Los resultados fueron prometedores, ya que el grupo tratado con aprotinina requirió menos oxigenoterapia y no tuvo reacciones adversas al tratamiento.
Madrid, 14 de abril (Europa Press).- El SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, necesita que sus proteínas de espiga se acoplen a las proteínas (receptores ACE) de la superficie de las células huésped. Antes de que este acoplamiento sea posible, partes de la proteína de espiga tienen que ser escindidas por las enzimas de la célula huésped, llamadas proteasas.
En 2020, un equipo científico dirigido por el profesor Jindrich Cinatl, de la Universidad Goethe de Fráncfort (Alemania); el profesor Martin Michaelis y el profesor Mark Wass, ambos de la Universidad de Kent (Reino Unido), realizó experimentos en cultivos celulares y descubrió que la aprotinina, un inhibidor de la proteasa, podía inhibir la replicación del virus, impidiendo la entrada del SARS-CoV-2 en las células huésped. En un estudio más reciente, demostraron además que la aprotinina también es eficaz contra las variantes Delta y Ómicron.
Aprotinin treatment against SARS-CoV-2: a randomized phase III study to evaluate the safety and efficacy of a pan-protease inhibitor for moderate COVID-19. https://t.co/Zo68erNm9O
— ingentium_COVID (@ingentium_COVID) March 30, 2022
Ahora, un equipo de investigación español, en el que se encuentran los doctores Francisco Javier Redondo, anestesiólogo en el Hospital General Universitario de Ciudad Real, y Juan Fernando Padín, del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de dicha ciudad, ha publicado los resultados de un estudio clínico de fase III que investiga el uso de un aerosol de aprotinina en pacientes con COVID-19.
Se trata de un ensayo multicéntrico, doble ciego y aleatorizado realizado en cuatro hospitales españoles en el que se comparó el tratamiento estándar frente al tratamiento estándar + aprotinina para pacientes con COVID-19 entre el 20 de mayo de 2020 y el 20 de octubre de 2021.
Entre otras mejoras, el tratamiento con aprotinina redujo la duración de las estancias hospitalarias en cinco días. En cuanto al tiempo de tratamiento, este fue dos días menor en el grupo de aprotinina. La incidencia de altas fue 2.19 veces mayor en el grupo de aprotinina que en el de placebo. Además, el grupo tratado con aprotinina requirió menos oxigenoterapia y no tuvo reacciones adversas ni efectos secundarios.
COLABORACIONES CIENTÍFICAS
Por su parte, el profesor Cinatl ha señalado que "esto demuestra cómo funcionan las colaboraciones científicas incluso sin una relación directa entre los investigadores". "Estoy muy contento de que nuestro estudio de cultivo celular haya inspirado este exitoso ensayo clínico", añade.
"Nuestros datos de los cultivos celulares resultaron muy convincentes. Es emocionante que ahora la aprotinina también haya demostrado ser eficaz contra la COVID-19 en los pacientes", ha concluido Michaelis.