Economía

Le dicen adiós al Kremlin

Se resistían, pero icónicas Coca-Cola, Pepsi, McDonald’s y Starbucks salen de Rusia

09/03/2022 - 3:03 pm

Al menos tres gigantes estadounidenses se mantenían con operaciones en territorio ruso, pese a la invasión en Ucrania y las sanciones económicas que ésta ha acarreado. En las últimas horas las compañías anunciaron el cese de ventas y operaciones, pero aseguraron que seguirán presentes en el país debido a que hay miles de empleados rusos que dependen de ellos. 

Ciudad de México, 8 de marzo (SinEmbargo).- En las últimas dos semanas al menos una decena de empresas multinacionales han salido o han frenado sus operaciones en territorio ruso como posicionamiento en contra de la invasión militar que ordenó el Presidente Vladimir Putin el pasado 24 de febrero.

Grandes compañías, principalmente de origen estadounidense, han tomado la decisión de «castigar» la relación comercial con Rusia, pero algunas de las más grandes estadounidense, como McDonald’s y Coca-Cola –fundadas en California y en Georgia, respectivamente–, no habían tomado cartas en el asunto hasta que la presión social las señaló.

Empresas petroleras, de comunicaciones, de mensajería, transportes y de comida se pronunciaron en contra de los conflictos armados que inició Rusia hace días. Entre las más recientes salidas o suspensiones se encuentran las grandes firmas de pago con tarjeta como American Express, Visa y MasterCard –quienes anunciaron que sus clientes ya no podrán usar sus plataformas en territorio ruso–. También la aplicación china TikTok dio a conocer que vetará la carga de videos desde Rusia.

Varias empresas estadounidenses continuaron en los últimos días con operaciones en Rusia, pero en las últimas 24 horas al menos cuatro de éstas gigantes ya reconsideraron sus posturas debido al señalamiento por continuar con dichos negocios.

Rusia advirtió hoy a los ciudadanos de Kiev de nuevos bombardeos sobre la ciudad y pidió que abandonen sus hogares, según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
Rusia invadió el territorio ucraniano desde el pasado 24 de febrero. Hasta ahora ha expresado que no saldrá de Ucrania hasta derrocar a su actual Gobierno. Foto: EFE.

En la noche del 8 de marzo, Coca-Cola emitió un breve comunicado en el que informó que suspendería sus negocios en el territorio ruso:

«Nuestros corazones están con la gente que está sufriendo los horribles efectos de estos trágicos acontecimientos en Ucrania», señaló la compañía.

La respuesta de Coca-Cola se dio luego de una serie de presiones. En Twitter, por ejemplo, se emplearon los hashtags #BoycottCocaCola. A esto se sumó el reporte del diario The Independient, sobre cómo la cadena de supermercados ucraniana Novus anunció el pasado 4 de marzo que dejaría de vender productos Coca-Cola y calificó a la compañía de “sinvergüenza” por seguir “trabajando con los invasores con toda su fuerza”.

“Nuestra cadena de supermercados ya no trabaja con la compañía Coca-Cola, que sigue operando en el territorio del agresor. Estamos abandonando todos los productos pertenecientes a la marca”, mencionó la empresa en sus redes sociales.

Unos días después, Coca-Cola reaccionó y anunció el cese de operaciones.

Botellas de Coca-Cola. Foto: Cuartoscuro.

Por su parte, McDonald’s no había publicado algún tipo de posicionamiento, pero la tarde de este 8 de marzo la compañía anunció el cierre temporal de sus 850 locales en Rusia y declaró una pausa a todas sus operaciones.

Según el comunicado de la cadena de comida, esto surge ya que «no pueden ignorar el innecesario sufrimiento causado a Ucrania». Su respuesta, al igual que la de Coca-Cola, llegó casi 15 días después de que iniciara la invasión y luego de la presión ejercida en su contra.

La multinacional señaló que esta medida afectará a los 62 mil empleados que tiene en todo el territorio ruso –a quienes seguirá cubriendo sus salarios–, además de proveedores y otros socios en el negocio de la alimentación.

