Siete meses después de que miembros de la comunidad de Santa María Zacatepec ingresaran a la planta de Bonafont en Puebla, acusándola de extraer agua de la comunidad, alrededor de 400 elementos de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal ingresaron en la madrugada para evacuarlos.
Puebla, 15 de febrero (Periódico Central).– La empresa Bonafont emitió una postura tras la liberación de su planta en el municipio de Juan C. Bonilla, en Puebla. La firma comunicó que requerían del espacio para el sustento de sus trabajadores, toda vez que se mantendrán al tanto de lo que definan las autoridades.
A través de un comunicado, la empresa señaló que su objetivo es seguir con los trabajos de distribución de la embotelladora, que quedaron detenidos durante más de siete meses, por habitantes de la junta auxiliar de Santa María Zacatepec, quienes ocuparon las instalaciones acusando que la empresa extraía agua de la comunidad.
Bonafont dijo que su prioridad en Juan C. Bonilla es continuar con sus trabajos para “contribuir con el sustento de las más de las más de 600 familias, cuyos ingresos dependen del trabajo que realizan con nosotros”.
"Estaremos atentos y pendientes de las determinaciones de las autoridades responsables, siempre con el compromiso de construir soluciones con base en el diálogo, la transparencia y el respeto al estado de derecho”, indicó la fábrica.
Hablan los pueblos nahuas luego de la irrupción de la Guardia Nacional en la Casa de Los Pueblos, antes empresa Bonafont.https://t.co/UYfbOfp70G pic.twitter.com/aBsUVzmGQL
— CNI México (@CNI_Mexico) February 15, 2022
Durante la madrugada de este martes, 400 elementos de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal ingresaron a la planta de Bonafont en Juan C. Bonilla, como solicitud de un Juez estatal que exigió la liberación de las instalaciones de la empresa trasnacional.
Tras un desalojo donde no hubo detenidos, trabajadores de una empresa privada de seguridad se quedaron en el sitio para resguardar el espacio, junto con perros entrenados. Otra cuadrilla de empleados realizó trabajos de limpieza.
En el lugar había refrigeradores y otros enseres domésticos. Los manifestantes utilizaron unas rejillas con garrafones, que utilizaron para construir una “pared” que conformó la sede de “Pueblos Unidos”, organización comunitaria que tomó el espacio.
Ante el desalojo, “Pueblos Unidos” recibió el respaldo de distintas organizaciones civiles. El Congreso Nacional Indígena condenó la "escalada de violencia en contra de los pueblos organizados" y responsabilizaron a los tres niveles de Gobierno de cualquier daño a la integridad de miembros de los Pueblos Unidos de la Región Cholulteca.
"Hacemos un fuerte llamado a todas y todos los compañeros con quienes hemos caminado en esta lucha a movilizarse en sus territorios", indicó el CNI por medio de un comunicado publicado en Facebook, en el cual pidió que se realicen acciones de protesta en oficinas de la Comisión Nacional del Agua (Conagia), el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Embajada de Francia -de donde es originaria la empresa Bonafont-, y de Gobierno municipal, estatal y nacional.
Un grupo de activistas que se encuentra actualmente en el poblado de Lützerath, en Alemania, desde donde se oponen a una minera de lignito a cielo abierto, también se manifestó en solidaridad de "Pueblos Unidos".
A través de un corto video, expresaron su solidaridad a la comunidad indígena de Zacatepec, refiriendo que estarán al tanto de lo ocurrido.
"Aquí denunciamos y decimos, insistimos, que no están solas. Nosotras lo vemos, y estamos con ustedes”, expresó una de las integrantes en español.
-Con información de SinEmbargo