Debería ser un escándalo nacional: la empresa Kimberly Clark de México, propiedad de la familia del prominente líder empresarial Claudio X. González Laporte y cuyo hijo del mismo nombre jefatura la coalición opositora Va por México, cometió un inaudito robo –sí, robo– de miles de millones de pesos a la población más vulnerable del país.

A los Claudio X. les encantaría que se hable sólo de la falsa torre chueca del nuevo aeropuerto, del horrible apellido López y del populismo, pero debe informarse también que la “conspiración” –sí, conspiración– de su empresa familiar consistió en reunir a otros fabricantes de pañales desechables para bebés, para la incontinencia de adultos mayores y de toallas sanitarias femeninas, para comprometerlas a manipular los precios y encarecer los productos.

¿A quién se le puede ocurrir atentar contra la población más vulnerable de niños, ancianos y mujeres –sí, niños, ancianos y mujeres– tramando, en secreto y violando la ley, el alza en los precios de estos productos? Al clan de los Claudio X., como ya lo dictaminó la autoridad.

Y es que entre 2008 y 2014, en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto –que tanto adoraban–, la empresa Kimberly Clark de México, cuyo presidente del consejo de administración es González Laporte y que dirige su hijo Pablo Roberto, pactó el encarecimiento de los precios de esos productos con los también fabricantes Productos Internacionales Mabe y Essity Higiene y Salud México.

En el expediente IO-004-2017 de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) se acreditó, con vasta información, que la empresa familiar de Claudio X. González Guajardo, fundador y primer presidente de la asociación civil Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), corrompió el mercado y robó a los consumidores para obtener ganancias multimillonarias en esos seis años.

El expediente es minucioso sobre el liderazgo de la trama para robar a los consumidores de Pablo Roberto González Guajardo, hijo de Claudio X. padre y hermano del creador de la coalición del PRIAN que dice luchar contra la corrupción.

El plan de encarecer los precios de estos productos básicos para niños, mujeres y adultos mayores no fue porque la empresa de los Claudio X. estuviera en crisis. De hecho, como se acredita Daniela Barragán en su reportaje en el diario digital Sin Embargo, sus marcas como Huggies, Kleen Bebé, PullUps, Kotex y Depend eran las de mayor circulación en el mercado mexicano.

Más aún: el propio Gobierno de Calderón, a través del Conacyt que dirigía el Diputado federal panista Juan Carlos Romero Hicks, le regaló en un solo año 36 millones de pesos para mejorar la fabricación de pañales para bebé.

Se trataba, en realidad, de obtener mayores ganancias manupulando el mercado con las otras dos empresas, como se acreditó en la investigación de la Cofece, donde quedó claro que el “autor intelectual” del robó –sí, robo– fue de Kimberly Clark de México, que además de convocar a las reuniones secretas, dictaba el aumento de los precios de los productos.

La investigación de la Cofece probó también que toda la trama fue en secreto y esto fue catalogado como “vital”, porque “las personas conocían la ilegalidad de sus actos”, en particular violatorias de la Ley Federal de Competencia.

Y no les quedó otra a todos los involucrados que confesar: “Aceptamos la totalidad de los hechos y evidencias que se nos atribuye”.

Esta conspiración del clan Claudio X. es doblemente aberrante y criminal: no sólo fue el encarecimiento ilegal de productos de consumo básico y fundamental, sino que afectaron a la economía de la población más vulnerable, como los bebés, las mujeres y las personas de la tercera edad.

Sí, se multó con 100 millones 935 mil pesos a la empresa Kimberly Clark de México y con dos millones 018 mil 700 a González Guajardo, pero lo más relevante es que exhibe el carácter mafioso y depredador del clan Claudio X.

En México y en el mundo, a los que roban se les llama ladrones y a los que corrompen y se corrompen se les dice corruptos. Ni modo de llamar honestos a los Claudio X. ¿Quién puede creer ya esta patraña?

Álvaro Delgado Gómez

https://www.sinembargo.mx/author/delgado/

Álvaro Delgado Gómez es periodista, nacido en Lagos de Moreno, Jalisco, en 1966. Empezó en 1986 como reportero y ha pasado por las redacciones de El Financiero, El Nacional y El Universal. En noviembre de 1994 ingresó como reportero al semanario Proceso, en el que fue jefe de Información Política y especializado en la cobertura de asuntos políticos. Ha escrito varios libros, entre los que destacan El Yunque, la ultraderecha en el poder (Plaza y Janés); El Ejército de Dios (Plaza y Janés) y El engaño. Prédica y práctica del PAN (Grijalbo). El amasiato. El pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas (Editorial Proceso) es su más reciente libro.

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