Especialistas de las organizaciones Mexico Institute, México Evalúa y Baker Institute indicaron que el sector eléctrico mexicano debe fortalecerse en distintos ámbitos para enfrentar los desafíos del cambio climático y la transición a energías limpias.
Ciudad de México, 7 abr (EFE).- La polémica Reforma Energética propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y respaldada este jueves por el Supremo de México puede aumentar el costo de la generación de electricidad, mermar la calidad del servicio y ahuyentar la inversión, señalaron expertos.
Expertos de las organizaciones Mexico Institute, México Evalúa y Baker Institute indicaron en un comunicado que el sector eléctrico mexicano debe fortalecerse en distintos ámbitos para enfrentar los desafíos del cambio climático, la transición a energías limpias y hacer frente al incremento de la demanda de electricidad que se verificará en los próximos años.
Sin embargo, los elementos que constituyeron a la Reforma a la Ley de la Industria Eléctrica -que hoy se discutió y se votó en la Suprema Corte- "no permitirían alcanzar esos objetivos", según los expertos.
Sí, el sector eléctrico tiene muchos problemas que resolver. Pero ni la Ley de la Industria Eléctrica, ni la reforma energética propuesta por AMLO los atienden.
Te contamos cuál es la reforma energética que México necesita 👇 https://t.co/GqY5T43sC3 pic.twitter.com/gwkvLCa0Na
— México Evalúa (@mexevalua) April 7, 2022
Este jueves, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respaldó el nuevo modelo energético que propone el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al declarar constitucional la Ley de la Industria Eléctrica, antes de su debate en el Legislativo.
Ahora, la polémica Reforma, que limitaría al 46 por ciento la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE), debe ser aprobada por dos tercios de los legisladores y, para ello, el oficialismo debería lograr votos por parte de la oposición, que ya ha anunciado que no votará a favor de la Reforma si no hay cambios.
En el foro "Reforma energética sí, pero no ésta", organizado por México Evalúa y Mexico Institute del Wilson Center, la directora general de México Evalúa, Edna Jaime, dijo "no podemos matar al país por salvar a la CFE".
No podemos matar el país por salvar a una industria, concluye @EdnaJaime
— The Mexico Institute (@MexicoInstitute) April 7, 2022
"A la mitad de este sexenio, la CFE se convirtió en una carga para el erario; le hizo perder 78 mil millones de pesos [unos tres mil 873 millones de dólares]", apuntó la coordinadora del programa de gasto público de México Evalúa, Mariana Campos.
Dijo que con la Reforma Eléctrica, el Gobierno mexicano "quiere ayudarla a conseguir la renta económica de un monopolio, a costa del bolsillo de los consumidores y del erario".
Mientras que la coordinadora del programa de regulación y competencia económica de México Evalúa, Ana Lilia Moreno, explicó que desde una perspectiva de eficiencia "lo deseable es que existan diversos participantes que compitan entre sí para producir electricidad en las mejores condiciones de precio, disponibilidad y oportunidad.
Para el director del Centro México-EU en Baker Institute, Tony Payán, México está dejando ir una oportunidad importante.
La reforma le da permiso a CFE a operar en perdidas violando capítulos del T-MEC, dice Oscar Ocampo.
Únase al evento aquí ⬇️ https://t.co/4elwIk0YtP
— The Mexico Institute (@MexicoInstitute) April 7, 2022
"El sector eléctrico requiere de inversión para garantizar condiciones de infraestructura óptimas y estamos regresando a un modelo maquilador de la década de los años 90", dijo.
El debate de esta ley en la Suprema Corte arrancó el martes y se aplazó a este jueves, sumándose esta semana al comienzo del análisis en la Cámara de Diputados, institución que discutirá durante la Semana Santa la polémica reforma constitucional sobre el sector energético.
A lo largo de la semana, López Obrador acusó en varias ocasiones a empresas y Gobiernos extranjeros de ejercer "lobby" para que no avance ninguna reforma en el sector energético, lo que ha sido tachado por analistas como un intento de amedrentar a legisladores y jueces.