolescente afroamericano en un hotel de Nueva York después de acusarlo falsamente de robarle su teléfono celular se declaró culpable el lunes de un cargo de delito grave de odio derivado del altercado. La evidencia quedó grabada en video.
Según los términos de su declaración de culpabilidad, la mujer, Miya Ponsetto, de 23 años, evitó ir a la cárcel y puede presentar una nueva declaración de culpabilidad por un delito menor si completa su libertad condicional en un caso de conducir en estado de ebriedad en California. También debe continuar con el asesoramiento y no tener encuentros con el sistema de justicia penal durante los próximos dos años, dijeron las autoridades.
El episodio del hotel, registrado en diciembre de 2020, fue un ejemplo de alto perfil del tipo de acusación falsa que los negros enfrentan habitualmente en Nueva York y en otros lugares. Se produjo varios meses después de que una mujer blanca llamara al 911 para afirmar falsamente que un observador de aves negro en Central Park estaba amenazando su vida.
En un comunicado que anunciaba la declaración de culpabilidad de la Sra. Ponsetto, Alvin Bragg, el Fiscal de distrito de Manhattan destacó lo que dijo que era su "comportamiento escandaloso" al abordar a Keyon Harrold Jr., el hijo de 14 años de un destacado músico de jazz, en el vestíbulo del Hotel Arlo en diciembre de 2020.
La mujer estadounidense acusó al joven afroamericano de robarse su teléfono celular en el vestíbulo de un hotel. El video mostraba que las acusaciones eran falsas y racistas.
El músico de jazz Keyon Harrold y su hijo de 14 años de edad entraron al hotel boutique en el barrio de SoHo, Nueva York, cuando una mujer se acercó a ellos y comenzó a inculpar al menor de edad por quitarle su celular.
Ante los señalamientos, el jazzista comenzó a grabar a la mujer, quien no dejaba de gritar y señalar al joven por la desaparición de su teléfono móvil en el vestíbulo del Hotel Arlo.
La mujer expuso a uno de los trabajadores del lugar que el hijo del músico tenía un iPhone, y que se trataba del suyo, por lo que el padre del menor respondió diciéndole que “no sólo hay un iPhone en el mundo”.
En el video se puede ver al gerente del hotel pidiéndole al menor de edad que mostrara el teléfono celular que llevaba en los bolsillos, en un aparente intento de verificar la afirmación de la mujer. Ante la petición, el músico le dijo al joven que no lo hiciera porque no era su culpa y que las afirmaciones de la mujer no tenían fundamento.
“Muéstrame el celular”, exigió la mujer. “No, no lo hagas. Ella está mintiendo. ¿Por qué no lo pones en ‘encontrar mi iPhone’?”, respondió firmemente el también padre del menor. La joven dijo que la aplicación para encontrar el teléfono estaba encendida y que apuntaba al lugar dónde estaba su hijo.
El gerente del lugar insistió en que el joven enseñara su celular alegando que se trataba de políticas del hotel, pero Harrold volvió a negarse y dijo que no podían hacerle eso a su hijo, mucho menos por ser menor de edad.
Segundos después la grabación mostró al músico y a su hijo retirándose del lugar mientras la mujer continuaba gritando y alegando que no los dejaran ir porque ellos tenían su teléfono celular.
De acuerdo con declaraciones que hizo el jazzista a medios locales, los empleados del lugar ni siquiera cuestionaron a la mujer sobre por qué pensaba que el menor había tomado el teléfono “sólo le dieron la razón”.
Más tarde, el hotel Arlo compartió una disculpa pública para Harrold y su hijo, afirmando que aunque el gerente pidió que la Policía interviniera para aclarar debidamente el asunto, “se podría haber hecho más para aliviar la disputa”.
“Estamos profundamente desanimados por el reciente incidente de acusaciones infundadas, prejuicios y agresiones contra un huésped inocente del hotel Arlo”, escribió el hotel y se comprometió a “asegurarse de que esto nunca vuelva a suceder en ninguno de nuestras sucursales”.
El teléfono móvil de la mujer fue devuelto más tarde por un conductor de Uber que lo encontró en el automóvil y que la propia joven habría olvidado al bajar de su servicio.