 

Un caso similar al de la refresquera y la cadena de comida rápida fue el de la también estadounidense Starbucks, la cual suspendió operaciones en Rusia casi a la par del movimiento hecho por McDonald’s. La cafetería explicó que, debido a la invasión, pausó todos sus negocios en el país al mando de Putin

«Seguimos pendientes de los trágicos acontecimientos y, hoy, hemos decidido suspender toda la actividad empresarial en Rusia, incluido el envío de todos los productos Starbucks», dijo en una carta el consejero delegado de la compañía, Kevin Johnson.

La compañía aseguró que todas las franquicias se comprometieron a apoyar a los casi dos mil trabajadores que dependen de Starbucks.

Starbucks, de origen estadounidense, se pronunció el 8 de marzo en contra de la invasión rusa en Ucrania. Foto: Cuartoscuro.

La empresa, que reiteró su condena «a los horribles ataques de Rusia en Ucrania» avanzó que, a medida que evolucione la situación, continuará tomando medidas que vayan en línea con sus «valores».

PepsiCo fue otra de las gigantes multinacionales que emitió comunicaciones y tomó acción contra Rusia hasta después de ser señalada por no hacerlo.

Según The Wall Street Journal, la compañía con sede en Purchase, Nueva York, estaba explorando opciones con su importante negocio en Rusia.

La noche de ayer tomó acción y dio a conocer que suspendió la venta de Pepsi, 7Up y otros refrescos en Rusia, donde también paralizará sus inversiones y su publicidad.

A diferencia de otras empresas, esta refresquera no detendrá todas sus actividades en Rusia y seguirá suministrando algunos productos, que incluyen leche, lácteos y comida para bebés, artículos que considera esenciales, y con ello también apoyar a sus 20 empleados rusos y de los 40 mil trabajadores agrícolas rusos en su cadena de suministro.

«Llevamos operando en Rusia durante más de 60 años y tenemos un lugar en muchos hogares rusos. Pepsi-Cola entró al mercado en lo alto de la Guerra Fría y ayudó a crear un terreno común entre Estados Unidos y la Unión Soviética», escribió en el comunicado el consejero delegado, Ramon Laguarta, que defendió que la situación no podía continuar sin cambios «dados los horribles acontecimientos» en Ucrania.

También la cervecera holandesa Heinekein dijo que dejará de producir, publicitar y vender su marca de cerveza en Rusia. Precisó que apoya al pueblo ucraniano y calificó la guerra iniciada por el Gobierno ruso de “ataque sin provocación y totalmente injustificado».

«Tomaremos medidas inmediatas para separar nuestro negocio ruso del negocio general de Heineken para detener la salida de dinero, regalías y dividendos de Rusia», dijo Heineken, que previamente había detenido sus nuevas inversiones y exportaciones a Rusia.

Otras de las marcas que salieron recientemente fueron la compañía de TV Discovery y Universal Music Group. La primera suspendió sus canales y servicios; y la segunda frenó sus operaciones y cerró las oficinas en Rusia.

Además, Imperial Brands es la primera de las llamadas «Cuatro Grandes empresas tabacaleras» que detiene sus operaciones en Rusia, lo que significa detener la producción en su fábrica en Volgogrado y poner fin a las ventas y actividad publicitaria en el país.

 

Mientras, en Rusia siguen operando empresas como Burger King, la francesa Danone y Papa John’s. Las dos últimas afirmaron que sus ventas ahí no dependen de ellos, sino que están en manos de propietarios locales.

“No tenemos planes de pedirle al franquiciado independiente que posee y opera las tiendas Papa John’s en Rusia que cierre sus tiendas”, aseguró el fabricante de pizzas en una nota para Reuters.

Por su parte, un portavoz de Danone dijo que al Financial Times que su decisión de no sancionar a Rusia está sustentada en la responsabilidad con los trabajadores (más de 8 mil en el país) y las personas a las que alimentan.

«Tenemos una responsabilidad con las personas a las que alimentamos, los agricultores que nos proporcionan leche y las decenas de miles de personas que dependen de nosotros», señaló al diario británico el consejero delegado de la empresa, Antoine Saint-Affrique.

Fábrica De Danone En Madrid. Foto: Europa Press, archivo.

En este sentido, el ejecutivo ha apuntado la facilidad de dejarse llevar por el «pensamiento blanco o negro y las posiciones demagógicas», añadiendo que al final la reputación trata del comportamiento.

