Desde que Rusia anunció un despliegue militar hacia Ucrania, los ciudadanos del país invadido empezaron a huir de sus hogares a países vecinos, donde esperan encontrar un espacio seguro lejos de la guerra.
Kiev, 24 de febrero (AP/SinEmbargo).– Habitantes de Járkiv, Kiev, Mariúpol y otras ciudades ucranianas amanecieron este jueves entre incertidumbre y miedo. Después de una noche con reportes de misiles y explosiones, las y los ciudadanos de Ucrania empezaron a revisar sus celulares y comunicarse con sus seres queridos.
«Hemos perdido toda la fe», dijo Anna Dovnya, residente de la capital, a The Associated Press. «Hasta el último momento, no creí que sucedería. Simplemente, hice estos pensamientos a un lado».
Así empezaron los primeros «adiós» de personas que buscan huir de sus ciudades de residencia para encontrar un espacio más seguro en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania, que durante la madrugada pasó a materializarse como un enfrentamiento bélico.
En Mariúpol, una ciudad a orillas del mar de Azov que muchos temían que fuera el primer objetivo principal debido a su importancia estratégica, los periodistas de The Associated Press vieron escenas similares, de una mezcla de rutina y miedo.
No hay derecho a esto 😢
Padres ucranianos se despiden de sus hijos#ATENCIÓN #Rusia #usa #OTAN
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Soldados Ucranianos despidiéndose de sus esposas ante la inminente guerra en la región 🥺💔 pic.twitter.com/J6464bdRxk
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Algunos residentes esperaban en las paradas de autobús, aparentemente de camino al trabajo, mientras otros se apresuraban a abandonar la ciudad que está a apenas unos 15 kilómetros de la línea del frente con la República Popular de Donetsk, una de las dos áreas controladas por los separatistas y que el Presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció esta semana como independiente, en un preludio del ataque.
«No puedo hacer nada. Estoy atrapado aquí», afirmó un residente de Mariúpol que solo dio su primer nombre, Maxim, después de correr en vano por la ciudad desde el amanecer en busca de dinero en efectivo o llenar su tanque de gasolina.
La Presidenta de Moldavia (al oeste de Ucrania), Maia Sandu, reportó que el país recibió a más de cuatro mil refugiados, para los cuales se creó una base campal temporal en las localidades de Palanca and Ocnița.
«Nuestras fronteras están abiertas para ciudadanos ucranianos que necesitan pasaje seguro o un lugar dónde quedarse», indicó por medio de Twitter.
En un supermercado, la jubilada Anna Efimova estaba preocupada por su madre, quien estaba ocupada, agregó, llenando su sótano con suministros. «No hay a dónde correr, ¿dónde podemos correr?», preguntó.
Mientras avanzaba el día, crecía la sensación de alarma en Ucrania. La gente abarrotaba las tiendas de comestibles. En Járkiv, varios residentes preocupados observaban los fragmentos de material militar esparcidos por un parque infantil.
El metro de Kharkov. Ciudadanos ucranianos, van a pasar la noche en el metro, por temor al bombardeo Ruso.#Ukraine #Ucrania #Russia #RusiaUcrania #Rusia pic.twitter.com/VZq8J3XvYT
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El Alcalde de Kiev, Vitaly Klitschko, pidió a los 3 millones de habitantes de la ciudad que permanezcan en sus casas a menos que trabajen en sectores críticos. Pidió que todos preparen bolsas con artículos de primera necesidad, como medicamentos y documentos.
Desde hace semanas, el Presidente Volodymyr Zelenskyy había tratado de moderar las expectativas de un ataque ruso, incluso cuando las advertencias de Estados Unidos se volvieron más urgentes. Zelenskyy argumentó que el pánico conduciría a una desestabilización social, algo que podría darle una ventaja táctica a Rusia, tanto como sus 150 mil soldados que se cree que se habían concentrado en las fronteras de la nación.
El jueves, cuando el Presidente impuso la Ley Marcial, los ucranianos se dieron cuenta de que todo estaba cambiando.
«Siento pánico, miedo y ansiedad. No sé a quién debería pedir ayuda», comentó Elizaveta Melnik, una residente de Kiev. «No pensábamos que llegaría esta situación».