La Gobernadora María Eugenia Campos Galván es una de las panistas que, de acuerdo con la dirigencia de su partido, competirá por la candidatura presidencial de la oposición. La mandataria carga a cuestas un historial de señalamientos por corrupción que la vinculan con César Duarte, frente a los cuales ha sido respaldada por el expresidente Felipe Calderón. Ahora, al tiempo que compite por la Presidencia de la República también ha mostrado su cercanía con el Gobierno federal.
Ciudad de México, 3 de abril (SinEmbargo).– Vinculada con el exmandatario priista César Duarte Jáquez, respaldada por el expresidente Felipe Calderón Hinojosa en la campaña que la llevó a la gubernatura de Chihuahua y con algunos guiños hacia el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la Gobernadora María Eugenia Campos Galván, mejor conocida como Maru Campos, se ha posicionado como una de las aspirantes del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de México.
Hace un mes el dirigente nacional panista, Marko Cortés Mendoza, la contempló en su lista de aspirantes presidenciales para 2024 durante el mensaje que dio en la Plenaria del Sistema Legislativo del PAN, en el que pidió cuidar la coalición conformada con el PRI y PRD y “darle juego” a los panistas que aspiran a ser candidatos a la Presidencia de la República, y entre ellos mencionó a Maru Campos, una política conservadora que apenas llegó al Gobierno de Chihuahua el pasado 8 de septiembre.
De hecho, un mes después de haber tomado protesta como mandataria estatal ya había sido considerada como una de las posibles aspirantes. “Acción Nacional requiere muchas cartas, muchas buenas opciones y tenemos claro con qué ganar la presidencia de la República en el 2024, por supuesto hablé de Maru Campos como una muy buena opción rumbo a la Presidencia de la República”, dijo el pasado 1 de octubre Cortés previo a la toma de protesta del Gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, otro de los aspirantes.
Desde entonces, la Gobernadora de Chihuahua se ha perfilado como una de las presidenciables que el Partido Acción Nacional propondrá a la alianza opositora “Va por México”. Lo mismo ha sido reconocida por el Diputado Santiago Creel Miranda, otro de los aspirantes, que por el propio Cortés.
Nuestros gobernadores y gobernadora son los mejor evaluados por los resultados que han dado a las familias mexicanas.#UnidadYRumbo pic.twitter.com/mQRoxk0ONV
— Acción Nacional (@AccionNacional) March 24, 2022
Incluso Campos desfiló hace unos días en la pasarela que hicieron los gobernadores panistas Mauricio Vila, Mauricio Kuri y Francisco García Cabeza de Vaca “Juntos Rumbo al 2024”, un panel organizado por la dirigencia panista para “exponer a las estructuras estatales sus experiencias de buenos gobiernos”, la que asegura que es su mejor carta rumbo a la contienda electoral de 2024, en donde la mayoría de las mediciones colocan a los aspirantes de Morena, la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo y el Canciller Marcelo Ebrard Casaubón, como los mejores colocados.
En las últimas mediciones en las que aparece, la Gobernadora de Chihuahua aparece en el cuarto lugar de la preferencia efectiva de los aspirantes panistas, con un 7 por ciento, en la medición de la empresa Enkoll, publicada el pasado 16 de marzo. En esta encuesta, el primer lugar de los posibles aspirantes panistas lo ocupa Ricardo Anaya (39 por ciento), seguido por Margarita Zavala Gómez del Campo (32 por ciento) y Santiago Creel (13 por ciento).
No obstante, en las encuestas publicadas este mismo mes por El Universal y El País no figura la mandataria chihuahuense, como tampoco figura en la evaluación quincenal de los líderes nacionales rumbo a la elección presidencial de 2024, que elabora la consultora Massive Caller.
DE DUARTE A CALDERÓN
Maru Campos llegó al Gobierno de Chihuahua en una clara confrontación con su antecesor y correligionario Javier Corral, a raíz de los señalamientos de la administración pasada que la vincularon a la llamada “nómina secreta” de César Duarte Jáquez, como se conoce al mecanismo que presuntamente usó el exgobernador priista para sobornar a diputados, periodistas, dirigentes partidistas y líderes religiosos.
La situación la llevó a contender por el Gobierno del estado y al mismo tiempo enfrentar una vinculación a proceso por el delito de cohecho pasivo en perjuicio de las finanzas estatales, ya que de acuerdo con el Ministerio Público estatal habría recibido 9 millones de pesos del Gobierno de César Duarte mediante la caja chica denominada nómina secreta, la cual estaba conformada por un fondo de mil millones de pesos, cuando era vicecoordinadora del PAN en el Congreso estatal.
A lo largo de este proceso, Campos denunció una persecución política. Incluso en la campaña recibió el respaldo del expresidente Felipe Calderón, quien previó que sería “la mejor gobernante en Chihuahua” al tiempo que salió al paso de las acusaciones que Maru Campos enfrentaba en ese entonces: “Su desempeño como legisladora y como Alcalde ha sido ejemplar, ha sido eficiente, ha sido honesto [...] es una mujer que sabe salir adelante, que no se arredra ante las amenazas, ante las injusticias, ni ante las pretensiones de atropello que hay en su contra”.
Finalmente, un día antes de asumir el Gobierno de Chihuahua, el Poder Judicial del estado decidió exonerarla de ese cargo al considerar que el Ministerio Público no acreditó que los presuntos sobornos hubieran comprometido las votaciones legislativas de la exdiputada panista para favorecer a César Duarte.
Ya como Gobernadora de Chihuahua, el 2 diciembre de 2021, dos meses después de que fuera contemplada por Marko Cortés como una posible aspirante para 2024, Maru Campos desató el enojo dentro del panismo cuando fue vista en el Zócalo de la Ciudad de México para celebrar los tres años de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero no ha sido la única ocasión en la que ha mostrado cierta cercanía con el Gobierno federal. Ocho días después de su asistencia al evento de López Obrador, Maru Campos le dijo al mandatario federal que por encima de las diferencias ideológicas trabajaría de la mano de la federación por el bien de Chihuahua, esa postura la afianzó cuando el 15 de diciembre cuando sacó a su administración de la Alianza Federalista, fundada por gobernadores de oposición en 2019, para volver a la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
Dos meses después, el 18 de febrero pasado, su cercanía con el proyecto de López Obrador volvió a dar de qué hablar. Durante su conferencia de prensa matutina en Chihuahua, López Obrador resaltó su buena relación con Maru Campos: “Ahora que está malita de la (mano) derecha (a causa de una caída), me da más gusto porque está muy bien de la izquierda”, bromeó el Presidente y le levantó la mano izquierda, una señal que fue vista como una muestra más de la cercanía con el Gobierno federal.