Otras grandes marcas de consumo que se encuentran activas en Rusia son Nestlé, Procter & Gamble, el fabricante de galletas Oreo Mondelez y la multinacional de ropa Uniqlo. Todas ellas aún no han comentado sobre el estado de sus operaciones en Rusia.

La suiza Nestlé, Coca-Cola HBC y la cervecera danesa Carlsberg sólo detuvieron su producción en Ucrania tras la invasión rusa.

EMPRESAS QUE SANCIONARON A RUSIA

El rechazo a la invasión de Ucrania y las consiguientes sanciones impuestas a Rusia han provocado un éxodo de multinacionales extranjeras que abandonan o reducen sus operaciones en suelo ruso, tras tres décadas de beneficiarse del lucrativo mercado postsoviético.

La exclusión de algunos bancos rusos del sistema de pagos SWIFT, el cierre por la Unión Europea y Canadá de su espacio aéreo, correspondido por Moscú, y el efecto de las penalizaciones internacionales, con un desplome del rublo del 30 por ciento el lunes, hacen que las empresas juzguen demasiado alto el riesgo reputacional y financiero de seguir en Rusia.

Presionada por el Gobierno británico, BP, principal inversor extranjero en Rusia, anunció el domingo que se deshará de su 19.75 por ciento en la estatal rusa Rosneft, con un impacto estimado de 25 mil millones de dólares (22 mil 300 millones de euros) para su negocio, al recortar al menos en un tercio sus reservas de petróleo y gas.

Shell anunció el 28 de febrero que cortará sus vínculos con Gazprom, lo que incluye un 27.5 por ciento en la instalación de gas natural licuado de Sajalin-II y un 50 por ciento en los proyectos petrolíferos de Salym y Gydan. Rescindirá asimismo su parte en el gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2, cuya autorización ya bloqueó Berlín.

La estadounidense Exxon Mobil y la francesa TotalEnergies se quedan como las únicas grandes petroleras con proyectos significativos en Rusia, aunque esta última ha anunciado que no aportará capital a nuevos proyectos.

Por otro lado, el fabricante de camiones alemán Daimler Truck suspendió sus negocios en Rusia y Volvo y Land Rover detuvieron también sus ventas, así como Harley-Davidson, General Motors y Volkswagen, aunque otros, como Ford Motor o Renault, mantienen sus operaciones en ese país.

Las principales empresas de paquetería de Estados Unidos, UPS y Fedex, anunciaron desde el 28 de febrero la suspensión temporal de sus envíos a Ucrania y Rusia a fin de proteger a sus empleados. La aerolínea estadounidense Delta Airlines ha rescindido su código compartido con la estatal rusa Aeroflot y, al igual que American Airlines, evitará sobrevolar territorio ruso en sus rutas internacionales.

Google Europe bloqueó desde el 1 de marzo las emisiones en YouTube en Europa de los medios de comunicación vinculados al Estado ruso RT y Sputnik, después de haber limitado antes su acceso a publicidad. Microsoft los eliminó de su tienda de aplicaciones de Windows.

La combinación de imágenes muestra, izquierda a derecha, los logos de Twitter, YouTube y Facebook. La invasión rusa de Ucrania obliga a las grandes empresas tecnológicas a decidir cómo manejan los medios controlados por el Estado. Foto: AP, archivo

Previamente, la tecnológica Meta restringió la presencia de la cadena y la agencia rusas en sus redes sociales, como Facebook, Instagram y WhatsApp.

Twitter añadió una advertencia en los mensajes que compartan enlaces y noticias de medios controlados por el Kremlin, de los que también tratará de reducir su circulación en la red social.

The Walt Disney Company ha informado de que no estrenará sus nuevas películas en Rusia y Warner Bros. canceló el debut de «The Batman». Por su parte, Netflix confirmó que no cumplirá con la nueva ley audiovisual de Rusia, que le obligaría a incluir una veintena de canales públicos rusos en su plataforma para poder operar en el país.

-Con información de EFE, AP y Europa Press.

Valeria González Cervantes
Es feminista y Comunicóloga por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene una gran afición por la lectura de ficción. Comenzó su carrera en La Hora Nacional.
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